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3.1. Tasa de provecho

El marxismo satisface las mismas necesidades que la religión y utiliza también los mismos métodos. El fin de cualquier religión es dar esperanza y este fin se logra con toda seguridad si no existe el peligro que la ideología no pega con la realidad.

Del cachivache escolástico en la edad media hay una línea directa al marxismo. Ambos son una realidad sui generis, que existe solo en construcciones verbales y como mero constructor verbal no puede contradecir a la realidad.

La religión, por ejemplo el cristianismo, han perfeccionado este sistema porque no hay ninguna realidad, que puede contradecir al cristianismo. Si Dios está al lado del pueblo Israel y el pueblo Israel gana sus batalles contra los distintos tribu del viejo testamento, el pueblo Israel es el pueblo elegido. Pero si no lo hace es fácil de encontrar un pecado que explica porque Dios en una situación determinada no ayudó al pueble Israel. La existencia de Dios está por lo tanto asegurada en ambos casos y si Dios existe se le puede aplacar. Un problema sería si no se podría aplacarlo porque no existe, pero en este sistema es una opción inexistente.

La tesis de la existencia de Dios es solamente falsificable en el sentido de Karl Popper el día del juicio final, pero hasta que lleguemos ahí dura todavía un poquitín. El cuanto al marxismo se refiere ya tuvo su juicio final, pero debido a los problemas del enemigo de clase vive de momento una pequeña resurrección.

Como teoría económica el marxismos no juega papel alguno y por lo tanto sus conceptos, por ser completamente abstrusos, no forma parte de los planes de estudio y es de subrayar y destacar QUE NISIQUIERA EN CUBA se lo enseña, vea Facultad de Economía. De este deduce el autor que los cubanos no tienen la misma moral de acero que los alemanes. En Alemania se enseñaba el marxismos leninismo y la crisis del capitalismo el día mismo de la caída del muro. Parece que en Cuba se sigue propagando oficialmente el marxismo y que van irremediablemente hasta la victoria, pero ya nadie lo toma en serio. (Dicho sea de paso, un consejo del autor a la facultad de economía en Habana. Las chorradas con micro I y micro-economía avanzada, o sea economía neoclásica, es en gran parte la misma chorrada que el marxismo. No se resuelve los problemas de esta tierra copiando. Cada caso es distinto, hay que reflexionar un poco. ¿Ha llegado el mensaje? Es muy importante no copiar nunca. Nunca, nunca, nunca. Hay que leer el ensayo de Miguel de Unamuno, Mi Religión, vea Mi Religión. Es de crucial importancia que se capte el mensaje. No hay que copiar nunca. Nunca, nunca, nunca.)

El marxismo es interesante como fenómeno psicológico. Incluso si podemos suponer que el tema con las ideologías se ha acabado una vez para siempre, el análisis de la locura es interesante, sobre todo porque analizando la locura total se puede obtener reconocimientos sobre la locura cotidiana. El marxismo es la gran locura, una locura total y analizándola permite de comprender la locura cotidiana o sea la economía neoclásica que no es realmente fatal, sino solamente un desgaste de tiempo y dinero. Entendemos por locura cotidiana también fenómenos como los discursos de los políticos o artículos en los periódicos de cualquier campo ideológico como podemos leerlos cada día.

Ideologías son un fenómenos muy curioso y difícil de comprender y gran parte de los filósofos más conocidos ya se comieron el coco para comprenderlo, Theodor W. Adorno, Hanna Arendt, Karl Popper etc. sin obtener resultados muy concretos.

La caída del muro de Berlín en teoría habría podido ofrecer la posibilidad de estudiar este problema más de cerca, pero se dejó pasar la posibilidad. Había una purificación a nivel de la burocracia, pero no en público. Vamos a volver sobre el tema al hablar de Karl Popper, pero no vamos a comprender las deformaciones psicológicas que causan ideologías, ni en Alemania, ni en Chile, ni en Argentina.

Marx fue capaz de llenar 3000 páginas presentando un concepto súper simple cuyo error ya se encuentra en las primeras 150 páginas y como el fundamento de sus ideas eran ya erróneas, habría podido ahorrarse el resto.

Nos cuenta al principio que el valor de una cosa está determinado por el trabajo incorporado en esta cosa. En cuanto a esto se refiere sigue por lo tanto a las ideas de David Ricardo. Lo que quiere decir es que un medio kilo de café cuestan tanto que 3 kilos de plátanos porque en ambos está incorporado la misma cantidad de trabajo.

Con esta lógica hay dos problemas. El primer problema es que el valor de una cosa también depende de la demanda, vea equilibrio a corto plazo / equilibrio a largo plazo. Abreviando: En una cosa puede haber incorporado cualquier cantidad de trabajo, si nadie la compra, el valor es cero. Esto problema Marx trató de resolverlo con la introducción de su concepto del valor de utilidad lo que significa que dos cosas con el mismo valor de cambio, trabajo incorporado, solo se cambian si ambas cosas también tienen un valor de utilidad, sirven para algo. Pero esto tampoco resuelve su problema, a pesar de que en alguna forma, muy al contrario de David Ricardo, reflexiona un poco sobre la demanda. Si una persona tiene un reloj de pie con 200 horas de trabajo incorporado y el otro una bicicleta que también tiene incorporado 200 horas de trabajo hay dos cosas que tienen un valor de cambio, las horas de trabajo incorporado, y un valor de utilidad, porque ambas cosas sirven para algo. Pero esto no significa que van a cambiar el reloj de pie por la bicicleta o al revés, porque si el de la bicicleta quiere un sillón y el del reloj nuevas ruedas para su coche, no habrá cambia alguno, porque no basta que algo tenga un valor de utilidad. Tiene que se útil para una persona determinada y según sus gustos personales. En cuanto a la demanda se refiere, la apreciación de una cosa es completamente subjetivo.

Dudamos que el concepto de la utilidad marginal sea una invención de la economía neoclásica, vea Economía neoclásica dudamos incluso que es un concepto difícil de comprender. Es más probable que la gente siempre lo sabía. El único que no lo comprende es Karl Marx. Porque si queremos ser más precisos, la cuestión no es si una cosa tiene un valor de utilidad o no. La pregunta es cuánta utilidad tiene una cosa. La gente no va a comprar una cosa por tener esta una utilidad. La va a comprar si tiene más utilidad que otra cosa que puede comprar con la misma cantidad de dinero. Parece que Karl Marx nunca iba a restaurantes. Si hay tres pizzas, una con mozzarella, la otra con atún y la tercera vegetal y las tres cuestan lo mismo, el valor de utilidad es el mismo, pero esto no tiene importancia alguna en esta situación. A parte de Karl Marx, que no podrá decidirse, el resto de los humanos toma la pizza que más le gusta.

El segundo problema es que este concepto supone que el factor trabajo es homogéneo. Es posible que en una torta estén incorporados 20 horas de trabajo y que en un programa de informática están incorporados igualmente 20 horas de trabajo no obstante el precio no va ser el mismo, porque la cualificación no es la misma. Marx hace muchos esfuerzos, vea abajo, para explicarnos que se puede comparar los distintos trabajos, vea abajo, pero esto no va resolver su problema.

El autor no tiene realmente la intención de ayudar a Karl Marx y tratar de resolver sus problemas, pero habría podido argumentar también de otra forma. La suposición de que la utilidad marginal de un factor productivo, por ejemplo el trabajo, es una idea de toda la economía clásica y neoclásica y a largo plazo hay seguramente una TENDENCIA a una igualación del rendimiento marginal. Si por ejemplo un mecánico de coches se da cuenta que un informático gana más dinero que él, tratará de obtener la cualificación necesaria para este trabajo, lo que a su vez tiene, si todos los mecánicos hacen esto, dos efectos. Habrá menos mecánicos y el rendimiento marginal de este tipo de trabajo sube y más informáticos, con el resultado de que el rendimiento marginal de los informáticos baja. Hasta que no hay igualdad habrá, en teoría, mecánicos que se convierten en informáticos. (A muy largo plazo esto sucede realmente. La gente que trabaja el campo por ejemplo se buscan otros trabajos más rentables.) Si se argumenta así se podría realmente decir que todos los trabajos pueden ser comparados entre ellos.

El error en este concepto tenemos un error similar al que comete la economía clásica / neoclásica. El concepto sirve para explicar el proceso hacia la igualación del rendimiento marginal, pero no para explicar el equilibrio, porque el equilibrio es un estado efímero. Lo que nos interesa es el tiempo necesario hasta que el rendimiento marginal sea igualado. Si se igualara en milisegundos como lo supone la economía neoclásica, todo el mundo ganaría lo mismo, lo que obviamente no es el caso.

El caso de Karl Marx es sin embargo más grave, porque Karl Marx supone simplemente que el trabajo es un factor homogéneo desde el principio o sea siempre. Pero si no hay diferencia alguna entre los distintos trabajos entonces el sueldo también es el mismo y si el sueldo es el mismo, es difícil de ver lo que podría motivar a la gente a reaccionar a cambios en la estructura económica y cualificarse para otros trabajos. En Cuba se cree que basta como motivación de pintar unos eslóganes en las paredes y la gente se cualifica para cualquier trabajo.

Karl Marx cree haber resuelto un problema que supuestamente era uno para Adam Smith. El problema que algunas cosas no tienen un valor a pesar de ser muy útiles, agua, aire, y otras que tienen un valor muy grande, a pesar de que no son muy útiles, como los diamantes. Es difícil de ver un gran problema en este hecho. Agua, al menos en Europa, y aire existe todavía en abundancia en comparación a la demanda y diamantes, a pesar de que poca gente los quiere, son escasos en comparación con la demanda. La situación cambia inmediatamente, si el agua es escaso. Lo que quiere decirnos es que el diamante tiene un valor porque se necesita trabajo, para encontrarlo. La verdad es más simple. Cuesta una fortuna desenterrarlo, pero hay gente que están dispuesta a pagar tanto, que vale la pena hacerlo. Así de fácil es.

Para resumir: Para Karl Marx hay un valor de cambio y un valor de utilidad. Es valor de cambio está determinado por el trabajo incorporado. Dos cosas que tienen la misma cantidad de trabajo incorporado, tienen el mismo valor. No es realmente un gran reconocimiento, pero Karl Marx, muy al contrario de David Ricardo, se ha dado cuenta también que una cosa que no sirve para nada no tiene ningún valor, para tener un valor le hace falta también una valor de utilidad, o sea servir para algo.

Los textos de Karl Marx son sin duda alguna los textos más horrorosos que existen. Karl Marx necesita para explicar cosas que se puede decir en una sola frase varias páginas y el resultado es encima completamente abstruso. El valor de utilidad es por ejemplo algo cualitativo, mientras que el valor de cambio es algo cuantitativo. Lo que quiere decirnos es que la ecuación 1 computadora = 3 mesas no vale, porque con tres meses no se puede hacer la misma cosa que con una computadora. ¡Vaya sorpresa! Pero referiendose al valor de cambio se puede decir 1 computadora = 3 mesas, porque para tres mesas se puede, en este ejemplo hipotético, comprar una computadora porque en tres mesas está incorporada la misma cantidad de trabajo que en una computadora.

Con la tesis que solo el trabajo engendra un valor se sostiene o se derrumbe todo el trasto marxista. Como solo el trabajo crea un valor, solo el trabajo crea el valor añadido que permite la acumulación del capital.

[Dicho sea de paso. En un otro contexto se puede decir que solo el trabajo crea valor, lo hace el mismo Keynes, pero la argumentación es distinta. Si el 'capital' es de hecho solo papel imprimido que da derecho a una parte del POTENCIAL productivo y este papel de hecho no cuesta nada, entonces queda solo el trabajo que puede producir algo. Esta manera de ver las cosas es simpática, pero no tiene nada que ver con trasto marxista. No supone que el trabajo sea homogéneo, no supone que el valor de una cosa se desprende del trabajo, no supone una acumulación de capital etc..]

Die einfache Wertform einer Ware ist enthalten in ihrem Wertverhältnis zu einer verschiedenartigen Ware oder im Austauschverhältnis mit derselben. Der Wert der Ware A wird qualitativ ausgedrückt durch die unmittelbare Austauschbarkeit der Ware B mit der Ware A. Er wird quantitativ ausgedrückt durch die Austauschbarkeit eines bestimmten Quantums der Ware B mit dem gegebenen Quantum der Ware A. In andren Worten: Der Wert einer Ware ist selbständig ausgedrückt durch seine Darstellung als "Tauschwert". Wenn es im Eingang dieses Kapitels in der gang und gäben Manier hieß: Die Ware ist Gebrauchswert und Tauschwert, so war dies, genau gesprochen, falsch. Die Ware ist Gebrauchswert oder Gebrauchsgegenstand und "Wert". Sie stellt sich dar als dies Doppelte, was sie ist, sobald ihr Wert eine eigne, von ihrer Naturalform verschiedene Erscheinungsform besitzt, die des Tauschwertes, und sie besitzt diese Form niemals isoliert betrachtet, sondern stets nur im Wert- oder Austauschverhältnis zu einer zweiten, verschiedenartigen Ware. Weiß man das jedoch einmal, so tut jene Sprechweise keinen Harm, sondern dient zur Abkürzung.

aus: Karl Marx, Das Kapital I, 1.Kapitel, Die Ware
La forma simple del valor de una mercancía va implícita en su relación de valor con una mercancía distinta o en la relación de cambio con ésta. El valor de la mercancía A se expresa cualitativamente en la posibilidad de cambiar directamente la mercancía B por la mercancía A. Cuantitativamente, se expresa mediante la posibilidad de cambiar una cantidad determinada de la mercancía B por una determinada cantidad de la mercancía A. 0, dicho en otros términos: el valor de una mercancía se expresa independientemente al representársela como “valor de cambio”. Al comienzo de este capítulo decíamos, siguiendo el lenguaje tradicional: la mercancía es valor de uso y valor de cambio. En rigor, esta afirmación es falsa. La mercancía es valor de uso, objeto útil, y “valor”. A partir del momento en que su valor reviste una forma propia de manifestarse, distinta de su forma natural, la mercancía revela este doble aspecto suyo, pero no reviste jamás aquella forma si la contemplamos aisladamente: para ello, hemos de situarla en una relación de valor o cambio con otra mercancía. Sabiendo esto, aquel modo de expresarse no nos moverá a error y, aunque sea falso, puede usarse en gracia a la brevedad.

traducción: http://www.archivochile.com

La técnica de Karl Marx se asemeja en una cierta manera a técnica de la economía neoclásica, por lo cual podemos aprender que la modelización matemática no es la única forma de presentar una trivialidad de manera que parezca como un gran descubrimiento científico. Lo que quiere decir es idiotamente simple y trivial. Una mercancía tiene dos valores distintos. De una parte tiene que servir para algo, un cuchillo por ejemplo sirve para cortar cosas y de otra parte tiene un valor de cambio, porque se la puede cambiar por otra cosa. Quién se lo habría imaginado? Se puede por lo tanto comparar una cosa con la otra de manera cualitativa, en este caso se compara si dos cosas sirven para la misma cosa, y se puede comparar dos cosas de manera cuantitativa, en este caso tienen el mismo valor de cambio. Una cuchara y un cuchillo por ejemplo se distinguen de manera cualitativa, solo con el primero se puede comer una sopa, pero no se distinguen de manera cuantitativa. Si una persona normal contara chorradas de este tipo se la metería en un manicomio. Pero en estados totalitarios puede ocurrir que todo el mundo cuenta chorradas de este tipo y entonces chorradas se convierten en ciencia pura. El caso de Karl Marx es un extremo, pero el caso de Vilfredo Pareto que encontramos hoy en día en todos los libros de texto sobre economía de hecho no es tan distinto.

Con la forma simple del valor quiere decir que el concepto 1 computadora = 3 mesas puede ser extinguido a 1 computadora = 3 mesas = 100 Kg. de plátanos = 80 bañadores etc.etc. El valor de cambio se puede por lo tanto definir en relación a un sin fin de productos.

Para explicarnos esto ha gastado 75 páginas, a pesar de que una frase habría bastado. Con todo este trasto tenemos dos problemas. El primer problema es que está escrito de manera horrible. El segundo problema es, que el concepto no tiene nada que ver con la realidad. Su una hora de trabajo es la escala, entonces todas las horas de trabajo tienen que ser iguales, porque en esto consiste la función de una escala. Se media las cosas en relación con una cosa fija, la escala, sea esta un metro, kilogramos, calorías, watts o lo que sea. Pero si el trabajo siempre es el mismo, porque se la paga de manera distinta, porque el empresario está dispuesto y tiene que pagarla de manera distinta. En esto se distingue de David Ricardo. La teoría de David Ricardo es igual de idiota, pero por lo menos da una razón que en determinadas condiciones puede eventualmente tener un grano de verdad. Si la oferta de trabajo, gente que QUIERE trabajar, es infinita, los empresarios pueden pagar un precio muy bajo, un sueldo que solo y a duras penas basta para sobrevivir. Pero el caso de Karl Marx es más curioso. Karl Marx también parte del principio que los obreros solo reciben el mínimo vital, a pesar de que trabajan hasta que no pueden más y la plusvalía, la diferencia entre el valor que generan y el mínimo vital, lo acumulan los capitalistas. Si partimos de este principio, que es erróneo, dado que la oferta de la mano de obra cualificada no es tan abundante, no necesitamos otra teoría que explique las diferencias entre los distintos tipos de trabajo porque todos reciben el sueldo mínimo y punto.

Parece que Karl Marx se ha dado cuenta, en esto se distingue de David Ricardo y es un avance, aunque sea pequeño, que esto con el mínimo vital no pega bien con la realidad y por lo tanto inventa otra teoría que de hecho, partiendo de sus suposiciones, no hace falta.

Wie nun in der bürgerlichen Gesellschaft ein General oder Bankier eine große, der Mensch schlechthin dagegen eine sehr schäbige Rolle spielt, so steht es auch hier mit der menschlichen Arbeit. Sie ist Verausgabung einfacher Arbeitskraft, die im Durchschnitt jeder gewöhnliche Mensch, ohne besondere Entwicklung, in seinem leiblichen Organismus besitzt. Die einfache Durchschnittsarbeit selbst wechselt zwar in verschiednen Ländern und Kulturepochen ihren Charakter, ist aber in einer vorhandnen Gesellschaft gegeben. Kompliziertere Arbeit gilt nur als potenzierte oder vielmehr multiplizierte einfache Arbeit, so daß ein kleineres Quantum komplizierter Arbeit gleich einem größeren Quantum einfacher Arbeit. Daß diese Reduktion beständig vorgeht, zeigt die Erfahrung. Eine Ware mag das Produkt der kompliziertesten Arbeit sein, ihr Wert setzt sie dem Produkt einfacher Arbeit gleich und stellt daher selbst nur ein bestimmtes Quantum einfacher Arbeit dar.

aus: Karl Marx, Das Kapital I, 1.Kapitel, Die Ware
Ocurre con el trabajo humano, en este respecto, lo que en la sociedad burguesa ocurre con el hombre, que como tal hombre no es apenas nada, pues como se cotiza y representa un gran papel en esa sociedad es como general o como banquero. El trabajo humano es el empleo de esa simple fuerza de trabajo que todo hombre común y corriente, por termino medio, posee en su organismo corpóreo, sin necesidad de una especial educación. El simple trabajo medio cambia, indudablemente, de carácter según los países y la cultura de cada época, pero existe siempre, dentro de una sociedad dada. El trabajo complejo no es más que el trabajo simple potenciado o, mejor dicho, multiplicado: por donde una pequeña cantidad de trabajo complejo puede equivaler a una cantidad grande de trabajo simple. Y la experiencia demuestra que esta reducción de trabajo complejo a trabajo simple es un fenómeno que se da todos los días y a todas horas. Por muy complejo que sea el trabajo a que debe su existencia una mercancía, el valor la equipara enseguida al producto del trabajo simple y como tal valor sólo representa, por tanto, una determinada cantidad de trabajo simple.

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Esto no es un chiste, o mejor dicho, es un chiste, pero uno muy raro, porque durante 50 años esta chorrada fue la doctrina oficial en Alemania del Este yo otros países de este tipo. Dice que " El trabajo complejo no es más que el trabajo simple potenciado o, mejor dicho, multiplicado". ¿Y por qué esto es así? Pues, ¡porque así es! Aunque la lógica es graciosa. Un coche por ejemplo no es otra cosa que una bicicleta potenciada, un árbol no es otra cosa que un arbusto potenciado, el caballo no es otra cosa que una hormiga potenciada. ¿Y por qué esto es así? Pues, ¡porque así es!

Si Karl Marx hubiese seguido la argumentación de David Ricardo, se habría podido decir que en algunas situaciones y a largo plazo la calidad del trabajo, si tomamos como escala el rendimiento marginal, se iguala. Como tendencia esto es incluso correcto y necesario en una economía de mercado, porque si la estructura de la economía cambia, los sueldos tienen que cambiar también, para que haya una adaptación a estos cambios estructurales.

"Y la experiencia demuestra que esta reducción de trabajo complejo a trabajo simple es un fenómeno que se da todos los días y a todas horas." No, así no es, no en absoluto. La experiencia muestra que el trabajo simple está en paro y no queda por lo tanto incorporado en ningún producto y que al trabajo complejo se le ocurre una idea genial, por ejemplo una canción o un algoritmo que resuelve un problema, echado en la playa con la cual produce una cosa para el cual la gente está dispuesta a pagar una fortuna.

Sobre todo Karl Marx no nos dice, como se paga el trabajo simple y el trabajo complejo. ¿Ambos ganan lo mismo independientemente del rendimiento? Leyendo sus texto uno entiende inmediatamente porque este chico nunca ganó dinero y se habría muerto si su amigo Friedrich Engels, que a su vez había heredado una fortuna, no le habría alimentado. Karl Marx habría ido a un empresario y le habría dicho: "Mire, busco un trabajo, pero soy trabajo simple y por lo tanto usted tiene que potenciarme."

Con este método resulta realmente complicado de evaluar el valor de una cosa. Si tenemos un coche, por ejemplo un Mercedes, entonces este Mercedes es 5 veces trabajo complejo (los ingenieros), 3 veces trabajo simple (el conductor de pruebas), 200 veces trabajo simple (los mecánicos que lo montan) etc. etc.. Si la ecuación no funciona, había un error en el factor de potenciación, lo que no es ningún problema, porque Karl Marx es el señor del factor de la potenciación. Pero si Carlos habría debido evaluar el valor de dos apartamentos, por ejemplo porque quiere comprar uno, es muy probable que habría basado su análisis sobre hechos concretos, porque evaluar el valor de una cosa a base del trabajo potenciado y trabajo simple es tan exacto como echar dardos.

El problema de Carlos es que tiene un nudo en el cerebro. Constata correctamente que una cosa puede tener un valor de uso sin tener un valor, o sea sin que alguien haya invertido trabajo. Al igual que para Carl Menger, esto es para él un gran problema, a pesar de que es muy simple. El autor por ejemplo quiere tener una bici con marco de carbono y quiere pagar 200 euros para esto. El problema es que solo quiere pagar 200 euros y nadie lo puede todavía producir para 200 euros. Igualmente quiere vender sus cursos de lenguas para 100 euros, pero nadie está dispuesto a pagarlo. La cosa es por lo tanto muy fácil: Hay una demanda REAL, o sea una compra y una venta, cuando alguien es capaz de producir un producto a un precio que otra persona PUEDE y QUIERE gastar.

Así de fácil es. Lo entiende cualquier idiota a parte de los dos Carlos, el Carlos Menger y el Carlos Marx. A lo mejor tiene que ver algo con el nombre.

Ein Ding kann Gebrauchswert sein, ohne Wert zu sein. Es ist dies der Fall, wenn sein Nutzen für den Menschen nicht durch Arbeit vermittelt ist. So Luft, jungfräulicher Boden, natürliche Wiesen, wildwachsendes Holz usw.

aus: Karl Marx, Das Kapital I, 1.Kapitel, Die Ware
Una cosa puede tener un valor de uso, sin tener un valor. Esto es el caso, si su utilidad para el hombre no se debe al trabajo, como es el caso del aire, del suelo virgen, de prados naturales, de madera salvaje etc.

El hecho que algunas cosas no tienen ningún trabajo incorporado y cuya producción ni siquiera genera costes de algún tipo no cambia la lógica general. Una cosa que solo se puede producir generando gastos, es por su naturaleza escaso y por lo tanto hay que pagar algo para obtenerlo. En la medida que esto costes bajan, son menos escasos y más baratos. Cuanto menos escasos son, tanto menos hay que discriminar o sea excluir alguna gente del consumo. Esto no significa que solo las cosas que generan costes en la producción son escasas. Igualmente puede ser escasas las cosas que solo existen en una cantidad limitada, como por ejemplo cuadros de Matisse. En este caso hay que discriminar, dado que no todo el mundo que los quiere puede obtenerlos. De discriminar por el precio es útil, por dos razones. Primero entonces solo la gente lo compra, que lo aprecia. Si se distribuyera los cuadros de Dégas a través de una lotería, la mayoría de la gente que recibe un Dégas no lo apreciaría. Segundo la distribución de cosas escaces a través del precio es útil porque garantiza que se usa este recurso escaso con cuidado. Si una cosa no es escasa, no tiene sentido alguno de discriminar a través de precios y en este caso tampoco se lo hace.

Su teoría es errónea. No se puede decir que una cosa determinada tiene o no tiene un valor en general, depende de la situación. Si alguien vive al borde de un lago limpio con agua cristalina el agua no tiene ningún valor. En el desierto es carísimo. Un terreno puede tener ningún valor, poco valor s ser carísimo. En el campo en Alemania es relativamente barato, en algunas regiones de África no tiene valor alguno y en el centro de Berlín es carísimo. Esto no tiene nada que ver con los costes necesarios para producirlos y mucho menos con el trabajo incorporado, porque el trabajo incorporado es solamente un determinado tipo de coste. Carlos está completamente despistado y se expondría sus tesis de manera más clara y no tan confusa, todo el mundo lo notaría inmediatamente.



Pero esto no cambia nada a la lógica muy simple. Algunas cosas son escasas, porque hay que producirlos y la producción genera costes o por naturaleza. En ambos casos hay que discriminar y solo lo reciben aquellos que quieren y pueden comprarlo.

Este Carlos tiene el mismo problema que el otro, aunque al revés. El hecho de que las cosas cuestan algo, en el caso de Marx hay solo un tipo de coste, el trabajo, es para Carlos un gran misterio. Carlos supone que esto nadie lo comprende. El hecho que en cuanto al valor se refiere hay una relación entre las cosas, es para Carlos un misterio. Relaciones sociales muy complejas se esconden detrás de las relaciones de los valores de las cosas. Misteriosas y incomprensibles. Una cosa tiene un valor y este valor con el cual uno puede comprarse algo, es tan misterioso para la gente como un fetiche, que por magia tiene un poder incomprensible.

Qué para Carlos el mundo es un gran misterio no lo dudamos ni un segundo. Cuanto más tonto uno es, más misterioso es el mundo, porque no la entiende y si no se entiende que para algunos servicios / productos hay que pagar por otra gente tiene que hacer un esfuerzo para producirlo, entonces el mundo es realmente un gran misterio.

Si el hecho que las cosas tienen un valor es un fetiche el autor lo negaría. Lo que indudablemente es un fetiche es el trasto de los escritos de Carlos. Alguna gente lo venera como se venera en otros continentes los fetiches esperando que por magia la lectura de este trasto les explique el mundo. Probablemente hay mucha gente que toma su manera horrorosa de escribir como signo de ciencia pura y profunda.

Das Geheimnisvolle der Warenform besteht also einfach darin, daß sie den Menschen die gesellschaftlichen Charaktere ihrer eignen Arbeit als gegenständliche Charaktere der Arbeitsprodukte selbst, als gesellschaftliche Natureigenschaften dieser Dinge zurückspiegelt, daher auch das gesellschaftliche Verhältnis der Produzenten zur Gesamtarbeit als ein außer ihnen existierendes gesellschaftliches Verhältnis von Gegenständen. Durch dies Quidproquo werden die Arbeitsprodukte Waren, sinnlich übersinnliche oder gesellschaftliche Dinge. So stellt sich der Lichteindruck eines Dings auf den Sehnerv nicht als subjektiver Reiz des Sehnervs selbst, sondern als gegenständliche Form eines Dings außerhalb des Auges dar. Aber beim Sehen wird wirklich Licht von einem Ding, dem äußeren Gegenstand, auf ein andres Ding, das Auge, geworfen. Es ist ein physisches Verhältnis zwischen physischen Dingen. Dagegen hat die Warenform und das Wertverhältnis der Arbeitsprodukte, worin sie sich darstellt, mit ihrer physischen Natur und den daraus entspringenden dinglichen Beziehungen absolut nichts zu schaffen. Es ist nur das bestimmte gesellschaftliche Verhältnis der Menschen selbst, welches hier für sie die phantasmagorische Form eines Verhältnisses von Dingen annimmt. Um daher eine Analogie zu finden, müssen wir in die Nebelregion der religiösen Welt flüchten. Hier scheinen die Produkte des menschlichen Kopfes mit eignem Leben begabte, untereinander und mit den Menschen in Verhältnis stehende selbständige Gestalten. So in der Warenwelt die Produkte der menschlichen Hand. Dies nenne ich den Fetischismus, der den Arbeitsprodukten anklebt, sobald sie als Waren produziert werden, und der daher von der Warenproduktion unzertrennlich ist.

aus: Karl Marx, Das Kapital I, 1.Kapitel, Die Ware
El carácter misterioso de la forma mercancía estriba, por tanto, pura y simplemente, en que proyecta ante los hombres el carácter social del trabajo de éstos como si fuese un carácter material de los propios productos de su trabajo, un don natural social de estos objetos y como si, por tanto, la relación social que media entre los productores y el trabajo colectivo de la sociedad fuese una relación social establecida entre los mismos objetos, al margen de sus productores. Este quid pro quo es lo que convierte a los productos de trabajo en mercancía, en objetos físicamente metafísicos o en objetos sociales. Es algo así como lo que sucede con la sensación luminosa de un objeto en el nervio visual, que parece como si no fuese una excitación subjetiva del nervio de la vista, sino la forma material de un objeto situado fuera del ojo. Y, sin embargo, en este caso hay realmente un objeto, la cosa exterior, que proyecta luz sobre otro objeto, sobre el ojo. Es una relación física entre objetos físicos. En cambio, la forma mercancía y la relación de valor de los productos del trabajo en que esa forma cobra cuerpo, no tiene absolutamente nada que ver con su carácter físico ni con las relaciones materiales que de este carácter se derivan. Lo que aquí reviste, a los ojos de los hombres, la forma fantasmagórica de una relación entre objetos materiales no es más que una relación social concreta establecida entre los mismos hombres. Por eso, si queremos encontrar una analogía a este fenómeno, tenemos que remontarnos a las regiones nebulosas del mundo de la religión, donde los productos de la mente humana semejan seres dotados de vida propia, de existencia independiente, y relacionados entre sí y con los hombres. Así acontece en el mundo de las mercancías con los productos de la mano del hombre. A esto es a lo que yo llamo el fetichismo bajo el que se presentan los productos del trabajo tan pronto como se crean en forma de mercancías y que es inseparable, por consiguiente, de este modo de producción.

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Diría el autor que textos de este tipo son idóneos como fundamento de una ideología. Por la cantidad de errores que contiene, por ejemplo Charaktere (plural) en vez de Charakter (singular), corregido en la versión española, la sintaxis rara, el carácter repetitivo estos textos son difíciles de leer, a pesar que las ideas con muy simples, aunque erróneas. De esta manera el texto se sustrae a cualquier afirmación concreta y es por lo tanto difícil de criticar. Es fácil con este tipo de texto de insinuar a los estudiantes que muy al final de la carrera comprenderán las verdades profundas del marxismo leninismo y hasta entonces tienen que aprender el trasto a memoria para pasar los exámenes. No se distingue esta forma de proceder de lo que conocemos hoy en día. El óptimo de Pareto es de hecho un concepto que cualquier idiota comprende, a pesar de que es irrelevante para la realidad. Pero sugiere por la cantidad de nociones, tasa de substitución, curva de utilidad, caja de Edegeworth, y por la pinta 'científica' en la cual este concepto es presentado una gran 'profundidad' a pesar de que se trata de una trivialidad.

Hay en la economía tal como se la conoce hoy en día cantidad de costumbres que no corresponden realmente a lo que se conoce como honradez intelectual. No se copia de una manera que el significado de lo copiado es tergiversado, vea Alfred Marshall. No se subsume autores muy distintos bajo una misma categoría eliminando todas las diferencias, vea Economía neoclásica. No se canoniza de manera arbitraria y ecléctica conceptos de algunos autores, vea precio natural / precio de mercado. Para evitar todo esto hay en el mundo científico un par de reglas. Por ejemplo que se debe citar el original. Lo que encontramos hoy en día en los libros de textos sobre economía no respecta ninguna de estas reglas. Se reduce el pensamiento complejo de Alfred Marshall a la curva de la demanda y la curva de la oferta, se forma un grupo, economía neoclásica, de autores muy distintos, tan distintos que no tiene nada que ver el uno con el otro. Se omite el concepto del precio natural de Adam Smith, a pesar de que este es bastante útil y expresa de manera simple, más simple que toda la 'revolución marginalista' que no ha ocurrido nunca, y clara el núcleo de una economía de mercado. Si queremos ser generosos podemos decir, que estos son problemas 'académicos'.

Pero la infracción más fuerte contra la honradez intelectual es la estrategia "si no logras a convencerles, trata a confundirles". Y en este caso no es un mero problema 'académico'. Aquí tenemos un problema ideológico.

Supone Karl Marx haber sido el primero a descubrir el real valor de las cosas. Las mercancías tienen por lo tanto una fuerza interior, el valor de cambio, que no se ve, que es algo metafísico, pero en lo que se espejan las relaciones sociales. Este misterio es todavía más misterioso que el procesamiento de las ondas de la luz por el ojo humano, porque en este caso, en esto consiste el misterio, hay dos cuerpos, el cuerpo que emita la luz y el ojo que recoge las ondas. Esto es muy distinto a lo que pasa en el caso de las mercancías, porque el misterio, el hecho que están relacionados entre si por el valor de cambio, no se ve. Diría el autor que a Carlos le faltan un par de tornillos.

Es de suponer que Carlos era el único que descubrió este misterio, porque un misterio inexistente solo difícilmente puede ser descubierto. Desde un punto de vista comercial el valor de un cosa se calcula con un cálculo de costes depende del sector de la economía y depende del fin del cálculo. Se incluye los costes fijos, si se quiere calcular las ganancias, o se los excluye, cuando no se los puede suprimir y por lo tanto no tienen importancia para una decisión determinada. Se atribuye los costes fijos a un producto, un grupo de producto o la empresa en general, depende de la situación. Este tipo de cálculo puede ser complicado y únicamente realizable con el apoyo de computadoras, pero un misterio solo era para Carlos.


De la teoría del valor, o sea de la idea que el valor de una mercancía está determinado por la cantidad de trabajo incorporado se basta todo el marxismo y las "leyes objetivas" del socialismo. Pero como esta idea no tiene ni rabo ni cabo, podríamos ahorrarnos las 3000 páginas que quedan.

Recién en el tercer tomo Carlos se dará cuenta que su teoría está errónea y dirá exactamente el contrario de lo que había dicho antes. Pero en los primeros dos tomos nos contará en miles de versiones que el valor de una cosa depende exclusivamente del trabajo incorporado. La demanda no juega papel alguno. Aunque con el valor de uso reconoce que una cosa que no sirve para nada puede tener cualquier cantidad de trabajo incorporado, pero lo que no acepta en absoluto es el hecho que decisivo para una cosa es la escasez. El mero hecho que una manzana y una pera tienen incorporados la misma cantidad de trabajo, no significa que tienen el mismo valor. De momento hay pocas peras y muchas manzanas, pero las peras son más caras (en Alemania). Si por una razón el consumo de la manzanas aumenta, puede ocurrir, al menos a corto plazo, que las manzanas son más caras que las peras. El mero hecho que algo es útil, no determina el valor y mucho menos el valor está determinado por el trabajo incorporado.

Andrerseits müssen sie sich als Gebrauchswert bewähren, bevor sie sich als valore realisieren können. Denn die auf sie verausgabte menschliche Arbeit zählt nur, soweit sie in einer für andre nützlichen Form verausgabt ist. Ob sie andren nützlich, ihr Produkt daher fremde Bedürfnisse befriedigt, kann aber nur ihr Austausch beweisen.

aus: Karl Marx, Das Kapital I, 2.Kapitel, Der Austauschprozess
Del otro lado tienen que mostrarse útil en cuanto al valor de uso se refiere, porque el trabajo humano invertido solo cuenta, si en invertido de manera útil. Pero si son útiles, el producto es capaz de satisfacer necesidades ajenas, solo puede ser comprobado por el cambio.

 

La noticia, que una cosa solo tiene un valor si para algo sirve normalmente no se debe mencionarlo, pero en cuanto a los marxistas se refiere, hay decirlo. Esta gente es capaz de producir algo, con mucho trabajo incorporado, cuanta más mejor, porque entonces el valor es más alto, sin que esto sirve para algo.

Esta discusión hace pensar al autor en los años 90, inmediatamente después de la caída del muro. En este entonces daba clases, por un tiempo breve, de cálculo comercial en cursos financiados por el instituto de trabajo para mejorar las posibilidades de la gente de mejorar sus posibilidades en el mercado laboral. Esta gente siempre se quejaba de que trabajaron mucho y ganaron poco. El problema es, que la relación entre las horas de trabajo y el resultado es irrelevante. Relevante es únicamente el resultado. Hay que producir cosas para las cuales la gente está dispuesto a pagar. Lo que realmente hicieron, para dar un ejemplo, es producir pan que nadie quería con el resultado que el precio del pan era más bajo que el precio de maíz con el resultado que Alemania del Este era el único país de la tierra donde se alimentaba los puercos con pan, a pesar de que, esto lo supone el autor, los puercos prefieren maíz. En resumidas cuentas: Desde un punto de vista práctico, las ideas de Carlos son divertidas.

En este párrafo también tenemos un ejemplo para la manera abstrusa de expresarse que tiene Carlos: "Del otro lado tienen que mostrarse útil [bewähren = acreditarse] en cuanto al valor de uso se refiere". Las mercancías simplemente tienen que tener un valor lo suficientemente alto, para que la gente compra esta mercancía y no otra. La gente tiene un determinada cantidad de dinero y gasta su dinero de manera que maximizan su bienestar. Los melocotones y las cerezas son útiles, pero alguna gente prefiere melocotones y otra cerezas y aunque el precio por kilo sea el mismo, siempre habrá algunos que compran melocotones y otros que compran cerezas.

Si el autor ha dicho en los capítulos anteriores que el concepto de la utilidad marginal es tan simple que cualquier idiota la comprende, vemos aquí que hay una excepción. A Carlos no le entra en la cabeza. Carlos siempre compra cualquier cosa que es útil. El hecho que una cosa le es más útil que otra, no le interesa. Basta que sea útil. Para decir la verdad. No sabemos lo que hizo Carlos en la vida cotidiana, pero parece que era una persona un poco rara.

Antes de que nos enteremos como las leyes objetivas del marxismo leninismo llevan con toda seguridad a una situación en la cual el capitalismo y los capitalistas caen como un fruto maduro del árbol y los obreros guiados por el partido marxista leninista se apoderan del estado hay que aclarar todavía como la mercancías se convierten en dinero.

Tememos lo peor a pesar de que sabemos que será todavía peor. Carlos sufrió de una psicosis de trabajo. Al igual que un psicótico ve detrás de cada cortina movida por el viento un asesino, Carlos ve por todas partes una confirmación para su teoría sobre el valor.

Der Geldkristall ist ein notwendiges Produkt des Austausch-prozesses, worin verschiedenartige Arbeitsprodukte einander tatsächlich gleichgesetzt und daher tatsächlich in Waren verwandelt werden. Die historische Ausweitung und Vertiefung des Austausches entwickelt den in der Warennatur schlummernden Gegensatz von Gebrauchswert und Wert. Das Bedürfnis, diesen Gegensatz für den Verkehr äußerlich darzustellen, treibt zu einer selbständigen Form des Warenwerts und ruht und rastet nicht, bis sie endgültig erzielt ist durch die Verdopplung der Ware in Ware und Geld. In demselben Maße daher, worin sich die Verwandlung der Arbeitsprodukte in Waren, vollzieht sich die Verwandlung von Ware in Geld.

aus: Karl Marx, Das Kapital I, 2.Kapitel, Der Austauschprozess
La cristalización del dinero es un producto necesario del proceso de cambio, en el que se equiparan entre sí de un modo efectivo diversos productos del trabajo, convirtiéndose con ello, real y ver
verdaderamente, en mercancías. A medida que se desarrolla y ahonda históricamente, el cambio acentúa la antítesis de valor de uso y valor latente en la naturaleza propia de la mercancía. La necesidad de que esta antítesis tome cuerpo al exterior dentro del comercio, empuja al valor de las mercancías a revestir una forma independiente y no ceja ni descansa hasta que, por último, lo consigue mediante el desdoblamiento de la mercancía en mercancía y dinero. Por eso, a la par que los productos del trabajo se convierten en mercancías, se opera la transformación de la mercancía en dinero.

Lo que quiere decir es muy simple, aunque completamente erróneo, a pesar de que su escritura rara hace pensar que se trata de algo muy sutil. Supone que el valor de una mercancía está definido en relación a otras mercancías y estas relaciones a su vez son el resultado de la cantidad de trabajo incorporado. Lo que quiere decir es, si tres manzanas cuestan lo mismo que un bolígrafo es por el hecho de que se necesita tanto trabajo para producir un bolígrafo que se necesita para producir tres manzanas y por lo tanto tres manzanas cuestan tanto, digamos un dólar, que tres manzanas.

El problema es que ya su teoría de base, que el valor de una cosa está determinada por el trabajo incorporado es errónea y por lo tanto todo lo que se basa sobre esta teoría es erróneo también y fatalmente erróneo, dicho sea de paso, porque si el valor de una cosa fuese determinado por el trabajo incorporado, previsto que tenga un valor de uso vagamente definido, no se sabría qué producir. Si la preferencia por las manzanas aumenta, el precio sube si no aumenta inmediatamente la oferta, porque alguna gente estaría dispuesta a pagar más y los otros, que no están dispuestos a pagar más o no pueden pagar más se quedarían sin manzanas. Pero este mecanismo es útil. Porque con precios más altos habrá algunos trabajadores de la fábrica de bolígrafos, los que tienen tierra, comenzarán a producir manzanas, con el resultado que el precio de las manzanas baja nuevamente. (El ejemplo puede parecer un poco grotesco, pero no lo es. En el sur de Alemania por ejemplo hay pocos agricultores a tiempo completo. La mayoría trabaja en fábricas y es ahí donde se ganan la vida y la agricultura la hacen como un "hobby". Pero si por una razón cualquiera, por ejemplo porque Polonia comienza a exportar su leche a Rusia y no a Alemania, recomenzarían con la agricultura, porque entonces sería rentable.)

La teoría de Carlos, mejor dicho la no comprensión completa del funcionamiento de una economía de mercado tiene consecuencias fatales en la práctica. El trabajo "incorporado" en un pantalón negro o azul es el mismo, pero puede ocurrir que la gente quiere pantalones azules y no negros. Pero como en economías planificadas el precio es fijo y se basa en cálculos raros sobre trabajo "incorporado", lo precios no cambian. Esto tiene el resultado que no se puede interpretar el resultado del mercado. Si al final se quedan con sus pantalones porque nadie quiere comprarlos, puede ser que el mercado en general fue saciado o que la gente no quería este tipo de pantalones. La única manera de saber lo que pasa es estudiar los efectos secundarios. En el caso de Alemania del Este por ejemplo el hecho que la gente estaba dispuesta a pagar una fortuna para vaqueros, que algunos alemanes del este podían conseguirse por parientes en el oeste o que la gente comenzaba a hacerse la ropa ella misma.

En resumidas cuentas: La producción no puede adaptarse a la demanda si sistemáticamente se ignora esta demanda. Los costes, de hecho el trabajo es nada más que un determinado tipo de coste, no permite de controlar la producción. Si se lleva la lógica de Carlos a su extremo, se puede decir que según Carlos cuanto más ineficaz es la producción, tanto más vale el producto. Con un sistema así obviamente se llega también fácilmente al empleo pleno, lo que era el caso en Alemania del Este. Cuanto había gente que no tenían nada que hacer, se les mandaba a una empresa y si esta empresa les necesitaba daba igual. Emplearon más gente y el valor de sus mercancías aumentaba, por lo menos en teoría.

En la teoría de Carlos el valor monetario de una cosa está, dado que depende del trabajo incorporado, es fijo y no puede cambiar y por lo tanto el valor de una mercancía en relación a otra mercancía también es fija. De hecho los valores de una mercancía en relación a las otras mercancías cambia cada rato, según el desarrollo de los costes y de la demanda, vea equilibrio a corto plazo y equilibrio a largo plazo y el valor monetario refleja estos cambios. La gente tiene una determinada cantidad de dinero y la gasta de manera que optimiza su bienestar. Posiblemente gastan más en algo cuando sus preferencias por algo aumenta, lo que a su vez influye sobre la producción, pero igualmente es posible que un avance tecnológico baja el precio de algo y por lo tanto se atractivo para alguna gente de comprar este producto envés de otro, porque al bajar el precio se hace atractivo. Si un smartphone brinda 100 entidades de utilidad y una bicicleta 110 y ambos cuestan los mismo, digamos 400 dólares, la gente va a comprar una bicicleta. Pero si el precio del smartphone baja a 200 dólares van a comprarse un smartphone y para los 200 dólares que ahorraron una bicicleta de segunda mano que les brinda 50 entidades de utilidad más. Pero esta situación tampoco va a estar estable, porque tendrá a su vez otros efectos.

Las relaciones monetarias son muy complejas y de hecho no incomprensibles y aprendemos estas relaciones más por costumbre que reflexionando, vea Joseph Schumpeter. Lo complejo que son estas relaciones lo notamos cuando estamos en un país con una moneda diferente. Si compramos algo en este país, tratamos de calcular a qué corresponde el precio en la moneda extranjera en la que conocemos, porque en "nuestra" moneda conocemos el valor de manera absoluta. Un europea sabe lo que es un euro, no necesita calcular lo que se puede comprar por un euro, y un americano sabe lo que es un dólar, pero ambos no saben lo que son 800 pesos chilenos. Un europeo tiene que convertir los 800 pesos en euros para saber lo que es y incluso después haber vivido un mes en Chile y después haber comprado cantidad de cosas, va a hacer este cálculo, porque solo en "su" moneda tiene una idea lo que es.

Normalmente no se nota que las relaciones monetarias entre las distintas mercancías son un fenómeno muy complejo. Solo cuando hay un cambio de moneda, por ejemplo la introducción del euro, se nota que por mucho tiempo la gente convierte mentalmente la moneda nueva en la moneda vieja.

Un europeo sabe cuánto son 1000 euros, de manera absoluta, sin reflexionar cuánto se podría comprar por 1000 euros a pesar de que no está muy claro porque lo sabe. A lo mejor lo sabe, porque lo compara inconscientemente con lo que gana.

De cualquier forma el trabajo incorporado no juega ningún papel. Si tenemos que pagar una determinado suma en Reais para poder poner nuestra toalla en la playa de Copacabana queremos saber cuánto es y si no somos brasileños, lo vamos a calcular a qué corresponde este suma en Reais en "nuestra" moneda nacional. La cantidad de trabajo incorporado en estos 2 m 2 no nos interesa, porque no hay ningún trabajo sepultado en la playa de Copacabana, pero el terreno es escaso ahí y si un policía en Perú nos impone una multa por haber aparcado mal, no podremos refutar pagarla con el argumento que no hay trabajo sepultado en este trozo de tierra. Karl Marx tendrá pagar la multa, aunque le parezca ilógico.

La parte graciosa del marxismo es que permite a cualquiera de ser capitalista, vamos a explicar en lo que sigue como esto funciona. En el capitalismo cualquier cosa se convierte en dinero y el valor de una cosa está determinado por las leyes objetivas universalmente válidas del socialismo bajo el régimen del partido marxista leninista. El valor de una cosa está determinado por el trabajo incorporado y finalmente el capitalista tendrá una cantidad de dinero en la mano que corresponde a la cantidad de trabajo incorporado. Dado que el empresario tiene que ganar dinero y vivir de algo, en esto se revela todo su carácter mezquino y perverso y como esta ganancia no tiene nada que con la eficacia con la que trabaja y con la estructura de los costes y como la demanda no juega ningún papel, pasta que una mercancía tenga un poco de valor de uso, uno podría preguntarse como este funciona. Esto es muy fácil y cualquiera lo puede. Todos podemos ser capitalistas como vamos a ver en seguida. El problema podría por lo tanto igualmente resolverse si todos se convierten en capitalistas, lo que, según lo que aprendemos en El Capital de Carlos, algo muy fácil.

Tomamos una persona en pare. Esta necesita 1000 euros al mes para sobrevivir, para 'reproducir' su fuerza de trabajo como dice Carlos, o sea para comprarse las cosas que se necesita. Para conseguirse estos 1000 euros necesitaría solamente trabajar 100 horas al mes, pero como buenos capitalista le hacemos trabajar 160 horas, pero solo le pagamos 1000 euros. Quiere decir que recibe 1000 euros, pero ha producido mercancías con un valor de 1600 horas. Las 600 euros son la plusvalía que nos metemos en el bolsillo. Et voilà.

A partir de este momento somos capitalistas también. Mientras nuestro obrero no entiende que lo estamos explotando y mientras no se le ocurre a hacerse capitalista él mismo, este sistema función perfectamente. Para hacerse rico basta de tomar la decisión heroica de ser capitalista. Obviamente no vamos a emplear un obrero muerto, esto no nos sirve, como dice Karl Marx.

Der Wert der Arbeitskraft, gleich dem jeder anderen Ware, ist bestimmt durch die zur Produktion, also auch Reproduktion, dieses spezifischen Artikels notwendige Arbeitszeit. So sie Wert, repräsentiert die Arbeitskraft selbst nur ein bestimmtes Quantum in ihr vergegenständlichter gesellschaftlicher Durchschnittsarbeit. Die Arbeitskraft existiert nur als Anlage des lebendigen Individuums.

aus: Karl Marx, Das Kapital I, 2.Kapitel, 3.Kauf und Verkauf der Arbeitskraft
El valor del trabajo, al igual que el valor de cualquier otra mercancía, está determinado por el tiempo de trabajo necesario para la producción, también reproducción. En cuanto es valor el trabajo solo representa una determinada cantidad de trabajo incorporada en ella. El trabajo como potencial solo existe en el individuo vivo.

Bueno saberlo, sin Carlos nuestra carrera habría terminado pronto, porque sin Carlos habríamos empleado un obrero muerto, esperando que produzca algo. Desde el punto de vista empresarial un obrero muerto tiene la ventaja de no costar nada y la desventaja que no es muy productivo. Gracias a Marx lo vemos ahora más claramente. Para que sea más claro todavía y para que lo comprendamos Carlos precisa.

Der Eigentümer der Arbeitskraft ist sterblich.

ebenda
El dueño del trabajo potencial es mortal.

Bueno saberlo. Nunca hay que emplear obreros muertos y siempre hay que tomar en cuenta que son mortales.

La calidad del trabajo podría ser un problema si no recibimos la cantidad de trabajo cualificado necesario para producir algo que la gente compra, pero este problema está resuelto. Primero un trabajo complejo no es otra cosa que un trabajo simple multiplicado por el factor de potencialización y como somos capitalistas, tomamos trabajo simple y lo potenciamos a nuestro gusto y segundo la demanda no juega ningún papel. Producimos algo, en el mejor de los casos con el máximo de obreros para incrementar el trabajo incorporado y por lo tanto el valor, que tenga un cambio de uso, basta que no sea algo completamente inútil, y ya está.

El problema que no recibimos la gente que necesitamos no existe. Carlos nos enseña que la producción de la mano de obra cualificada cuesta, pero de hecho no tanto y si no encontramos mano de obra cualificada, potenciamos el trabajo simple o producimos lo que se puede producir con este trabajo simple.

Um die allgemein menschliche Natur so zu modifizieren, daß sie Geschick und Fertigkeit in einem bestimmten Arbeitszweig erlangt, entwickelte und spezifische Arbeitskraft wird, bedarf es einer bestimmten Ausbildung oder Erziehung, welche ihrerseits eine größere oder geringere Summe von Warenäquivalenten kostet. Je nach dem mehr oder minder vermittelten Charakter der Arbeitskraft sind ihre Ausbildungskosten verschieden. Diese Erlernungskosten, verschwindend klein für die gewöhnliche Arbeitskraft, gehn also ein in den Umkreis der zu ihrer Produktion verausgabten Werte.

aus: Karl Marx, Das Kapital I, 2.Kapitel, 3.Kauf und Verkauf der Arbeitskraft
Para modificar la naturaleza humana de manera que adquiere la destreza y la habilidad necesarias en un determinado sector de trabajo y para que desarrolle un potencial de trabajo especializado hace falta una determinada formación o educación que a su vez cuesta un suma equivalente más grande o pequeña de mercancías. Dependiente del carácter más o menos transmitido del potencial del trabajo los costes de la formación difieren. Estos costes de aprendizaje, muy pequeños para el trabajo simple, forman por lo tanto parte del círculo de los valores invertidos en la producción de las mercancías.

¡Puh! Bueno saberlo. Los costes de formación son bajos en cuanto al trabajo simple se refiere y dado que con el trabajo simple también podemos producir algo que tenga un valor de uso, basta que no sea completamente inútil, vamos a vender todo lo que producimos como pan. Si la formación del trabajo cualificado costara una fortuna, estaríamos realmente jodidos como capitalistas. Entonces tendríamos el problema que de una parte necesitamos la mano de obra cualificada, algo más bien caro y por lo tanto escaso, y tenemos que por lo tanto producirlo, de otra parte esta gente podría exigir que se les da la plusvalía si no se van a trabajar para otra empresa.

Podría uno decir, que para emplear obreros hay que tener dinero. Pero esto no es el caso. Como buenos capitalistas les pagamos después de que hayan terminado el trabajo y después de que nosotros hayamos vendido los productos. Dicho de otra manera, un buen capitalista no necesita capital para empezar su carrera de capitalista.

In allen Ländern kapitalistischer Produktionsweise wird die Arbeitskraft erst gezahlt, nachdem sie bereits während des im Kaufkontrakt festgesetzten Termins funktioniert hat, z.B. am Ende jeder Woche. Überall schießt daher der Arbeiter dem Kapitalisten den Gebrauchswert der Arbeitskraft vor; er läßt sie vom Käufer konsumieren, bevor er ihren Preis erhält, überall kreditiert daher der Arbeiter den Kapitalisten.

op.cit.
En todos los países de una producción capitalista se paga el trabajo solamente después de que haya funcionado durante el tiempo fijado en el contrato de compra, o sea al final de cada semana. Por todas partes el obrero presta por lo tanto al capitalista el valor de uso de su potencial de trabajo; lo deja consumir por el comprador antes de recibir su precio y por lo tanto por todas partes el obrero da un crédito al capitalista.

Como somos unos capitalistas ultra perversos vamos a pagar para la reproducción del potencial de trabajo solo al final. Esto es posible. Carlos lo dijo.

Lo que complica un poco nuestra carrera como capitalista es el hecho que no tenemos capital, o sea ni capital constante C, plantas y máquinas, materiales crudos, ni capital variable para emplear obreros que después exprimimos como limones. Lo último no es ningún problema, vea arriba. Pagamos al final.

Carlos no dice cuánto tiene que ser C. Suponemos que basta una computadora y esta la sacamos del sótano, una que tenemos ahí. Delante de esta computadora vamos a poner un obrero, que nos va a dar un trabajo simple que potenciamos cuanto hace falta. Este nos va a programa un app para el smartphone, que da informaciones turísticas sobre el alrededor donde uno está. De donde proviene el nombre da calle (Avenida Francisco Goya por ejemplo), sobre la historia de la calle, monumentos que está cerca, ofrece propuestas para seguir el paseo turístico etc.. Esta app la vendemos a través de iTunes y los android shops. Esto nos brinda 2000 euros al mes. (Esto es seguro, dice Carlos, porque la demanda no juega un gran papel, basta que tenga un cierto valor de uso.)

Esto nos produce una plusvalía según esta fórmula.


C = c + v (capital = capital constante + capital variable)

Dies vorausgesetzt, kehren wir zurück zur Formel C = c + v, die sich in C' = c + v + m
und eben dadurch C in C' verwandelt. Man weiß, daß der valor des konstanten Kapitals im Produkt nur wieder erscheint.

Karl Marx, Das Kapital I, 3.Kapitel, 7. 1. Der Exploitationsgrad der Arbeitskraft
Suponiendo esto volvemos a la formula C = c + v, que se convierte en C'= c + v + m y por lo tanto C en C'. Se sabe que el valor del capital constante solo reaparece solamente en producto.

El hecho que C, o sea el capital invertido en las plantas y en la máquinas solo reaparece en el producto, o sea con cada producto vendido una parte de los costes es por el capital constante. Si la máquina esta amortizada, se puede por lo tanto comprar una nueva. Esto es obvio. Como la demanda no juega papel alguno, previsto que tiene un poquito de valor de uso, está asegurado que las inversiones sean rentables. La posibilidad de que una empresa va en quiebra es por lo tanto completamente imposible. Por lo menos esto es lo que dice Carlos.

Digamos que nuestra computadora ha costado 720 euros. (Lo que evidentemente es ficticio, es el valor que vamos a declarar a haciendas). C es todo el capital, o sea luz, deducción para la computadora, acceso al Internet etc. y el sueldo para nuestro programador (trabajo simple que hemos potenciado).

Vamos a hacer un cálculo para un mes. Digamos que c, o sea el capital constante, es 20 euros deducción ((720:3)/12, deducción de la computadora en tres años), 25 euros para el acceso al Internet, 30 euros luz. 1000 euros recibe el programador lo que corresponde a v. Aparte de v los gastos solamente reaparecen, una plusvalía está únicamente en c. La computadora solo se amortiza en tres años cuando está amortizado, los costes para el acceso a la red y la luz inmediatamente. Por lo tanto recibimos.

pequeño c = 700 + 20 + 25 + 30
pequeño v = 1000
m = 2000 - 1000 = 1000
y por lo tanto C = c + v ==> 1775 = 775 + 1000
y C' = c + v + m ==> 2775 = 775 + 1000 + 1000

Y con esto se terminó la historia. Si ninguna cualificación propia y sin capital nos hemos convertido en capitalistas. Hemos producido una plusvalía de 2000 euros. (La plusvalía deriva del hecho que en app esta incorporado mucho más trabajo de lo que nosotros pagamos a nuestro factor de trabajo simple, o sea nuestro programador. No tiene nada que ver con la demanda. El hecho que el trabajo incorporado en nuestro app es el mismo si se baja nuestro app un millón de veces y solo cien veces no tiene ninguna importancia.)

En resumidas cuentas. A nuestro Carlos le faltaron un par de tornillos. De esto deducimos que el marxismo no es una crítica del capitalismo, es un elogio. Cualquier idiota puede hacerse capitalista y si todos son capitalistas el problema está definitivamente resuelto.

Esta 'teoría' es todo vea peor que las teorías de David Ricardo, que por lo menos de vez en cuando contienen un grano de verdad. Con David Ricardo comparte la idea de que el 'capitalista' no tiene que pagar más que el mínimo vital, dado que la oferta de trabajo (gente que quiere trabajar) es abundante y que lo que produce el obrero vale más de los que cuesta para mantenerlo vivo. Igualmente comparte con David Ricardo la idea que solo el trabajo crea valor y que el trabajo es un factor homogéneo. Con toda la economía clásica / neoclásica comparte igualmente la idea de que una inversión requiere un ahorro / una acumulación previa y para ambos, David Ricardo y Karl Marx, la demanda no juega ningún papel en la determinación del valor de algo. Todas esta suposiciones son completamente erróneas y surrealista, como lo demuestra el ejemplo arriba. No es tan fácil hacerse capitalista como la teoría de Karl Marx lo supone.

En resumidas cuentas: Los mecanismos centrales de una economía de mercado hay que comprenderlos. Hay que enteder los conceptos de Adam Smith y Alfred Marshall. Esto conceptos Keynes no los cuestiona. Lo que cuestiona es el concepto del ahorro, del interés y del dinero. De momento, seguimos en el añ0 2014, se puede leer diariamente que el 'capitalismo' no funciona, sin que se precisa exactamente qué se entiende por capitalismo y se tiende a confundir todo con todo. Se puede criticar el 'capitalismo' a niveles distintos. Una crítica desde un perspectiva sociológica sería decir que un sistema que se basa en la competencia tiende a transformar la gente en meros objetos, vea Theodor Adorno. Se puede criticar que le falta una visión, vea Ernst Bloch. Y se lo puede criticar igualmente desde una perspectiva meramente económica, vea John Maynard Keynes. A críticas de este tipo se puede responder que la alternativa sería una intervención del estado con la cual se corre el riesgo de restringir la libertad personal, vea John Stuart Mill y Friedrich Hayek. Los conceptos de todas estas tendencias hay que tomarlas en serio y tratar de encontrar un compromiso. Una crítica global del 'capitalismo' no nos sirve para nada y mucho menos un trasto confuso, absurdo y ilógico como los textos de Carlos.

Carlos distingue entre la plusvalía y la tasa de provecho. La plusvalía es aquel que el capitalista exprime del obrero haciéndole trabajar más tiempo de lo que sería necesario para la "reproducción" de su trabajo. El concepto de la "reproducción" del trabajo es trasto puro. La verdad es que le paga solo el mínimo vita. El trasto con la "reproducción del trabajo" no aporta nada nuevo. El concepto es un poco simplista en ambas versiones, porque surgiere que el 'capitalista' está en una situación muy fuerte, lo que en muchas parte de la economía no es el caso hoy en día y no era el caso en los tiempos de Karl Marx.

Algo como el 'proletariado' tampoco existe, por lo menos no existe en economías avanzadas, porque no existe algo como el trabajo simple que se potencia en trabajo complejo. El peluquero con peluquería propia es un empresario, pero gana menos que un obrero que trabaja para Volkswagen. Un médico empleado en un hospital no se puede comparar con un jardinero empleado. Un obrero en una fábrica de textiles gana menos que un obrero que trabaja en la industria metalúrgica.

Con el trabajo simple o con un trabajo que se adquiere después de una formación breve, el 'capitaliza' no gana nada. Este tipo de trabajo existe realmente en abundancia, se lo puede importar en cualquier cantidad, pero no rinde nada. El 'capitalista', si quiere ganar algo, tiene que invertir, a través de universidades públicas o privadas, en la formación y este tipo de trabajo tiene poder. Hay que pagarle más que mínimo vital, mucho más. Pero no tiene sentido de discutir todos los errores que comete Carlos, porque son tantos, que para corregirlos todos se tendrá que escribir para cada tomo de El Capital, tres tomos.

La tasa de plusvalía la calcula con esta fórmula.

tasa de plusvalía = m/v * 100
En nuestro ejemplo
tasa de plusvalía = 1000 / 1000 * 100 = 100

De la tasa de valor distingue la tasa de provecho. La tasa de provecho corresponde más o menos a lo que hoy en día se llama la rentabilidad del capital total, o sea (ganancia / capital total) * 100. En el caso de Carlos la ganancia corresponde a la plusvalía, dado que únicamente el trabajo aumenta el capital.

Sin embargo su definición del capital constante y capital variable no tiene nada que ver con lo que se entiende hoy en día en el cálculo comercial y en la economía por costes fijos y costes variables.

En resumidas cuentas y para abreviar: Costes variables llamamos aquellos costes que están relacionados con una decisión determinada, o sea que aumenta o bajan dependiente de la decisión que se toma. Llamamos costes fijos aquellos costes, que no dependen de esta decisión, o sea quedan igual independientemente de la decisión. Ejemplo: Si una empresa se decide a producir los cartones de embalaje ella misma, tendrá que comprar la máquina para producir estos cartones. En este caso los costes fijos, lo que hay que pagar para la máquina, son relevantes para la decisión, porque los costes fijos aumentan según lo que se decide. Si compraron la máquina y otra empresa les pide de producir cartones de embalaje también para ellos, los costes de la máquina son irrelevantes, porque ya la tienen de cualquier forma.

Para Carlos el capital variable es aquel capital invertido en la compra de trabajo. Una definición que solo tiene sentido en este contexto estrecho o sea en su mundo raro. Es de suponer que esto interesa muy poco a Carlos, pero este concepto ya revela una incomprensión total de la economía, porque definiendo el capital variable de esta forma, ninguna empresa puede tomar decisiones sensatas.

La tasa de provecho la define por lo tanto con esta fórmula.

tasa de provecho = (m/(v + c)) * 100
con c = 720 Euro, 25 Euro acceso al Internet, 30 Euro luz
tasa de provecho = ((1000 /( 1000 + 775)) * 100 = 56 por ciento

Si se pudiese calcular la tasa de plusvalía esta tasa de provecho incluso se podría averiguar empíricamente, si Carlos nos dijera si v + c corresponden al capital propio o al capital total (capital propio y capital ajeno).

Si se tomara el trasto marxista en serio, lo que nadie hace, se debería calcular esta plusvalía y para esto se necesitaría saber, cuál es el mínimo vital para una familia con por lo menos dos hijos, porque el concepto de la 'reproducción' no incluye solamente que potencial de trabajo se 'reproduce' sino también la cantidad de obreros. (Un obrero muerto no sirve para nada, como Carlos nos ha enseñado arriba.) Pero cuantas horas necesita un obrero para reproducir su potencial de trabajo y reproducirse a si mismo? Trabajan ambos, padre y madre, o solamente el padre?

El Marxismo no es realmente un tema para economistas, pero si para historiadores, psicólogos y sociólogos. Historiadores podrían describir como un mero constructor verbal sin relación alguna con la realidad llegó a ser la doctrina oficial de un estado. Psicólogos podría mostrar como la gente podía perder leyendo este trasto cualquier idea de la realidad. Sociólogos podría demostrar como es posible que el sentido común queda completamente eliminado y un abracadabra completamente absurdo difunde todos los sectores de la sociedad, las escuelas, los colegios, las universidades, las empresas, la justicia, la economía. Hay cantidad de chistes sobre el tema, pero el fenómeno por si solo se entiende, si uno se da cuenta que pasan cosas similares incluso hoy en día, vea Vilfredo Pareto.

Los siete milagros del socialismo:

No hay para en Alemania del Este
A pesar de que no hay paro, solo la mitad trabaja
A pesar de que solo la mitad trabaja, el plan económico siempre fue cumplido
A pesar de el plan económico siempre fue cumplido, no había nada de comprar
A pesar de que nos podía comprar nada, todos eran felices
A pesar de que todos eran felices, había cantidad de manifestaciones
A pesar de que había muchas manifestaciones, el gobierno siempre fue reelegido con un 99,9 por ciento de los votos

Algunos mecanismos relevantes para la constitución de ideologías conocemos ya de la economía neoclásica. Parece que la gente se deja impresionar por un estilo confuso, poco claro y oscuro. Un estilo de este tipo tiene pinta de ser muy 'científico'. La gente no distingue entre una situación en la cual el autor describe realmente un concepto complejo y por lo tanto difícil de comprender y un concepto muy simple presentado de una manera confusa.

Con su verbalismo y la repetición del mismo concepto simple en centenares de variantes Carlos inmuniza sus textos contra cualquier crítica. Sugiere que cuenta algo muy sutil que solo se comprende a través de un largo y arduo estudio.

Der Gebrauch der Arbeitskraft ist die Arbeit selbst. Der Käufer der Arbeitskraft konsumiert sie, indem er ihren Verkäufer arbeiten läßt. Letztrer wird hierdurch actu sich betätigende Arbeitskraft, Arbeiter, was er früher nur potentia war. Um seine Arbeit in Waren darzustellen, muß er sie vor allem in Gebrauchswerten darstellen, Sachen, die zur Befriedigung von Bedürfnissen irgendeiner Art dienen. Es ist also ein besondrer Gebrauchswert, ein bestimmter Artikel, den der Kapitalist vom Arbeiter anfertigen läßt. Die Produktion von Gebrauchswerten oder Gütern ändert ihre allgemeine Natur nicht dadurch, daß sie für den Kapitalisten und unter seiner Kontrolle vorgeht. Der Arbeitsprozeß ist daher zunächst unabhängig von jeder bestimmten gesellschaftlichen Form zu betrachten.

Karl Marx, Das Kapital I, 5.Kapitel, 1.Arbeitsprozess
El uso de la fuerza de trabajo es el trabajo mismo. El comprador de la fuerza de trabajo la consume haciendo trabajar a su vendedor. Este se convierte así en fuerza de trabajo en acción, en obrero, lo que antes sólo era en potencia.
Para materializar su trabajo en mercancías, tiene, ante todo, que materializarlo en valores de uso, en objetos aptos para la satisfacción de necesidades de cualquier clase. Por tanto, lo que el capitalista hace que el obrero fabrique es un determinado valor de uso, un artículo determinado. La producción de valores de uso u objetos útiles no cambia de carácter, de un modo general, por el hecho de que se efectúe para el capitalista y bajo su control. Por eso, debemos comenzar analizando el proceso de trabajo, sin fijarnos en la forma social concreta que revista.

Con este trasto nos cuenta que el empresario emplea a alguien para que este produzca una cosa que puede vender. ¿Quién se lo había imaginado? Para Carlos es una gran sorpresa esto, dado que la demanda no juega ningún papel, pero para el resto de la humanidad es simple una chorrada lo que nos cuenta el chico. Sugiere con su forma confusa de escribir una gran profundidad científica, a pesar de cuenta trivialidades. El método no es especialidad de Carlos, lo encontramos muy a menudo, sobre todo en economía.

Existen también paralelas entre el trasto de Carlos y la situación actual por el hecho de que la teoría económica no juega ningún papel. Dado que los textos de Carlos no contienen nada realmente relevante para la práctica, su única función era servir de fundamento ideológico. No tenía nada que ver con la realidad, era un universo paralelo. Lo mismo pasa con los conceptos de Vilfredo Pareto y Léon Walras. Hay chicos que se ganan la vida contando las burbujas cerebrales de estos, como lo muestra este vídeo El Equilibrio General y la Eficiencia del mercado, pero están en un mundo paralelo. La utilidad marginal de una clase magistral sobre el óptimo de Pareto es tan baja, que no se recibe nadie en cambio. Ni siquiera una maldita manzana.

No se puede explicar de esta forma el carácter de ideologías, porque este fenómeno es muy complejo. Pero se puede constatar que a partir del momento que algo está canonizado, todo el mundo lo acepta como 'normal' y nadie lo cuestiona.

La manera en la cual ideologías forman el individuo es un fenómeno complejo y el contenido de una ideología propiamente dicho ni siquiera es el punto central. Dado que el valor explicativo del marxismo es cero y sobre todo irrelevante en cuanto se refiere a la organización concreta de una economía, al igual que el óptimo paretiano, es obvio que la ideología no gana su poder de un contenido, éste es gran parte irrelevante, sobre todo porque ninguno, para tomar un ejemplo, de los políticos de la ex Alemania Oriental eran capaces de leer estos textos confusos como Augusto Pinochet no era capaz de leer las obras de Milton Friedman. Pero de manera oscura los individuos aprenden una determinada jerga, aprenden las palabras que se debe utilizar y las palabras que se debe evitar, una determinada manera de comportarse, saben que preguntas no se debe hacer si quieren integrarse en la sociedad y hacer carrera.

Böhm Bawerk apuntó en su obra "Conclusión del sistema marxista" a las contradicciones internes del sistema marxista. Posiblemente es meritorio, pero habría bastado mostrar que este sistema a) no tiene nada que ver con la realidad y b) no puede ser rechazado por la realidad.

Que el valor de un producto está determinado por el trabajo incorporado no se puede verificar. Lo concretamente, en dólares, es el sueldo necesario para mantener una familia con cuatro miembros no se puede averiguar.

Si unos obreros, trabajo simple y trabajo potencial, construyen una central hidráulica, Carlos diría que el valor de la electricidad que suministra está determinado por el trabajo incorporado en esta electricidad. El autor diría que está determinado sobre todo por el agua y por la fuerza que este contiene.

Dado que es imposible de calcular la plusvalía, m/v, se puede calcular únicamente la rentabilidad sobre el capital total o sea ganancias / capital propio + capital ajeno. En este caso se recibe un cálculo ex post que contiene todo, sobre todo la demanda y el precio que corresponde, que Carlos ha excluido de su sistema.

Si se parte de una productividad de trabajo de promedio, como lo hace Marx en el tercer tomo, se recibe una tautología. Siempre se puede formar un pro medio, pero nace el problema muy concreto que los trabajadores cuya productividad está encima del promedio tienen que subvencionar a los trabajadores que están por debajo de este promedio con lo que se recibe los mismos problemas en cuanto a la distribución 'justa' se refiere que en el capitalismo con problemas muy concretos en la práctica. Si un guardián de una ruina en Cuba recibe el mismo sueldo o más que un obrero que reconstruye la ruina, habrá muchos guardianes y pocos obreros, dado que es más cómodo cuidar una ruina cómodamente instalado en un sillón que reconstruirla. El problema es que dentro de poco en Habana Vieja no quedarán ni siquiera porque estos dentro de poco, estamos todavía en el año 2014, se convertirán en montones de piedra y entonces no harán falta guardianes.

La crítica de Böhm Bawerk se concentra en contradicciones el sistema de Carlos mismo. Se puede hacerlo, pero al autor no le parece muy útil, porque los problemas reales de este sistema son son tan graves, que contradicciones dentro de este sistema ya no cuentan. La crítica de Böhm Bawerk es esta.

La tasa de plusvalía m/v no depende de lo que Carlos llama la composición 'orgánica' del capital, otra noción inútil, porque esta depende únicamente de v, el capital variable, o sea aquel capital invertido en comprar trabajo. La 'composición orgánica', o sea c + v, puede variar. Puede ser mucho c y poco v o al revés, por lo cual queda claro la tasa de provecho tiene que ser más baja si hay mucho c y poco v.

tasa de plusvalía: m/v
tasa de provecho: m/(c+v)

En esta lógica la tasa de provecho tiene que bajar más si el aumento de c no esta compensado por un aumento de m, lo que Carlos supone.

Dieselbe Rate des Mehrwert, bei unverändertem Exploitationsgrad der Arbeit, würde sich so in einer fallenden Profitrate ausdrücken, weil mit seinem materiellen Umfang, wenn auch nicht im selben Verhältnis, auch der Wertumfang des konstanten und damit des Gesamtkapitals wächst.

Karl Marx, Das Kapital III, 13.Kapitel, 1.Gesetz des tendenziellen Falls der tasa de provecho
La misma tasa de plusvalía, dado un determinado grado de explotación del trabajo, debería por lo tanto resultar en una tasa de provecho decreciente, porque con el aumento de su volumen, aunque no proporcionalmente, también aumenta el volumen del capital constante y por lo tanto el volumen del capital total.

La plusvalía en la lógica de Carlos aumenta, porque se hace cada vez más barato "reproducir" el trabajo. Su forma de escribir es un poco rara, pero de hecho quiere decir que cuesta menos alimentar y vestir un obrero cuando se puede producir los productos necesarios de la vida cotidiana a precios más bajos. Para esto inventó otra noción, tan inútil como las otras: plusvalía incrementada.

Pero esto no es el punto de Böhm Bawerk. El punto es que hay una contradicción en este sistema absurdo. Si la plusvalía siempre es la misma y C aumenta entonces la tasa de provecho tendría que caer, lo que no es el caso, como Karl Marx mismo constata en el tercer tomo. Dicho de otra manera en el tercer tomo se da cuenta que su teoría es contradictoria.

En el tercer tomo Karl Marx constata él mismo que su teoría es una chorrada desde el principio hasta el fin.

Obgleich daher die Kapitalisten der verschiednen Produktionssphären beim Verkauf ihrer Waren die in der Produktion dieser Waren verbrauchten Kapitalwerte zurückziehn, so lösen sie nicht den in ihrer eignen Sphäre bei der Produktion dieser Waren produzierten Mehrwert und daher Profit ein, sondern nur so viel Mehrwert und daher Profit, als vom Gesamtmehrwert oder Gesamtprofit, der vom Gesamtkapital der Gesellschaft in allen Produktionssphären zusammengenommen, in einem gegebnen Zeitabschnitt produziert wird, bei gleicher Verteilung auf jeden aliquoten Teil des Gesamtkapitals fällt. Pro 100 zieht jedes vorgeschoßne Kapital, welches immer seine Zusammensetzung, in jedem Jahr oder andern Zeitabschnitt den Profit, der für diesen Zeitabschnitt auf 100 als den sovielsten Teil des Gesamtkapitals kommt. Die verschiednen Kapitalisten verhalten sich hier, soweit der Profit in Betracht kommt, als bloße Aktionäre einer Aktiengesellschaft, worin die Anteile am Profit gleichmäßig pro 100 verteilt werden und daher für die verschiednen Kapitalisten sich nur unterscheiden nach der Größe des von jedem in das Gesamtunternehmen gesteckten Kapitals, nach seiner verhältnismäßigen Beteiligung am Gesamtunternehmen, nach der Zahl seiner Aktien. Während sich also der Teil dieses Warenpreises, der die in der Produktion der Waren verzehrten Wertteile des Kapitals ersetzt und mit dem daher diese verzehrten Kapitalwert rückgekauft werden müssen, während dieser Teil, der Kostpreis, sich ganz nach der Auslage innerhalb der respektiven Produktionssphären richtet, richtet sich der andre Bestandteil des Warenpreises, der auf diesen Kostpreis zugeschlagne Profit, nicht nach der Masse Profit, die von diesem bestimmten Kapital in dieser bestimmten Produktionssphäre während einer gegebnen Zeit produziert wird, sondern nach der Masse Profit, die auf jedes angewandte Kapital, als aliquoten Teil des in der Gesamtproduktion angewandten gesellschaftlichen Gesamtkapitals, während eines gegebnen Zeitraums im Durchschnitt fällt.



Karl Marx, Das Kapital III, NEUNTES KAPITEL formación / educación einer allgemeinen tasa de provecho (Durchschnittstasa de provecho) und Verwandlung der Warenvalore in Produktionspreise
Por tanto, aunque los capitalistas de las diversas esferas de producción, al vender sus mercancías, retiren los valores–capitales consumidos en la producción de estas mercancías, no incluyen la plus valía ni, por tanto, la ganancia producidas en su propia esfera al producirse estas mercancías, sino solamente aquella plusvalía y, por tanto, aquella ganancia correspondiente a la plusvalía o a la ganancia total del capital total de la sociedad, sumadas todas las esferas de producción, en un período de tiempo dado y divididas por igual entre las distintas partes alícuotas del capital global. Cada capital invertido, cualquiera que sea su composición orgánica, deduce por cada 100, en cada año o en cada período de tiempo que se tome como base, la ganancia que dentro de este período de tiempo corresponde a 100 como parte alícuota del capital total. Para lo que atañe al reparto de la ganancia, los distintos capitalistas se consideran como simples accionistas de una sociedad anónima en que los dividendos se distribuyen porcentualmente y en que, por tanto, los diversos capitalistas sólo se distinguen entre sí por la magnitud del capital invertido por cada uno de ellos en la empresa colectiva, por su participación proporcional en la empresa conjunta, por el número de sus acciones. Por consiguiente, mientras que la parte de este precio de las mercancías que repone las partes del valor del capital consumidas en su producción y con la que, por tanto, es necesario volver a adquirir estos valores– capitales consumidos; mientras que esta parte, o sea, el precio de costo, se atiene íntegramente a la inversión realizada dentro de las respectivas esferas de producción, la otra parte integrante del precio de las mercancías, o sea, la ganancia que se añade a este precio de costo, no se rige por la masa de ganancia que este capital concreto produce en un período de tiempo dado en esta esfera concreta de producción, sino por la masa de ganancia que corresponde por término medio a cada capital invertido, considerado como parte alícuota del capital total empleado en la producción conjunta, durante un período de tiempo dado.


traducción: www.archivo-chile.de

Como siempre el texto es confuso, pero Carlos se ha dado cuenta, que la tasa de provecho siempre es la misma y no, como sería la consecuencia lógica de su abracadabra con la acumulación exprimida del trabajo distinta. David Ricardo podría, aunque la suposición no es muy realista, resolver el problema. David Ricardo supone, que el capital siempre fluye en los sectores donde el rendimiento marginal es más elevado, con el resultado que baja en el sector donde afluye y sube en el sector donde sale hasta que el rendimiento marginal es el mismo. Pero esto sería un mecanismo que funciona solo en una economía de mercado y economías de mercado, o sea el mundo real, Carlos lo odia como el diablo el agua bendita.

Supone por lo tanto que la tasa de provecho es más alta en algunos sectores y más baja en otras, pero en pro medio baja, lo que corresponde a su suposición inicial. El problema es, que siempre se puede formar un promedio, pero de esta forma no explica que relación entre la plusvalía y el provecho. Un promedio igualmente se puede formar si el provecho es el resultado de una demanda aumentada, de un avance tecnológico ocurrido en un sector, pero no en otro, la descubierta de nuevos mercados o un mejoramiento logístico etc. etc..

Lo que de hecho pasa es que la tasa de provecho realmente tiende a ser la misma en todos los sectores de la economía, por lo menos a largo plazo. No necesariamente porque el capital fluye como lo supone David Ricardo, sino por el hecho de que la economía se adapta, sobre todo la gente. Si se puede ganar mucho dinero en el sector de la biotecnología la gente va a especializarse en esto. Habrá más gente que estudia esto que ingeniería electrónica o informática. Para dar un ejemplo.

Los capitalistas son de golpe accionistas de una sociedad anónima. No es la plusvalía generada en cada empresa lo que reciben los capitalistas, sino un porcentaje del capital colectivo. Sus provechos no son generados por la plusvalía que ellos mismos invierten en capital variable, trabajo, sino una parte de la sociedad anónima nacional según el porcentaje de capital que tienen. No está muy claro como esto funciona, pero de cualquier forma su tasa de plusvalía se convirtió en una simple tasa de provecho sobre el capital total.

Marx es demasiado único, porque incluso si dice algo bien una vez, por ejemplo, si es una conexión muy sencilla sobre la que nadie se preocupe, que él representa este simple contexto tan pomposo que usted tiene que considerar Tresmal .

Infolge der verschiednen organischen Zusammensetzung der in verschiednen Produktionszweigen angelegten Kapitale; infolge daher des Umstandes, daß je nach dem verschiednen Prozentsatz, den der variable Teil in einem Gesamtkapital von gegebner Größe hat, sehr verschiedne Quanta Arbeit von Kapitalen gleicher Größe in Bewegung gesetzt werden, werden auch sehr verschiedene Quanta Mehrarbeit von ihnen angeeignet oder sehr verschiedne Massen Mehrwert von ihnen produziert. Demgemäß sind die Profitraten, die in verschiedenen Produktionszweigen herrschen, ursprünglich sehr verschieden. Diese verschiednen Profitraten werden durch die Konkurrenz zu einer allgemeinen Profitrate ausgeglichen, welche der Durchschnitt aller dieser verschiednen Profitraten ist. Der Profit, der entsprechend dieser allgemeinen Profitrate auf ein Kapital von gegebner Größe fällt, welches immer seine organische Zusammensetzung, heißt der Durchschnittsprofit. Der Preis einer Ware, welcher gleich ist ihrem Kostpreis plus dem im Verhältnis ihrer Umschlagsbedingungen auf sie fallenden Teil des jährlichen Durchschnittsprofits auf das in ihrer Produktion angewandte (nicht bloß das in ihrer Produktion konsumierte) Kapital, ist ihr Produktionspreis. Nehmen wir z.B. ein Kapital von 500, davon 100 fixes Kapital, wovon 10% Verschleiß während einer Umschlagsperiode des zirkulierenden Kapitals von 400. Der Durchschnittsprofit für die Dauer dieser Umschlagsperiode sei 10%. Dann wird der Kostpreis des während dieses Umschlags hergestellten Produkts sein: 10c für Verschleiß plus 400 (c + v) zirkulierendes Kapital = 410, und ihr Produktionspreis: 410 Kostpreis plus (10% Profit auf 500) 50 = 460.



Karl Marx, Das Kapital III, NEUNTES KAPITEL formación / educación einer allgemeinen tasa de provecho (Durchschnittstasa de provecho) und Verwandlung der Warenvalore in Produktionspreise

A consecuencia de la distinta composición orgánica de los capitales invertidos en distintas ramas de producción; a consecuencia, por tanto, del hecho de que, según el distinto porcentaje que representa el capital variable dentro de un capital total de una cuantía dada, ponen en movimiento cantidades muy distintas, capitales de igual magnitud ponen en movimiento cantidades muy distintas de trabajo, ocurre también que esos capitales se apropien cantidades muy distintas de trabajo sobrante o produzcan masas muy diversas de plusvalía. De aquí que las cuotas de ganancia que rigen originariamente en distintas ramas de producción sean muy distintas. Estas distintas cuotas de ganancia son compensadas entre sí por medio de la concurrencia para formar una cuota general de ganancia, que representa la media de todas aquellas cuotas de ganancia distinta. La ganancia que, con arreglo a esta cuota general, corresponde a un capital de determinada magnitud, cualquiera que sea su composición orgánica, recibe el nombre de ganancia media. El precio de una mercancía equivalente a su precio de costo más la parte de la ganancia media anual que, en proporción a sus condiciones de rotación, corresponde al capital invertido en su producción (y no simplemente al consumido en ella) es su precio de producción. Tomemos, por ejemplo, un capital de 500 y supongamos que 100 representen capital fijo con un 10% de desgaste durante un período de rotación del capital circulante de 400. Supongamos que la ganancia media correspondiente al tiempo que dura este período de rotación sea el 10%. En este caso, el precio de costo del producto creado durante esta rotación será: 10 c por desgaste mas 400 (c + v) de capital circulante = 410, y su precio de producción: 410 de precio de costo más (10% de ganancia sobre 500) 50 = 460.

traducción: www.archivo-chile.de

Parece que nadie a jamás leído este tercer tomo, porque aquí tenemos frases impresionantes. De golpe Carlos nos cuenta: "Estas distintas cuotas de ganancia son compensadas entre sí por medio de la concurrencia para formar una cuota general de ganancia, que representa la media de todas aquellas cuotas de ganancia distinta." Finalmente Carlos se dio cuenta que todos los capitalistas ganan lo mismo, que el provecho a largo plazo se iguala. Esto contradice a su teoría con la acumulación del capital, porque si la tasa de la plusvalía es la misma y la composición orgánica del capital siempre distinta, entonces los provechos tendría que ser distintos.

¿Y como explica este fenómeno? Por la competencia. O sea hay cambios en la estructura de la economía, sea porque hay un avance tecnológico, sea porque hay un cambio en las preferencias y por lo tanto en la demanda, sea que hay un mejoramiento en la organización etc. etc.. Pero para que que pueda haber diferencias de este tipo entre una empresa y otra, deben existir otros factores que influyen en la ganancia y en el provecho que el factor de trabajo, porque este es homogéneo.

De golpe Carlos nos explica que la competencia iguala la tasa de provechos. Pero no nos explica porque hay diferencias en la tasa de provechos. Nos explica solamente que son igualados por la competencia, lo que, por lo menos a largo plazo, es cierto. Si esto no fuera el caso, el cambio de una sociedad agraria a una sociedad industrial nunca habría podido ocurrir, porque si los agricultores no ganan más trabajando en el sector industrial que en el sector agrario, serían todavía hoy en día agricultores. Para dar un ejemplo.

Pero si una empresa puede ser más competitiva y eficaz que otra a pesar de que la plusvalía es la misma, entonces deben existir otros factores relevantes para la ganancia que después son eliminados por la competencia. Dicho de otra manera, hay, por ejemplo, una empresa que conoce un avance tecnológico y las otras empresas se adaptan. Carlos dirá que esto no cambia nada, simplemente la plusvalía aumentará con el avance tecnológico, pero el factor trabajo será siempre homogéneo, pero esto no le ayudará mucho, a pesar de ser cierto, porque el avance tecnológico es la causa y la adaptación el mero efecto.

Pero más curioso todavía es esta frase: " El precio de una mercancía equivalente a su precio de costo más la parte de la ganancia media anual ....". De golpe el precio de una mercancía, su valor, no depende del trabajo incorporado, sino del PRECIO DE COSTO o sea de los costes, de las cuales el trabajo es solo una parte y de la GANANCIA MEDIA ANUAL. ¿Y de dónde proviene este ganancia media anual? Después de dos tomos enteros lleno de trasto llega a la formula muy simple que encontramos hoy en día en cualquier libro de texto.

ganancias = volumen de ventas - costes totales

Esto es indudablemente cierto, pero se lo puede explicar igualmente en un minuto. Pero para hacer un poco más confuso su texto, para que tenga pinta de ser científico, añade la historia con la rotación del capital, un concepto más viejo que las colinas verdes de África, vea rotación del capital. Es obvio que la rentabilidad es diez por ciento y el capital hace una rotación al año, se gana 10 dólares. Si se lo hace 12 veces, se gana 120 dólares.

Si queremos ser precisos, lo que sería necesario en cálculo comercial, podríamos añadir que Carlos no tenía la menor idea de la práctica. Lo que hace es una cálculo previo del coste del producto. O sea a una base, por ejemplo las horas de trabajo, se añade un cierto suplemento que garantiza que al final del período todos los costes fijos son cubiertos. Si por ejemplo una máquina costó 1000 euros y se calcula que se podrá trabajar con esta máquina 1000 horas se calcula con 1 euro la hora. Esto funciona si el prognosis en cuanto a las horas se refiere es cierto, pero en la práctica este tipo de cálculo puede resultar fatal. Si la máquina ya está comprada y el empresario no puede cobrar este euro, porque sus concurrentes cobran menos, digamos 0,5 euros, entonces no recibe nada. En este caso más vale de cobrar solamente 0,5 euros. Con esto por lo menos tiene un margen de cobertura de 500 euros.

Der Preis einer Ware, welcher gleich ist ihrem Kostpreis plus dem im Verhältnis ihrer Umschlagsbedingungen auf sie fallenden Teil des jährlichen Durchschnittsprofits auf das in ihrer Produktion angewandte (nicht bloß das in ihrer Produktion konsumierte) Kapital, ist ihr Produktionspreis.

El precio de una mercancía equivalente a su precio de costo más la parte de la ganancia media anual que, en proporción a sus condiciones de rotación, corresponde al capital invertido en su producción (y no simplemente al consumido en ella) es su precio de producción.

De hecho Karl Marx cuenta lo mismo que David Ricardo. La única diferencia entre estos dos es, que todo lo que ya era erróneo en la obra de David Ricardo, Karl Marx lo radicaliza.

Desde un punto de vista meramente práctico ambos tienen el mismo problema. No definen quién decide qué se va a producir y cómo. Pero estas tres preguntas son las preguntas centrales. Lo curioso del asunto es, que David Ricardo era un adepto ardiente de la economía tipo Liberalismo de Manchester, en el mejor de los casos sin ninguna intervención estatal, mientras que los adeptos de Karl Marx quieren el control total del estado. Se podría creer que para David Ricardo era tan obvio que la única forma de resolver este problema era la economía de mercado libre y que por lo tanto no le parecía necesario de entrar en los detalles, mientras que Karl Marx ni siquiera veía que hacen falta respuestas concretas a estas preguntas muy concretas. Sin embargo David Ricardo no veía tampoco que es la demanda que arrastra la producción detrás de si. En otras palabras, no tenía tampoco muy claro como responder a estas tres preguntas.

En comparación con la cuestión como este horrible trasto insensato llegó a ser religión de estado obviamente todas los problemas que nos ocupan actualmente, deudas estatal, paro, la problemática de la financiación del sistema de los jubilados, falta de innovación etc. son completamente triviales. Explicar como esta emanación de oportunismo, lavado de cerebro, flojera, idiotez, indiferencia y ansia de poder y que mecanismos permiten a que un tal abracadabra puede llegar a ser la religión del estado es imposible.

Posiblemente son los mismos mecanismos que permitieron antaño a la religión católica o hoy en día al islam de convertirse en religión de estado.

Lo que el autor duda es que se puede explicar el fenómeno analizando el contenido, como lo hace Karl Popper. Popper supone que el problema es que alguien tiene una visión del mundo ideal y creyéndose en la posesión de la verdad eterna no ve ninguna necesidad de preguntar a través de un proceso democrático lo que los otros piensan de sus ideas. Diría el autor que ideologías son fenómenos mucho más complejos y solo cuanto se juntan los distintos elementos que la caracterizan llegamos a una situación fatal.

Lo que contradice claramente a la teoría de Popper es el hecho que ideologías muy a menudo no son comprendidas por la gente que la propaga y defiende. No hay que ni siquiera saber alemán para comprender que el ex secretario general de estado de Alemania del Este no tenía ni idea de este trasto y tampoco le interesaba. De ahí es fácil de deducir que tampoco tenía gran importancia el nivel de conocimientos de este sistema en el mundo académico. Es difícil de creer que el mundo académico que enseño este trasto lo tomó en serio si ya era obvio que los representantes de este sistema no lo tomaron en serio. Después de la caída del muro el autor ha dado clases de economía a ex catedráticos de la Universidad de Humboldt, en el este de Berlín, y no tenía la impresión que este trasto les había interesado mucho, porque de hecho no sabían nada de ello.

Lo mismo pasa con este vídeo, Augusto Pinochet. Se identifica Augusto Pinochet con un determinado sistema económico, el neo liberalismo o la escuela austriaca, pero su discurso es meramente emocional o más bien dicho trata de despertar instintos primitivos como el nacionalismo y abracadabra similar. Los chilenos se perdieron, al igual que los alemanes, la oportunidad de estudiar este fenómeno a fondo.

Popper reduce el fenómeno de las ideologías a un mero problema intelectual. Supone que los ideólogos de todo tipo simplemente están equivocados y que la democracia puede corregir este error intelectual a través de selecciones. Si un partido cree por ejemplo que un arancel sobre determinados productos puede ayudar a determinados sectores de la industria nacional y si convence al electorado de sus ideas será elegido. Si después se revela que esto no resuelve ningún problema y que tiene por ejemplo efectos inesperados, por ejemplo una subida de los precios de los productos protegidos, la población puede votar por otro partido y corregir el error.

El problema es que no hace falta en absoluto que el ideólogo cree él mismo en sus conceptos. La ideología es un mero instrumento para disfrazar la realidad. Incluso en el caso de que al principio contenía una dosis de idealismo, esta dosis, diría el autor, se pierde con el tiempo.

Vamos a volver sobre el tema al hablar de Popper. Pero diría el autor que a partir del momento que Karl Popper ve en la filosofía de Platón o Friedrich Hegel fundadores de una ideología es bastante obvio que su concepto es erróneo. Se puede interpretar la obra de Platón o de Friedrich Hegel como conceptos totalitarios, pero esto es irrelevante. Ningún dictador de esta tierra no fue jamás inspirado por Platón o Hegel, por el hecho muy simple de que los ignoraban por completo y algo que se desconoce por completo no puede ser la fuente inspiradora de determinado actos. Esto es obvio.

No se puede negar que la democracia es un proceso de aprendizaje, pero se puede mejorar este proceso, si el proceso de decisión democrática tiene un nivel más alto. De momento por ejemplo Le Front Nationa, partido de derecha en Francia, aboga en favor de una mayor protección de la industria nacional a través de aranceles, vea Marine Le Pen sur Europe 1 Front National. El problema es que con la misma política Francia ya trató de proteger la producción de computadores nacionales, Bull, su industria de automóviles y el minitel. En los tres casos el resultado era un desastre. Las computadoras en Francia eran tan caros, que finalmente Francia perdió terreno y el minitel fue, con un retraso que no se ha podido recuperar, sustituido por el Internet. Pero esto ni siquiera sería el peor de los problemas. El problema sería que las otras naciones gravarían aranceles sobre productos franceses. Se puede aprender a través de procesos democráticos, pero solo si no se repite siempre los mismos errores y a aparte de esto hay cosas en esta vida que no hay que probar. Muy a menudo con un poco de reflexión se puede igualmente llegar a la conclusión que no puede funcionar.

Lo que la democracia hace sin duda alguna es quebrar el poder. El que abusa de su poder en una democracia tiene que hacerlo de manera que nadie lo nota, porque si la gente lo nota, no será reelegido. Esto es el aspecto central y es curioso que este aspecto no juega ningún papel en el debate público. Se menciona de vez en cuando que la economía de mercado libre es un sistema que impide el abuso de poder, porque en la competencia ninguna empresa puede abusar de su poder. Si lo hacen, subiendo por ejemplo los precios, desaparecen del mercado. En resumidas cuentas: Karl Popper tendría que comprobar empíricamente que ideologías son realmente un problema intelectual.

En cuanto a Alemania del Este se refiere hay todavía muchos documentos originales de los protagonistas de esta ideología y gran parte de ellos viven todavía. Se podría, teóricamente, analizarlos. Sería interesante. Igualmente se podría analizar los docentes de las universidades que ya desde hace cincuenta años cuentan las chorradas de Vilfredo Pareto con caja de Edgeworth. Dirán esto, obviamente, que la caja de Edgeworth tiene un gran valor explicativo y ta ta ta. Argumento fácilmente refutable. Se podría pedirles de concretizar un poco esta afirmación y cuanto dinero ganarían con esto en el mercado laboral real.

En resumidas cuentas: Hoy en día todo el mundo, los ex adeptos de esta ideología incluidos, están convencidos que el marxismo es una mera ideología. Pero esto no es el punto interesante. El punto interesante son los distintos elementos que componen esta ideología y sería interesante saber si no podemos reconocer muchos de estos elementos en cualquier ciudad.

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Anotaciones:

ES        DE

 

Marx niega las diferencias entre los distintos tipo de trabajo y la importancia de la demanda. Negando esto, niega igualmente la posibilidad de un procesamiento de informaciones de manera decentral. Del otro lado no propone ningún mecanismo que puede controlar qué se produce, cómo se produce y quién produce.

Si en los primeros dos tomos el valor de una mercancía está determinado todavía por el trabajo incorporado, en el tercer tomo el precio está determinado por los costes y una sobre-tasa de ganancia.

El hecho que la tasa de provecho es igual, a largo plazo, en toda la industria contradice a su teoría de la acumulación del capital por la plusvalía.

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