Aviso legal

Vilfredo Pareto

Hemos ya dich varias veces, que no vamos a contar cosas aquí que se puede encontrar miles de veces en otros sitios. Él que busca informaciones sobre la biografía de Vilfredo Pareto la encontrará, vaya sorpresa, poniendo en google Vilfredo Pareto. El problema es, el mismo problema tenemos con Léon Walras, que nadie ha leído los originales, lo que en este caso es obvio, porque la 'Economía Política' de Vilfredo Pareto no es accesible. El análises que presentamos aquí se basa en un escan. Esto explica que hay muchos errores en los textos sobre Vilfredo Pareto que encontramos en la red. Podemos incluso leer que Vilfredo Pareto era un demócrata radical, un antifascista, un liberal etc.. Leyendo sus textos es obvio que era un antidemocrático obsesionado, habla incluso de la religión demócrata y propaga la ley del más fuerte de una manera que supera textos cuya publicación por buenas razones está prohibida en Alemania.

Como ya lo hemos vistos varias veces es completamente arbitrario y depende de la acasualidad cuales conceptos de un autor llegan a formar parte del canon de los planes de estudio. De Adam Smith sobrevivió 'la mano invisible', de Jean Baptiste Say 'la ley de Say', de David Ricardo 'los costes comparativos', de John Maynard Keynes sobre todo la idea que el estado en determinadas condiciones tiene que fomentar la demanda. En la mayoría de los casos estos conceptos son meras anotaciones en la obra original y el autor no les prestó mucha atención. Como ya hemos explicado varias veces en parte se puede explicar este fenómeno por la obsesión por la modelización matemática. Hay una clara preferencia para conceptos que pueden ser presentados en un modelo matemático. Corrobora esta tésis el hecho que autores que no tienen ningún tipo de modelización matemática, como por ejemplo la escuela austriaca o el ordoliberalismo no forman parte de los planes de estudio.

De Vilfredo Pareto ha sobrevivido el optimo paretiano, a pesar de que el concepto tal como se lo presenta hoy en día en los libros de textos, la caja de Edgeworth, es de Francis Ysidro Edgeworth. Pareto lo nombra incluso en el § 116 del tercer capítulo de su 'Manuale di Economi Politica', o sea en la página 187 del fichero pdf que va a añadido.

Questo nome [Linea d' indifferenza o curva di indifferenza] è dovuto al prof. F. Y. Edgeworth.
Dieser Name [Indifferenzkurver] geht auf Prof. F.Y. Edgeworth zurück.

La afirmación que Vilfredo Pareto ha introducido este concepto en la economía es un poco dudosa. Sería más preciso decir que por una razón desconocida este concepto de Vilfredo Pareto fue canonizado y F.Y. Edgeworth no.

El hecho que Vilfredo Pareto hizo uso de un concepto de F.Y.Edgeworth no significa de ninguna manera que haya habido una estrecha relación entre estos dos. Edgeworth era un colega de Alfred Marshall y Marshall tenía poco o ninguna simpatía por la metodología de la escuela de Lausanne y sobre todo dudaba que los métodos de la física, astrología, mecánica pudiesen ser aplicadas en las ciencias sociales, vea bases metodológicas.

Su tratado 'Manuale di Economía Politica' no debe confundirse con su tratado 'COURS D'ÉCONOMIE POLITIQUE' aparecido seis años antes. La primera contiene una introducción a la sociología que es un preludio para la 'Sociologia Generale' aparecida en 1916. Quiere decir que no siguió por mucho tiempo los caminos de Léon Walras cuyo sucesor era en la universidad de Lausanne. Le sigue todavía en el 'Manuale di Economía Politica' en cuanto se refiere al método, quiere decir que hace economía pura, o sea economia desprovista de cualquier sentido y de cualquier realidad, pero no en cuanto se refiere a los conceptos. La morondanga equilibrada de Léon Walras la sustituye por otra morondanga equilibrada, o sea la morondanga paretiana.

En el COURS D'ÉCONOMIE POLITIQUE se atiene todavía en gran parte a Léon Walras. Lo único positivo que se puede decir sobre Vilfredo Pareto es que dejó la economía, muy probablemente porque se ha dado cuenta que sus conceptos no sirven para estrictamente nada. Como negativo se debe señalar que su sociología tampoco sirve para algo. Con sus conceptos solo ha podido encontrar adeptos en el partido fascista de Musolini.

No nos cuenta porque ha añadido a la gran oferta de equilibrios, el de Adam Smith, de Alfred Marshall, de Léon Walrase uno más. Nos enteramos de cantidad de cosas, pero nada de lo que realmente nos interesa. 'Nos' es relativo en este caso, porque la cooperación de economistas, que rumia ya desde hace 100 años el óptimo paretiano tampoco se interesa por esta cuestión. Qué diables se puede hacer con el ópitmo paretiano? Parece que preguntar por el sentido es para la cooperación de economistas algo tan inútil como en el existencialismo de Jean Paul Sartre o Albert Camus.

L'equilibrio economico. - Si può definire in vari modi che in sostanza tornano allo stesso. Si può dire che l'equilibro economico è quello stato il quale si manterrebe indefinitamente, ove non fosse alterato da qualche mutamento delle condizioni in cui si osserva. Se, per ora, consideriamo solo l'equilibro stabile, potremo dire che è determinato in modo che, ove venga lievemente alterato, tende subito a ricostituirsi, a tornare alla stato di prima. Le due definizione sono equivalenti. El equilibrio económico. - Se puede definirlo de maneras distintas, pero la idea principal siempe es la misma. Se puede decir que el equilibrio económico es un estado que se mantendría infinitivamente si no fuese cambiado por cambios en las condiciones que lo mantienen. Pero si solo nos referimos a la estabilidad del equilibrio podemos decir que siempre es estable si, después de haber sido modificado levemente tiende a volver a su estado inicial. Las dos definiciones son equivalentes.

Vilfredo Pareto, Manuale di Economia Politica, Milano 1906, página 150

Define correctamente el equilibrio, pero de esta definición podemos deducir, que equilibrios son algo completamente irrelevantes para la economía. La economía es sobre todo proceso y no estado. No nos interesa que había un equilibrio en el mercado de trigo hace doscientos años y que también hay un equilibrio hoy en día. Lo que nos interesa es saber porque hace 200 años el la gente muría de hambre porque para una parte de la población el precio del trigo era demasiado alto, mientra que hoy en día Europa produce 20 por ciento más trigo de lo que necesita. Lo queremos saber es qué pasó en estos 200 años. Nos interesan los procesos, no los estados.
Equilibrios siempre hay, incluso en el mundo de David Ricardo. Si había un excedente de demanda por trigo la gente muere en el mundo de David Ricardo hasta que no haya un excedente de demanda. Si hay un excedente en la oferta, habrá empresas que van en quiebra, lo que reduce el excedente de la oferta. No negamos que el análises de equlibrios sirva para algo, vea medición cardinal de la utilidad, pero no es el punto central y esto es el error principal de toda la microeconomía en su forma simple como la encontramos hoy en día en los libros de textos sobre economía. Decisivos son los procesos, la dinámica, no el estado. El concepto de Pareto es todavía peor. El concepto de Pareto, sobre todo en la versión que encontramos en los libros de textos, se basa en un MERCADO DE CAMBIO. En un mercado de cambio no se produce nada. Se cambia una cantidad existente. Esto significa que todos los procesos dinámicos que ocurren en la producción son excluídos del análises. Aprendemos en el equilibrio de Pareto que la gente solo cambia productos si al menos uno saca una ventaja de este cambio y el otro no empeora su situación. Este es obvio. No necesitamos saber nada sobre las circunstancias concretas para saber que esto es correcto. Un marciano solo va a cambiar algo con otro marciano si la utilidad de la cosa que recibe corresponde a la utilidad de la cosa que da. Es muy objetiva esta ley y las leyes objetivas universalmente válidas son el orgullo de las ciencias económicas. El autor tiene un par de otros: En el agua uno se moja. Cuando hace oscuro, se ve mal. Se oye mal, cuando se es sordo.

Es de suponer que el análisis de estados estáticos desaparecería inmediatamente de los libros de texto, si se pudiese decir algo sobre procesos. Es bastante fácil analizar estados, dado que al analizar un estado nada cambia. La cláusula ceteris paribus es superflúa. Lo que caracteriza un momento no es el hecho que es un tiempo relativamente corto. Es el hecho que nada cambia. Si nunca cambia algo, no hay diferencia alguna entre momento y siglo. Para una piedra da lo mismo. Para un ser vivo no. Si se quiere ver la cosa desde un punto de vista filosófico.

La cosa se hace más difícil cuando se analiza procesos, porque en este caso nada está fijo. Es bastante probable que no se substituyen los contenidos obsoletos del análisis estático porque no se logra a sustituirlos por la descripción de procesos, o sea contenidos relevantes. Si el tiempo que dura una carrera siempre es la misma, alguien tendrá que decidir cuales son los contenidos relevantes y cuales son los contenidos irrelevantes y es de suponer que se eliminaría los contenidos irrelevantes en favor de los contenidos relevantes.

Esto obviamente se podría ya hacer hoy en día. Se podría eliminar el cachivache paretiano por, por ejemplo, informática, lenguas, online marketing, más estudios de mercado etc. etc.. Pero en este caso la cooperación de economistas competería con otras facultades y perderían peso.

En resumidas cuentas: Economías que están en un equilibrio y que, una vez empujados fuera de este equilibrio solo vuelven al estado inicial no nos interesan y nunca interesaron a alguien. El equilibrio más perfecto lo tenemos si todos estamos muertos. Demanda cero, oferta cero. Un perfecto equilibrio. Y un muerto tampoco va a cambiar algo con otro muerto, porque la utilidad de la cosa que da corresponde a la utilidad de la cosa que recibe.

Si dejamos las bromas al lado: Con un modelo que descarta desde el principio cualquier proceso dinámico no se puede analizar economías de mercado.

Para explicar su equilibrio especial Pareto necesita 100 páginas enteras, pero de hecho el concepto es tan simple, que de hecho cualquier niño lo entiende. El resultado es super simple y podría ser explicado también con un solo producto. Si una persona tiene un montón de chocolate y la otra un monton de cerezas, de cualquier forma más de lo que pueden comer, entonces van a cambiar, a pesar de que el primero tiene una preferencia por chocolate y el otro una preferencia por cerezas. En este caso es bastante probable que la utilidad baja con el consumo y a partir de un cierto momento el último pedazo de chocolate y la última cereza brindan poca utilidad. En este caso ambos van a reducir la cantidad de chocolate, cerezas, respectivamente, hasta que la utilidad del último pedazo de chocolate / de la última cereza que dan está compensado por la utilidad de la última cereza / del último pedaz de chocolate que reciben. Si la utilidad pierden no está compensada por la utilidad que reciben dejan de cambiar. Esto es todo el mensaje.

Para que haya un poco más de abracadabra científico la caja de Edgeworth argumenta con dos productos y curvas de indiferencia. En este caso ambos tienen tanto chocolate como cerezas. Dado la utilidad marginal decreciente la tasa de sustitución aumenta al sustituir chocolate por cerezas o cerezas por chocolate. Si uno sustituye chocolate por cerezas, o al reves, ocurren dos efectos. La utilidad de la cerezas sube, dado que tiene cada vez menos, y la utilidad del chocolate baja, dado que tiene cada vez más. Para mantenerse en la misma curva de indiferencia, en el mismo nivel de utilidad, la tasa de cambio va por lo tanto empeorandose. Puede ocurrir en esta situación, al menos en la teoría, en la práctica es irrelevante, que uno recibe más utilidad cambiando chocolate por cerezas, o al revés, con el otro. Esto no modifica en absoluto la idea principal, que ya se puede explicar con un solo producto.

La caja de Edgeworth nunca, absolutamente nunca, juega un papel en debates públicos sobre problemas reales. El criterio de Pareto de vez en cuando, aunque raramente, se menciona. La caja de Edgeworth no juega ningún papel, porque el escenario es completamente ficticio. El problema principal, el más grave, es que parte de una cantidad determinada, excluye por lo tanto por completo la poducción, la parte dinámica de una economía y el factor decisivo a largo plazo. Segundo: El concepto de la utilidad marginal es irrelevante. Para que sea relevante se debería suponer que la mayoría de los productos son aquellos cuya utilidad baja con el consumo.

De hecho esto solo vale para alimentos. No hay ninguna tasa de substitución entre coches y neveras, televisiones y bicicletas, teléfonos y armarios. Casi todos los productos tienen una utilidad absoluta.

El concepto de Alfred Marshall es compatible con ambos casos. Si se quiere vender más cervezas, hay que bajar el precio, porque la utilidad que brinda la última cerveza disminuye y por lo tanto la gente solo lo va comprar para un precio más bajo. Un coche no tiene una utilidad marginal, pero cuando se baja el precio, habrá gente que lo compra, porque a partir de un determinado momento la utilidad supera el precio, o la utilidad de las cosas que podían comprar al mismo precio.

Se leye por ahí y por allá que el modelo de Pareto tiene la ventaja de no medir la utilidad con dinero, lo que se supone ser más objetivo, dado que la utilidad del dinero depende de los ingresos que uno tiene. El problema ya lo discute Alfred Marshall y la respuesta es simple. Estatísticamente el dinero tiene el mismo valor para todos.

No vale la pena de nombrar todos los problemas de este concepto, porque son múchisimos. Además supone que los cambiós pueden ser infinitísimamente pequeños. Esto vale para zanahorias y patatas, ambos se puede cambiar en pedazos. Pero no vale para 90 por ciento de los productos que necesitamos en la vida real. No se puede cambiar un medio zapáto por un cuarto de pantalón.

Además es difícil de ver la ventaja que brinda la abstracción del dinero. No podemos sacar concluciones relevantes para el mundo real si abstraemos del dinero. Nadie, fuera del plan privado, cambia productos por productos. El chisme paretiano es por lo tanto una discusión meramete escolástica. Se asemeja bastante a la teología de la edad media que discutía eternamente sobre problemas irrelevantes. Este tipo de debate no terminará porque alguién finalmente da respuestas a las preguntas.

Termina lentamente porque habrá cada vez menos personas que se interesan por estos contenidos y porque serán sustituidos por temas más relevantes. Pero son procesos que duran. La gente que vive de enseñar estas chorradas tienen un gran interés que permanezcan en los planes de estudio y como lo han enseñado, hay gente que los ha aprendido y estos a su vez tienen un interés que se les considera como relevantes porque también quieren vivir de enseñarlos.

Comprendemos por lo tanto que Vilfredo Pareto ha dejado la economía por la sociología. La gama de temas económicos que tiene es muy, pero muy restringido. De hecho su único tema es el equilibrio. Siendo esto su único tema no se puede nisiquiera decir que es un economísta, pero es muy comprensible que su único tema finalmente le aburría.

El óptimo de Pareto describe por lo tanto una situación en cual el cambio está determinado directamente por la útilidad. (De hecho Vilfredo Pareto distingue entre utilité = utilidad, o sea algo realmente beneficioso, y ofemilitá. La ofemilitá es algo que alguien quiere, pero que no le sirve, por ejemplo drogas.) La conclución que saca es simple. Solo con un cambio únicamente determinado por la útilidad, sin intervención estatal, garantiza el óptimo. Lo curioso del asunto es, que Vilfredo Pareto sostiene al mismo tiempo que es injusto de impedir un pueblo guerrero de hacer la guerra, porque esto le impide a vivir sus pasiones, vea sociología. No digamos que el óptimo paretiano es un criterio muy útil, pero si sigue la lógica que una situación es óptimal cuando nadie puede mejorar su situación sin empeorar la de otro, entonces la guerra no es pareto optimal. En general pierde todo el mundo, pero uno pierde con toda seguridad.

Tenemos por lo tanto en la economía neoclásica tres conceptos del equilibrio, de los cuales uno solo, el de Alfred Marshall, es realmente útil, porque de vez en cuando se puede realmente ananalizar problemas concretos, vea medición cardinal de la utilidad. Los problemas con este modelo, se puede analizar con este modelo también procesos dinámicos, moviendo las curvas, no obstante es estático, los menciona Alfred Marshall mismo, vea equilibrio a largo plazo y equilibrio a corto plazo.

Los conceptos de Léon Walras y Vilfredo Paretos son inútiles. Ambos analizan MERCADOS DE CAMBIO, o sea la cantidad es fija. El mensaje final del equilibrio general de Léon Walras, una economía está en su equilibrio si el rendimiento marginal monetario de un factor productivo es el mismo en todos los usos y si la utilidad marginal del dinero es el mismo en todos los usos y contiene el concepto del precio natural / precio de mercado de Adam Smith, pero ahí está expresado de manera mucha más clara y sobre todo se puede aplicar este concepto tanto a mercados de cambio como a mercados dinámicos donde se producen productos.

Muy al contrario de lo que se lee por todas partes, la idea de la 'marginalidad' tampoco es un concepto inventado por la economía neoclásica. El concepto de la marginalidad no es ni nuevo, ni original, ni sútil. El concepto de la renta de David Ricardo contiene esta idea y si lo leyemos en el original también la famosa ley de Say contiene la idea.

El concepto más confuso es el equilibrio de Vilfredo Pareto. Se cambia productos por productos, no hay dinero, los cambios pueden ser infinitésimamente pequeños, la cantidad es fija, A y B cambian una cantidad fija y todas las cosas interesantes, la PRODUCCIÓN pasa fuera de la caja.

El libro de Léon Walras se llama Éléments d'économie politique pure, el libro de Vilfredo Pareto se llama Manuale di Economía Política y el de Carl Menger se llama simplemente Volkswirtschaftslehre (economía). Ya los títulos de los libros son erróneos. Deberían llamarse los tres 'Algunas reflexiones teorícas sobre las diferentes posibilidades de definir un equilibrio económico', dado de que no tratan de otra cosa. Tratan en resumidas cuentas de aspectos irrelevantes de un asunto irrelevante.


Tenemos por lo tanto cuatro maneras distintas de describir equilibrios.

a) La primera versión, la de Adam Smith, es la más relevante porque es sobre ella que se basa la escuela austriaca, el neoliberalismo y el ordoliberalismo y es una idea intuitivamente comprensible y la base de una economía de mercado. Si en el debate público se entiende algo concreto por economia de mercado, lo que no es necesariamente el caso, es esto. La idea es fácil de comprender, a pesar de que la mayoría de la gente no capta bien la idea de 'la mano invisible de mercado'. Muestra de ello es, que nisiquiera la cooperación de economistas comprendio que Adam Smith describe un equilibrio general. Hay un equilibrio general si no hay diferencia entre el precio natural, natural porque el rendimiento marginal monetario tanto de los factores productivos como del dinero es el mismo en todos los usos, y el precio de mercado. Lo que distingue Adam Smith de la economía clásica es el hecho de que Adam Smith comprendio la función de los precios como señal. Los preciso son el resultado de procesos dinámicos y la reacción a un cambio de los precios también es un proceso dinámico.

Si por ejemplo el precio del petrol sube es un signo de escasez al cual la economía va a adaptarse, de miles de maneras distintas. Subirá el precio de la gasolina, lo que tendrá el efecto que se construirá coches que gastan menos, se comenzará a ganar gasolina de granos, el biocombustible, se aislará más la casas, se instalará más centros éolicos, se sustituiría los plásticos por bioplásticos etc. etc.. Los efectos no seran un mero cambio de cantidades, sino la invención de nuevas tecnologías, cambios en la organisación, más y más se reciclara la basura, cambio en los costumbres, la gente no va al trabajo con su propio coche sino con el transporte público que a su vez se adaptará a la nueve situación etc. etc. El que cree que en una economía de mercado solo hay una relación entre precio y cantidad no ha comprendido nada, ni el más mínimo, absolutamente nada, del funcionamiento complejo de una economía de mercado. Se puede hablar cinco minutos sobre Léon Walras y Vilfredo Pareto para ilustrar que ideas infantiles alguna gente tiene sobre el funcionamiento de una economía. Pero después se debe discutir sobre los problemas reales que tiene este sistema, porque tan perfectamente como Adam Smith se lo imaginaba no funciona tampoco, como todos sabemos.


b) Tenemos el modelo de Alfred Marshall con la cruz de la curva de la demanda y la curva de la oferta. Este puede ser útil de vez en cuando. Podemos estudiar y visualizar con este modelo los efectos de subvenciones, aranceles, precios mínimos / máximos, demostrar las desventajas de un monopolio y otras cosas mas. Tiene todas las desventejas de un análises estatico, lo que Alfred Marshall no niega, pero para algunas cosas es útil. La producción, ausente en el modelo de Léon Walras y Vilfredo Pareto está presente en este modelo. La curva de la oferta es la agregación de las curvas de los costes marginales de las empresas. En este modelo la adaptación al equilibrio de mercado se pasa tanto por una adaptación del precio como por una adaptación de la cantidad, aunque efectos a largo plazo, dado el carácter estático de este modelo, queda excluído.

c) Las chorradas de Léon Walras que no se basa solamente en un mero mercado de cambio, sino en uno muy raro. En este mercado rarísimo el mercado tiene que ser despejado por completo al final del día, o sea todos los vendedores tienen que haber vendido sus productos y todos los compradores tienen que haber comprado estos productos. Por una razón desconocida los vendedores tienen una idea cuando quieren vender y los compradores en su conjunto tienen una idea cuanto quieren comprar y por un milagro las dos cantidades son iguales, o más bien dicho se exluye la situación de que independientemente del precio los compradores no quieren comprar más. El ajuste del precio se realiza a través de un agente que Léon Walras supone existir en la bolsa, donde de hecho no existe o por lo menos no en la forma como Léon Walras se lo imagina. Lo curioso en la obra de Léon Walras es que en cuanto a los precios de los factores productivos se refiere la cosa es al revés. En este caso los precios son fijos y las cantidades se adaptan, vea mercado de cambio mercado dinámico. Sugiere por lo tanto que procesos de adaptación distintos. De hecho el proceso de adaptación siempre es, si dejamos al lado las situaciones extremas en las cuales sea la demanda sea la oferta son completamente elásticos, el mismo y tanto los precios como las cantidades varian.

d) El modelo de Pareto, al igual que el modelo de Walras, describe un mero mercado de cambio y al igual que en el caso de Léon Walras, incluso uno muy curioso que no existe en la realidad. El análisis de mundos paralelos en general no nos interesa mucho. Se puede crear un montón de escenarios ficticios, cómo sería por ejemplo si los hombres fuesen capaces de hacer fotosintesis como las plantas. Afirma Vilfredo Pareto que ha dado una explicación para la 'mano invisible del mercado' de Adam Smith habiendo comprobado que dos personas solo cambian si por lo menos uno puede mejorar su situación y el otro no empeora la suya. El problema es, que esto es obvio y lo comprende cualquie idiota sin caja de Edgeworth, curvas de indiferencia, tasa de elasticidad, curva de contracto etc.etc.. Si un modelo sirve solamente para introducir cantidad de nociones y para explicar una cosa que ya cualquiera sabe, entonces no es muy útil y un modelo que abstrae de la producción no puede explicar la 'mano invisible de mercado' y al autor diría que gran parte de los estudiantes al final de sus estudios no han comprendido el chiste con los precios como señales de escasez y este concepto es, aunque no muy difícil de comprender tampoco, algo que realmente hay que entender. Repetimos: La caja de Edgeworth pone un gran hincapie en la utilidad marginal. Es la utilidad marginal que explica porque la tasa de sustitución cambia en la medida que un producto es más y más sustituido por otro. El problema es, que este concepto solo vale para alimentos y pocas cosas más. La curva de la demanda de Alfred Marshall vale para dos situaciones distintas. Cuando el precio baja, la gente compra más porque la exigencias a la utilidad de un producto igualmente baja. En este caso la utilidad marginal es relevante. Pero en el caso de que solo se consumo UNA SOLA ENTIDAD de algo, el caso típico, consumimos un solo coche, un solo smartphone, una sola bicicleta etc.. el mecanismo es otro. Cuando el precio de algo baja, la gente lo compra porque los productos compiten. Si una bicicleta brinda 400 entidades de utilidad y un tablet PC 399 entidades y ambos cuestan lo mismo, compramos la bicicleta. Pero si el tablet pc baja de precio de manera que ahorramos tanto dinero que podemos comprarnos algo para 10 entidades de utilidad, compramos el tablet pc. En ambos casos, a corto plazo por lo menos, vea equilibrio a corto plazo y equilibrio a largo plazo, la cantidad aumenta cuando el precio baja y por lo tanto la curva de demanda de Alfred Marshall es correcto en ambos casos. El análises de Vilfredo Pareto describe, aparte de ser completamene irrelevante y escolástico, haciendo un par de suposiciones absurdas, como por ejemplo que se cambia productos por productos, incorrectamente un escenario muy especial, algo que no sirve para analizar problemas concretos.

Vilfredo Pareto dice que no le interesa si sus teorías puedan tener una relevancia práctica o no. La cosa no es así. Vilfredo Pareto simplemene no es capaz de suministrar algo útil. Su ciencia 'pura' es un mero pretexto, similar a lo que encontramos muy a menudo en otros sectores. Dificil de creer que alguien se interesa por los panfletos pseudo científicos paretianos si alguien tiene una teoría que no solo explica la realidad, sino que encima sirve para analizar problemas concretos.

Se menciona ahí y por allá que el concepto de Vilfredo Pareto resulve el problema que el dinero no puede servir para medir la utilidad. Si dos personas gastan diez dólares no significa que la utilidad que les prinda este producto sea la misma. Si un jornaleor compra diez kilos de arroz para diez dólares el saco de arroz le brinda mucha utilidad, porque si no lo puede conseguir muere. Le brinda mucho más utilidad que a un millonario que alimena con el arroz su perro. El 'problema' es, uno muy teórico y sin relevancia alguna, es que la utilidad del dinero también baja si uno tiene mucho. Vilfredo Pareto resuelve este problema abstraendo del dinero. El centesimo undécimo televisor brinda la misma utilidad la duocentésima cuadragésima bicicleta, dado que nosotros consumimos bicicletas como los conejos zanahorias.

Similmente, il concetto del prezzo non è essenziale, e se ne può, sebbene più difficilmente, fare a meno. Ciò è posto assai meglio in luce qui che nel Cours. De manera similar el precio no es decisivo y se puede, aunque se difícil, ignorarlo. Este concepto se destaca más claramente aquí [Manuale di Economia] que nel Cours [COURS D'ÉCONOMIE POLITIQUE].

Vilfredo Pareto, Manuale di Economia Politica, Milano 1906, Proemio VI

Su modelo efectivamente no hace una comparación entre dos personas. Dos personas cambián si la tasa de substitución es la misma para ambos, lo que no significa que la utilidad absoluta sea la misma. Dos personas por ejemplo cambían si la tasa de sustitución manzana / ciruela es 1 por 3 para uno y 1 por 4 para el otro. En este caso él último puede dar 3 ciruelas para al primero. Recibe una manzana más y se queda con una ciruela. Esto tendrá dos efectos. El último tiene menos ciruelas por lo cual al utilidad marginal de las ciruela sube y del otro lado tendrá una manzana más, por lo cual la utilidas de las manzanas baja. Probablemente ambos tendrán después una tasa de sustitución de 1 por 3 y no habrá más cambios. Sin embargo esto no significa que la utilidad que les brinda la manzana o la ciruela sea la misma para ambos. Si el primero tenía diez veces más de manzanas y ciruelas que el último la utilidad que le brindan las manzanas y las ciruelas es menor para él que para el otro. Solo la tasa de sustitución es la misma.

De esto la economía de bienestar, que se basa en las ideas de Pareto, deduce que no es posible de hacer una afirmación sobre la distribución optimal. Lo único que se puede decir es que una situación es optimal cuando nadie puede mejorar su situación, sin empeorar la situación del otro. Niega este modelo que es posible de mejorar el bienestar con una redistribución. No se puede mejorar el bienestar de una sociedad transferiendo, por impuestos y transferencias sociales, dinero de los más ricos a los más pobres, porque esto no pega con el criterio de pareto y encima no se sabe, segun esta teoría, si el nivel de utilidad que pierden los ricos está recompensado y superado por el aumento de utilidad de los pobres.

Con esta teoría hay varios problemas. El primer problema con esta teoría es, que nadie la comparte. En todos los estados desarollados el estado cambia la distribución que resultó del mercado. La tasa de impuestos es progresiva. Los que ganan más, pagan más y con este dinero se financia el sistema social.

Segundo no se sabe si sistemas que no modícan la distribución que resultó del mercado serían estables. Si se parte de las experiencias europeas sistemas en las cuales un gran parte de la población vive en la miseria y una pequeña parte no sabe que hacer con su dinero no son estables y sobre todo son incompatibles con una democracía. Dado que la democracía tiende a nivelar, porque la mayoría no va aceptar a vivir eternamente en la misería y va a votar por partidos que propagan una nivelización de los ingresos, no necesariamente igualación, se necesitaría otro sistema si la distribución es muy desigual y los costes de este sistema serían muy altos.

No está nada seguro que Vilfredo Pareto lo ve así, pero hay actividades que solo el estado, o sea la sociedan en su conjunto puede resolver y estas actividades hay que financiarlas. Si Pareto está en contra de cualquier redistribución, entonces se debería gravar por cabeza, independientemente de los ingresos, niños incluídos. Esto sería prácticamente imposible.

Por último su optimo contradice claramente a otra regla general, a la igualdad de oportunidades. Para gran parte de la sociedad sería imposible de ir a la escuela o estudiar. Esto a largo plazo socavaría la base de cualquier estado industrializado.

En resumidas cuentas: Las chorradas de Vilfredo Pareto no sirven para absolutamente nada y cuanto más rapido se tacha sus conceptos de los planes de estudio, mejor.

A esta conclusión llegó finalmente Vilfredo Pareto mismo, porque ha dejado la economía por tener la impresión que no sirve para nada y se dedicó el resto de su vida a la sociología o lo que él comprendió por ello.

El criterio para Léon Walras y Vilfredo Pareto es la vigencia universal de una ley económico y creen que la ecomomía se destaca de las otras ciencias sociales por haber encontrado leyes universales. El problema es, que el mero hecho que son universales no basta para comprobar su utilidad.

Incluso en las humanidades, cuyo meta no es formular leyes universales generalmente válidas, sino entender un fenómeno en su individualidad, se puede formular un sin fin de leyes universales: "Todos los escritore saben leer y escribir", "Una novela es algo envuelto en una cubierta", "Novelas se puede consumir tanto con los ojos como con los oídos". Todas leyes universales, eternamente válidas, aunque no sirven para nada.

Si queremos ser un poco más filosóficos uno podría incluso preguntarse si una economía de un determinado país no se asemeja más bien a una persona. Algunos aspectos de esta persona se puede estudiar con "leyes" universales. Otros aspectos son muy individuales. Con la obsesión por las leyes universalmente válidas se corre el riesgo de analizar solo los aspectos que estas leyes destacan, que pueden ser muy irrelevantes, y no prestar ninguna atención a las circunstancias individuales, que puede ser decisivos.

Para ilustrarlo con un ejemplo. En todos los libros de macreconomía podemos aprender que la meta de política fiscal expansiva es de aumentar la demanda general, sin distinción entre consumo estatal y inversión estatal, por x y este aumento lleva a un aumento de la renta nacional de y.

Alguna gente está en favor de esta lógica y otra gente en contra, pero ambos abstraen de las circunstacias individuales. Una inversión estatal puede ser por ejemplo rentable, o sea es por ella sola capaz de aniquilar el dinero creado antes, vea balanza de pagos. En determinadas condiciones por ejemplo el estado puede construir casas y esta inversión puede ser por si solo rentable sin contar los efectos secundarios. Un mero consumo estatal, por ejemplo para un aumento de la asistencia social, depende de efectos secundarios, que son difíciles de calcular. (La gente que recibe esta asistencia social, va a comprar cosas. Las empresas que profitan de estas compras, pagan más impuestos, crean trabajo, lo que a su vez reduce la necesidad de la asistencia social etc. etc..)

Es scheint ihn diesem Modell überhaupt keine Rolle zu spielen, für was das Geld ausgegeben wird. Es ist eine rein quantitative Betrachtung. Offensichtlich ist aber, dass es einen Riesenunterschied ausmacht, ob das Geld investiv verwendet wird, also die Leistungsfähigkeit der Wirtschaft erhöht oder rein konsumtiv.

Se aplica el concepto de la política fiscal expansiva, el defict spending, de hecho un concepto keynesiano, como una "ley", sea que se este contra, sea que se esté en favor, abstraendo de las circunstancias individuales concretas. Recibimos por lo tanto frases de tipo "El keynesianismo no funcionó en Grecia y por lo tanto tampoco va a funcionar en Argentina". El problema es que Grecia no es Argentina y Argentina no es Grecia. Si una politica fiscal expansiva funciona o no depende de las circunstancias.

Diría el autor, que gran parte de los problemas de la economía actual y su poca estima en la opinión pública se debe a esto. Pero es su opinión personal.

Sin embargo es bastante obvio, que si se declara, como lo hace Léon Walras y Vilfredo Pareto, que la astronomía y la física son el paradigma metodológico para la economía, se abstrae de las circunstancias individuales sin que se de realmente una prueba, que se pueda abstraer de estas circunstancias individuales

volver al principio de la página ...

Anotaciones:

ES        DE

Originalwerk:
Manuale di economia
politica

Vilfredo Pareto

cuatro definiciones distintas para el equilibrio de mercado

a) El concepto del precio natural de Adam Smith ya incluye un equilibrio de mercado y un máximo de bienestar, dado que el rendimiento marginal moneatario de los factores
productivos es el mismo en todos usos y los ingresos son utilizados de la mejor manera. Incluye también la idea de la marginalidad
b) El concepto de Alfred Marshall es un poco más preciso y permite cierto tipo de análises por introducir el concepto de rentas, elasticiad etc.
c) El análisis de Léon Walras se basa en mer-cados de cambio y abstrae por lo tanto de la parte dinámica de una economía, de la producción.
d) El análisis del equilibrio del mercado de Vilfredo Pareto se basa igualmente en un mercado de cambio.

infos24 GmbH