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2.1.3.Elasticidades

Sobre elasticidades ya hemos hablado al hablar de Adam Smith, vea elasticidad de la demanda, a pesar de que Adam Smith no utiliza la palabra elasticidad. Pero Adam Smith constata que un aumento / una introducción de un impuesto sobre el consumo de un determinado producto / sobre el volumen de venta que repercute en el precio, lo que el supone, porque la competitividad ya ha eliminado cualquier margen de maniobra, lleva a ingresos del estado inferiores que impuestos moderados porque el efecto de la cantidad recompensa el efecto del precio. No describe el fenómeno de manera muy detallada, pero la idea principal está clara.

Alfred Marshall por su parte solo menciona la elasticidad de precios, pero no la elasticidad de ingresos. elasticidad de ingresos describe el aumento / disminución de los ingresos y el aumento / disminución de la demanda por un determinado producto.

Si por ejemplo se quiere saber si un determinado sector de la economía profita de un ingreso de la renta nacional o si el volumen de venta en un determinado sector de la economía crece proporcionalmente a la renta nacional, crece más o disminuye se puede analizar este fenómeno con la elasticidad de ingreso.

Si la demanda por un determinado producto o un determinado grupo de productos, por ejemplo alimentos, crece menos que la renta nacional este sector pierde de importancia, de manera absoluta o relativa, con el resultado que la gente que trabaja en este sector no participan proporcionalmente en el desarrollo de la economía. El valor añadido de la cría de caballos de trabajo por ejemplo no era proporcional por ejemplo al aumento de la renta nacional. Se redujo simplemente a cero, con el resultado que hoy en día nadie se dedica a este trabajo.

Si dejamos al lado el fenómeno, más reciente, que productos agrícolas son la base de combustibles de distintos tipos, la producción agrícola depende únicamente del crecimiento de la población mundial (lo que no significa necesariamente, como lo supuso David Ricardo, que la rentabilidad de la tierra depende del crecimiento de la población) la importancia de la agricultura para la economía en general va a disminuir y los sueldos que se ganan en este sector serán cada vez más bajos. Esto es lo que hemos visto en los últimos treinta años. El sector que hace 200 años dominaba, hoy en día en gran parte solo sobrevive porque es subvencionado. (Algo que puede cambiar en los próximos 100 años si se usa más y más productos agrícolas para producir energía.)

La industria de los alimentos está menos concernida, porque está logró a producir alimentos cada vez más refinados, sobre todo los alimentos pre-cocinados, para los cuales la gente estaba dispuesta a gastar más dinero. En otras palabras: Parte del valor añadido que antes se producía en los hogares hoy en día se lo produce de manera industrial.

Alfred Marshall solo habla de la elasticidad del precio y no de la elasticidad de los ingresos. Sin embargo habla de gente pobre y gente rica (rich / poor) lo que significa que habla de la elasticidad de los ingresos como lo demuestra este párrafo.

The current prices of meat, milk and butter, wool, tobacco, imported fruits, and of ordinary medical attendance, are such that every variation in price makes a great change in the consumption of them by the working classes, and the lower half of the middle classes; but the rich would not much increase their own personal consumption of them however cheaply they were to be had. In other words, the direct demand for these commodities is very elastic on the part of the working and lower middle classes, though not on the part of the rich. But the working class is so numerous that their consumption of such things as are well within their reach is much greater than that of the rich; and therefore the aggregate demand for all things of the kind is very elastic. A little while ago sugar belonged to this group of commodities: but its price in England has now fallen so far as to be low relatively even to the working classes, and the demand for it is therefore not elastic. En lo que concierne los precios para carne, leche y mantequilla, lana, tabaco, frutas importadas y servicios sanitarios comunes cualquier cambio de precios lleva a un gran cambio de consumo en la clase obrera y la clase media más pobre. Los ricos de otra parte no aumentarían su consumo personal. En otras palabras. La demanda directa por estos productos es muy elástica en la clase obrera y la clase media más pobre. Dado que la clase obrera es tan numerosa su consumo de estas cosas supera por mucho, si está a su alcance, el consumo de los ricos y por lo tanto la demanda agregada de este tipo de mercancías es muy elástica. Hace tiempo azúcar también pertenecía a este tipo de mercancías, pero hoy en día el precio de azúcar ha bajado tanto que también la clase obrera se lo puede comprar y la demanda hoy en día no es tan elástica.

Alfred Marshall, Principles of economics, BOOK III, CHAPTER IV, THE ELASTICITY OF WANTS

La elasticidad del precio a su vez la deduce de la utilidad marginal. Cuanto más rápido el consumo de un producto lleva a una satisfacción, tanto más la demanda reaccionará a un cambio de precio. Por lo menos en la teoría esto es plausible. Si la utilidad marginal de una entidad más de algo disminuye rápidamente, la gente solo lo va comprar si el precio también disminuye mucho.

La elasticidad de la demanda es un instrumento del análisis sobre el cual se puede reflexionar 10 minutos. (No más. Tiempo es algo muy escaso, vea preliminares.) Uno puede por ejemplo entender con este instrumento que muy a menudo se puede aumentar el volumen de venta reduciendo el precio. Si un panadero vende 10 panecillos para 40 cent el volumen de venta son 4 euros. Si a un precio de 30 cent vende 20 panecillos el volumen de venta son 6 euros.

Sin embargo esto no dice nada sobre la ganancias. Es muy probable que el volumen de venta aumentaría dramáticamente si Volkswagen vendiese sus coches para 4000 euros, pero entonces irían en quiebra.

Las ganancias suben si el volumen de venta marginal es más alto que los costes marginales. En otras palabras, si el precio de la última cantidad vendida supera los costes de esta entidad vendida, porque con esta entidad se gana todavía algo. A partir del momento que es al revés, los costes de la última cantidad vendida son más elevados que el volumen de venta las ganancias bajan. Esto es obvio.

En cuanto a la modelización matemática, el famoso punto cournot, que encontramos en los libros de texto se refiere, es demasiado simple y el cálculo que se aplica en la realidad comercial es más complejo. De hecho un empresario al decidir si produce un determinado producto / ofrece un determinado servicio toma en cuenta solo los costes relevantes. Costes relevantes son aquellos que dependen de esta decisión y estos costes puede ser tanto fijos como variables, pueden ser costes unitarios y costes generales. Si necesita por ejemplo una máquina especial al producir este producto / grupo de productos entonces tomará en cuenta esta máquina, si ya la tiene no. Si tiene que hacer una campaña de marketing especial para este producto, tomará en cuenta los gastos de esta campaña, si esto no hace falta porque puede vender este producto con las mismas vías de distribución y comunicación que ya tiene no va tomar en cuenta estos costes. Lo que de hecho va a hacer es una cálculo del margen de cobertura. Es incluso posible, y sucede muy a menudo, que vende por debajo de los COSTET TOTALES, previsto que por lo menos cubre los castos que dependen directamente de la decisión de ofrecer este servicio / producto o no. Si la vida fuese tan simple como la optimización de las ganancias en los libros de texto sobre micro-economía lo sugiere habrían mucho problemas menos en esta tierra. Lamentablemente ésta nuestra vida no es tan simple.

La idea de base de esta optimización de la ganancia es bastante simple, demasiado simple para explicar la realidad, a pesar de que la modelización matemática festeja orgías aquí. El deleite de la cooperación de economistas es la modelización matemática y la relevancia de un aspecto económico no se desprende del significado que tiene para la explicación de la realidad económica sino la posibilidad de ser modelado de manera matemática. El problema es que el resto de la humanidad no se interesa por un análisis preciso de hechos irrelevantes. Igualmente se podría formular un modelo que permite pronosticar el tiempo que necesita el azúcar a disolverse en el café en dependencia de la temperatura. Igualmente se podría formular una ley que establece una relación entre los gastos para los alimentos y el tiempo que dura hasta que el cubo de basura se llene. Igualmente indispensable para la felicidad de la humanidad es una fórmula que permite de calcular el tiempo que pasa hasta que los libros en el estante estén cubiertos de polvo. Viéndolo de esta forma el mundo está lleno de secreto profundos y misteriosos. Pero tan enigmático el mundo pueda parecer a un autista, no tenemos ninguna intención de aclarárselos. Nuestra intención es curarle de su enfermedad.

El autismo es considerado por la Organización Mundial de la Salud como un trastorno grave en el desarrollo. De médicos, científicos y parientes y de los autistas mismos (en esto los economístas se distinguen de los autistas normales) como un disturbio innato y incurable del procesamiento de información y de la percepción de la realidad por el cerebro que ya se revela en la tierna infancia. Otros científicos definen autismo como un procesamiento de información divergente que se caracteriza por fallos en la interacción social y comunicación al igual que por un comportamiento estereotipo. El autista se concentra en aspectos aislados de la realidad y es incapaz de dar a fenómenos aislados la relevancia y importancia que realmente tienen. Vea también http://es.wikipedia.org/wiki/Autismo.

Con esto la enfermedad de la cooperación de economistas está descrito bastante bien. El procesamiento de información de la cooperación de economistas es sin duda alguna trastornado. Tienen sin duda alguna comportamientos estereotipos, quiere decir que tratan de resolver cualquier problema de la misma manera, no reconocen el punto central y relevante de un problema y se pierden en futilidades. En esto se asemejan a los autistas que se concentran en cosas irrelevantes. Se trata por lo tanto de un real enfermedad que solo se puede curar si se nombra claramente el problema.

Alfred Marshall describe la elasticidad del precio de manera meramente verbal, pero se ocupa del problema principal, o sea con la pregunta si es posible de determinarla o que problemas se encontrará al tratar de determinarla. (La modelización matemática la trasladó al apendix de su obra.)

La elasticidad del precio se refiere a dos fenómenos muy concretos que no se debe confundir con otros fenómenos. Se refiere al hecho que la utilidad marginal baja con el consumo de un producto y por lo tanto se paga cada vez menos y al hecho que, en el caso de productos de los cuales se consume un solo ejemplar, que el consumo solo comienza si el precio baja al nivel que corresponde. En otras palabras. Para incitar a alguien que ya ha bebido dos cerveza de beber una tercera y cuarta el precio tiene que bajar, porque la tercera y la cuarta no le brinda la misma utilidad que la primera y segunda. (Al no ser así no se recibiría una rebaja si se compra seis botellas de cerveza.) El segundo aspecto es similar, pero no igual. En este caso se consume un solo ejemplar, por ejemplo un smartphone, y solo si el precio del smartphone baja a un precio que corresponde a la utilidad se lo compra.

Pero una lista de combinaciones precio / cantidad solo se puede hacer, teóricamente, de hecho ni siquiera esto es posible, durante una temporada más o menos larga y en esta temporada van a cambiar igualmente las preferencias, los ingresos, la moda etc.. Dicho de otra manera en esta lista tenemos cualquier cantidad de otros efectos que no tienen nada que ver con los efectos que realmente queremos medir.

Se podría decir que da igual a qué se debe la relación entre precio y cantidad, sin embargo es una gran diferencia a nivel del análisis. Para una empresa es una gran diferencia si esta relación se debe a un hecho "natural", si el mercado para este producto está saciado, esto por ejemplo sucede con el carbón, si su producto compite con otro producto, esto sucede por ejemplo con los laptops que compiten con los tablets, o si las preferencias cambian debido a un cambio de la moda. Igualmente es posible que los precios quedan iguales pero los ingresos suben y el producto se hace solo más barato en comparación con los ingresos. (De hecho un fenómeno muy relevante. Una tableta de chocolate no es realmente más barata hoy en día que hace cuarenta años, pero en comparación con lo que la gente gana es más barata.) Más interesante que la fórmula matemática que describe la relación entre un cambio porcentual del precio y un cambio porcentual de la cantidad sería saber la causa de estos cambios. La formula matemática sugiere una precisión que primero no hay y segundo no es el punto interesante de la historia.

Este problema, dicho sea de paso, es típico para la modelización matemática en la ciencias sociales. Se confunde efectos, que forman parte de la modelización, con las causas.

Todas estas fórmulas sugieren una exactitud que ya es engañosa por el mero hecho que ignora el tiempo tanto al eruir los datos como a la temporada dentro de la cual estos datos deben ser válidos.

Los datos crudos, o sea los precios con sus respectivas cantidades solo pueden ser averiguados comparando precios y cantidades en distintos tiempos y esto ya es un problema, dejamos al lado que estudios de este tipo no existen, porque en temporadas tan largas hay cantidad de cosas que cambian.

Si por ejemplo los ingresos suben, la utilidad del dinero en general baja y lo que al principio fue un producto de lujo, como por ejemplo el salmón en Alemania hace treinta años, es hoy en día algo tan común y corriente como un queso. Es incluso difícil de saber lo que ha realmente pasado. Alguna gente ha constatado que no les gusta el salmón, lo han probado una vez y no han vuelto a comprarlo. Otra gente habrá sustituido el jamón serrano por el salmón ahumado. Habiendo bajado el salmón también de precio, compite ahora también con los chorizos. Habrá otro gente que dedican el mismo porcentaje de sus ingresos a alimentos y consumen los mismo que antes de todos los productos que consumieron antes y encima salmón, caviar, ostras etcétera..

El concepto de la elasticidad de los precios fue formulado por primera vez de Alfred Marshall. Sin embargo este lo miro con ojos más críticos. A parte de la dificultades ya mencionadas, este concepto establece una relación entre efectos, pero no explica la causas que producen estos efectos, vio un par de otros problemas.

Nosotros ni siquiera nos habríamos ocupado de estos problemas dado que la relevancia práctica de la micro-economía es muy relativa, sirve más bien para analizar algunos aspectos generales como monopolios, polipolios, los efectos de intervenciones estatales en la fijación de precios sin entrar realmente en los detalles, vea medición cardinal de la utilidad, y ignorando igualmente aspectos relevantes y circunstancias individuales. El aviso que el mercado perfecto es una ficción, que los bienes nunca son homogéneos, que siempre hay preferencias locales / temporales / personales y que estas suposiciones hacen superfluas una economía de mercado dado que en un mundo donde son validas estas suposiciones no hace falta una economía de mercado, vea mercado perfecto, no hace realmente falta. No somos tan radicales, pero como el maestro mismo cree necesario de decirlo, lo citamos.

The above difficulties are fundamental: but there are others which do not lie deeper than the more or less inevitable faults of our statistical returns. We desire to obtain, if possible, a series of prices at which different amounts of a commodity can find purchasers during a given time in a market. A perfect market is a district, small or large, in which there are many buyers and many sellers all so keenly on the alert and so well acquainted with one another's affairs that the price of a commodity is always practically the same for the whole of the district. But independently of the fact that those who buy for their own consumption, and not for the purposes of trade, are not always on the look out for every change in the market, there is no means of ascertaining exactly what prices are paid in many transactions. Again, the geographical limits of a market are seldom clearly drawn, except when they are marked out by the sea or by custom-house barriers; and no country has accurate statistics of commodities produced in it for home consumption. Again, there is generally some ambiguity even in such statistics as are to be had. They commonly show goods as entered for consumption as soon as they pass into the hands of dealers; and consequently an increase of dealers' stocks cannot easily be distinguished from an increase of consumption. But the two are governed by different causes. A rise of prices tends to check consumption; but if the rise is expected to continue, it will probably, as has already been noticed, lead dealers to increase their stocks. Next it is difficult to insure that the commodities referred to are always of the same quality. After a dry summer what wheat there is, is exceptionally good; and the prices for the next harvest year appear to be higher than they really are. It is possible to make allowance for this, particularly now that dry Californian wheat affords a standard. But it is almost impossible to allow properly for the changes in quality of many kinds of manufactured goods. This difficulty occurs even in the case of such a thing as tea: the substitution in recent years of the stronger Indian tea for the weaker Chinese tea has made the real increase of consumption greater than that which is shown by the statistics. Las dificultades descritas antes son fundamentales, pero hay también otros que son igual de graves que los errores inevitables de sondeos estadísticos. Lo que deseamos es una lista, si posible, de precios que muestran los precios por los cuales diferentes cantidades en temporadas distintas han encontrado compradores. Un mercado perfecto es un lugar, grande o pequeño, donde muchos compradores y muchos vendedores se encuentran y donde todo son tan atentos y tan enterados de los negocios de los otros que el precio es siempre casi el mismo en este lugar. Pero aparte del hecho que aquellos que solo compran para sus necesidades propias y no para comerciar no siempre prestan atención a cualquier movida del mercado tampoco hay una posibilidad para saber que precio fue pagado en las múltiples transacciones. Los límites geográficos de un mercado son, si dejamos al lado los casos en los cuales este está claramente delimitado por un mar o por barreras aduaneras, no está siempre claramente definido y ningún país dispone de estadísticas lo suficientemente precisas sobre los productos producidos por el mercado nacional [significa que para los productos importados / exportados hay estadísticas] y incluso estas estadísticas son ambiguos. En general figuran como consumidos a partir del momento que son registrados en el almacén del comerciante lo que significa que un aumento en el almacén del comerciante no puede ser distinguido de un aumento del consumo real, a pesar de que estos dos tienen causas muy distintas. Una subida del los precios apunta a un consumo. Pero si se supone que la subida de los precios será duradera tendrá eventualmente el efecto, como ya lo hemos descrito antes, que los comerciantes aumentan su stock. A parte de esto es difícil de asegurar que las mercancías que se registra siempre son las mismas. Después de un verano seco el trigo es de una calidad excepcional y los precios para la próxima cosecha más elevados de lo que realmente corresponde. Se puede, sobre todo desde que el trigo californiano seco ha llegado a ser el estándar, hacer evaluaciones, pero es imposible de tomar en cuenta todos los cambios cualitativos que pueden haber en los productos fabricados. Este fenómeno incluso ocurre con cosas tan simples como el té: La substitución que se ha producido en los últimos años del té más fuerte de India por el té más débil de China ha llevado a un aumento mayor de consumo que las estadísticas sugieren.

Alfred Marshall, Principles of Economics, BOOK III, CHAPTER IV, THE ELASTICITY OF WANTS

La economía es una ciencia muy, pero muy curiosa. La mayoría de los economistas, si se les preguntase, dirían que han obtenido sus teorías de manera inductiva, o sea que han buscado la "ley" o la tendencia detrás de unas observaciones hechas. Pero exactamente esto es improbable, porque incluso la ley más básica de la economía, la ley fundamental, la ley a la cual todo el mundo cree como los creyentes a la concepción inmaculada, la ley que dice que la cantidad vendida sube / baja cuando el precio baja / sube es una excepción en la vida real. Se puede igualmente decir que esta famosa cruz de la demanda y oferta es que encontramos en cualquier libro de texto por lo menos cien veces es completamente irrelevante para la realidad.

Supone esta cruz que al bajar el precio ocurren dos efectos. Habrá menos gente que ofrece el producto y más gente que quiere comprar este producto. Que la primera suposición es crítica ya lo hemos dicho varias veces y vamos al volver sobre el tema, vea equilibrio a corto y a largo plazo.

Que los precios suben al incrementar la demanda dado que solo a un precio más alto se puede incitar a nuevos vendedores de entrar en el mercado es probable a corto plazo y muy probable en el caso de la oferta es limitada por razones naturales. La oferta de piedras preciosas por ejemplo no se puede aumentar (dejamos al lado los detalles). Si la demanda crece el precio va subir y algunos demandantes no podrán comprar una piedra de este tipo. Igualmente podemos observar que el precio sube si la oferta necesita tiempo para adaptarse, lo que es el caso por ejemplo en el sector de las viviendas. Si la demanda sube de golpe, durará un cierto tiempo hasta que se construya nuevas casas. (Y incluso es posible que no se las va construir nunca, porque no hay terreno.)

Pero lo que vivimos realmente mucho más a menudo es que los precios BAJAN si la demanda aumenta. Esto se debe al hecho que las empresas obtienen economies of scale al aumentar la producción y pueden vender por lo tanto sus productos a precios más bajos. Un ejemplo espectacular de este tipo son los móviles y smartphones que costaron una fortuna hace treinta años y hoy en día se la vende en los supermercados al lado de los chicles. Lo mismo ocurrió con las computadoras.

La famosa cruz de demanda y oferta es solo válida si la economía necesita tiempo para adaptarse. Si tomamos el ejemplo para un aumento de la demanda abrupto más espectacular en la historia de la humanidad, la re-unificación de Alemania, en este caso de un día a otro la demanda creció de casi 30 por cientos (17 alemanes del este que dejaron de producir / 62 alemanes del oeste que aumentaron la producción), los precios no subieron en absoluto. Ni en el año 1990 ni en los años que siguieron.

Se puede por lo tanto decir que la famosa cruz de la demanda y oferta que encontramos en los libros de texto y sobre el cual se basa casi todo tipo de análisis micro-económico es una fantasma, al menos en cuanto a economías desarrolladas se refiere.

No se puede negar que en algunos países, por ejemplo en Irán, la oferta no puede adaptarse a la demanda generada por un política monetaria expansiva y obviamente en teoría siempre es posible de aumentar la demanda más allá de las posibilidades de la oferta, pero esto no es el real problema. El real problema actual no es la inflación, es el endeudamiento: del estado, de los bancos, de las entes privadas.

En otras palabras: El real problema de una política keynesiana no es la inflación, es el endeudamiento. Si se genera una demanda con una política monetaria expansiva tiene que ser asegurado que el dinero creado sea eliminado después al saldar el crédito, vea tipo de interés y balanza de pagos.

La cruz de la curva de la demanda y la curva de la oferta sugiere que describe leyes, eterna y universalmente válidos. La oferta aumenta al subir el precio y la demanda baja al subir el precio y al revés, la oferta disminuye al bajar el precio y la demanda sube. Pero en este caso se trata como máximo de una tendencia, vea bases metodológicas y incluso como tendencias hay poca correlación estadística entre precios y cantidades y sobre todo falta el factor tiempo. Si hay una fuerte demanda por smartphones, seguimos en el año 2014 y la única empresa capaz de producirlos es Apple, los precios van a subir. Pero si de golpe aparecen varias otras empresas que igualmente son capaces de producirlos los precios bajan y esto es lo que vemos.

Hemos visto ya, vea David Ricardo, que muchas "leyes económicas" que se tomaba como obvios, en el caso de David Ricardo tan obvios que ni siquiera se tomó la molestia de explicarlos, resultaron completamente obsoletos. La ley de la demanda y oferta es un buen candidato para la próxima ley que se revelerá obsoleto.

El tiempo que la oferta necesita para adaptarse a la demanda depende de la formación de la gente. Para ponerlo simple. Sudamérica podría mejorar su situación si produjesen los smartphones ellos mismos o si por lo menos generasen una parte del valor añadido en Sudamérica, lo que ni siquiera está tan difícil. Otra cosa que podrían hacer es utilizar linux en vez de Windows, porque el primero es gratis. Si la manada de idiotas que da clases de economía en las universidades cambiarían los planes de estudio, reducir micro-economía a un semestre, habría dos semestres de tiempo para aprender a manejar linux y cuanto más gente sabe usarlo, más probable es que finalmente linux sustituye Windows, lo que no sería solamente ventajoso en cuanto a los costes se refiere, sino también en cuanto a la formación se refiere.

Repetimos, porque es crucial verlo: La famosa cruz de la demanda y oferta se justifica con la clausula ceteris paribus, o sea se supone para el fin del análisis que nada, sobre todo no la tecnología empleada, cambia. En este caso realmente una nueva empresa solo puede entrar en el mercado si los precios suben, dado que con una tecnología dada solo a costes más elevados se puede producir más. Supone la curva de la oferta aparte de esto que hay empresas más eficaces que otras, porque algunas reciben una renta y el productor marginal no. Esto ya es una contradicción en si misma, porque si hay plena información, como la famosa cruz de la demanda y oferta lo sugiere, por ¿qué no todos tienen la misma tecnología?

Se supone en general que la economía neoclásica es el fundamento teórico de una economía de mercado libre y el opositor del marxismo. Esto es completamente erróneo. Una economía de mercado libre es eficaz porque permite de la manera más eficaz corregir errores, adaptarse a nuevas situaciones y confrontar un futuro desconocido. Entes privadas saben mejor que entes centrales como reaccionar a hechos nuevos, porque son los primeros a realizar el problema, conocen mejor que las entes centrales su capacidades y posibilidades, conocen las alternativas que tienen y por último están obligados a reaccionar si no quieren ser eliminados lo que no es el caso de un funcionario público. Pero si se niega que el problema que una economía de mercado quiere resolver existe, entonces se niega también la fuerza de la economía de mercado. La suposición de la plena información, que nada cambia, que no hay preferencias etc. etc. significa que la economía de mercado resuelve un problema que de hecho no existe. En una situación de información completa, sin inseguridades ni riesgos una economía planificada por una ente central es superior. La teoría neoclásica no es el opositor del marxismo, ES una VARIACIÓN DEL MARXISMO.

El hecho que se lee por todas partes que la economía neoclásica es el opositor del marxismo se debe al hecho que se confunde el neo-liberalismo con la economía neoclásica que de hecho tienen poco que ver el uno con el otro. Se puede efectivamente deducir de la teoría neoclásica que la competitividad total maximiza las rentas, vea medición cardinal de la utilidad, o se puede argumentar con el optimo paretiano, lo que sugiere que cualquier intervención estatal disminuye las rentas y por lo tanto el bienestar común. Pero este tipo de análisis se basa en la hipótesis que hay transparencia total y que todos los actores están perfectamente informados. La argumentación de los neo-liberales, sobre todo de Milton Friedman, es completamente distinta. Ellos argumentan que la economía de mercado libre es el mejor mecanismo de coordinación, dado que la información es incompleta y la transparencia total no existe, vea también este vídeo Milton Friedman, free to choose. Milton Friedman apunta a un problema real. A la coordinación a través de precios de individuos que se desconocen. El problema con Milton Friedman es otro. Milton Friedman quiere resolver todos los problemas de la tierra por el mercado y los problemas que el mercado no resuelve, tampoco hay que resolverlos. En este mundo no hay espacio para procesos decisorios democráticos lo que le llevó a suponer dictaduras como la de Pinochet siempre y cuando que establecen un sistema donde el mercado resuelve todo. El problema es que el mercado no resuelve todos los problemas, vea también homo oeconomicus, investigación y desarrollo por el estado etc.. Vamos a volver sobre el tema al hablar de Hayek y de Friedman.

Es importante ver la diferencia entre el la economía neoclásica y el neo-liberalismo, que a su vez tiene poco que ver con el liberalismo de John Stuart Mill. Si confundimos todo con todo tenemos al final cantidad de nociones para la misma cosa y nadie sabe realmente lo que significan. Llegamos a un estado en el cual cualquier discusión sensata es imposible, porque las nociones dejaron de tener un significado concreto.

La famosa clausula ceteris paribus no sirve para nada a pesar de que la encontramos en cualquier libro de texto sobre micro-economía. La cuestión no es si algunas cosas quedan iguales, con esto se puede vivir. La pregunta es si la clausula ceteris paribus no excluye del análisis los factores y parámetros cruciales. Lo mismo vale para la leyes naturales. Un astro-físico puede excluir de su análisis la forma exacta de un monte sobre la luna. Pero si excluye de su análisis la masa de la luna y la ley de la gravitación, entonces su análisis no sirve para mucho.

Es ridículo decir que ceteris paribus la ley de hierro del sueldo de David Ricardo sería válido y el análisis de David Ricardo correcto. El problema es que la ley de hierro del sueldo trabaja con una hipótesis que se revelaron erróneas.

La muy famosa cruz de la curva de la demanda y la curva de la oferta es de Alfred Marshall, sin embargo este se se expresa de manera más cuidadosa y bien diferenciada en cuanto se refiere a la validez de esta cruz y sobre todo distingue entre corto plazo y largo plazo, vea equilibrio a largo plazo y equilibrio a corto plazo.

Es de suponer que Alfred Marshall dedujo el transcurso de la curva de demanda, cuanto más bajo está el precio, más se vende, de la utilidad marginal, a pesar de que se podría igualmente deducir este transcurso de otra manera, vea medición cardinal de la utilidad. Este transcurso es "intuitivamente" plausible, sobre todo porque es algo que vivimos muy a menudo, por ejemplo cuanto hay rebajas. Aparte de esto es una relación lógica. Si los ingresos se quedan iguales, se puede comprar más cosas, si éstas son más baratas. Obviamente. Sin embargo es de constatar que lo que hoy en día se nos presenta en los libros de texto de economía de manera matemática es nada más que un simple "intuición" o algo plausible que pega bien, como tendencia, con nuestra experiencia personal.

El caso de la curva de oferta es completamente distinto. Esta curva nos representa los costes como algo independiente de la demanda, pero de hecho los costes dependen de la demanda. Los costes fijos dependen de la demanda. Cuanto más alta es ésta, tanto más los costes fijos por unidad bajan.

El hecho que la curva de la oferta trabaja con los costes marginales, que excluye los costes fijos, no resuelve el problema. Es correcto que un calculo que se basa en los costes marginales sugiere que hay que vender mientras que haya un margen de cobertura, o sea mientras que el precio sea más alto que los costes variables por unidad. Esto significa que a lo mejor no se va ganar eventualmente lo suficiente para cubrir los costes fijos, pero por lo menos se va minimizar las pérdidas. Solo cuanto incluso los costes variables son más altos que el precio se dejará de vender, porque entonces las pérdidas aumentan con cada entidad vendida.

Sin embargo esto no resuelve el problema. Si los costes fijos bajan, sea porque las plantas son más eficaces, sea que son más baratas porque el saber para producirlos se difunde, la suma de los márgenes e cobertura pueden ser también cada vez más bajos y dado la competencia entre las empresas los precios de oferta bajaran también. Si los costes fijos son bajos, la empresas necesitan margenes de cobertura cada vez más bajos para sobrevivir y bajarán sus margenes de cobertura, porque la competencia les obliga de hacerlo. En resumidas cuentas. No se puede abstraer de los costes fijos. Los costes dependen de la demanda. No son un fenómenos independientes.

El modelo de la cruz de la curva de la demanda y la curva de la oferta es un modelo estático. El óptimo de Cournot puede ser igualmente la combinación entre precio / cantidad de venta donde las pérdidas son mínimas, pero esta empresa desaparecerá a largo plazo del mercado porque no podrá cubrir los costes fijos. Pero si los costes fijos, de manera absoluta o en por unidad, al aumentar el volumen de venta, baja, entonces hay más empresas. Esto a la vez cambia el transcurso de la curva de oferta.

Aparte de esto hay también un problema analítico. Algunas cosas pueden ser analizadas moviendo la curva de la demanda a la derecha o a la izquierda. Una subvención por ejemplo es lo mismo que una disminución de los gastos y se puede describir esto moviendo la curva de la oferta a la derecha. Al revés en el caso de un impuesto. Pero dado que la curva de la oferta es la agregación de los costes marginales de las impresas individuales no contiene los costes fijos y por lo tanto los costes fijos no entran en este modelo y no pueden ser analizados con este modelo. Los costes fijos se puede pasar por alto en un análisis estático y a corto plazo, pero no a largo plazo, donde procesos dinámicos juegan un papel decisivo.

En otras palabras. La optimización de la ganancia que encontramos en los libros de texto sobre economía es, dejamos al lado el problema que los datos fundamentales se desconoce y los ejemplos en estos libros trabajan con ejemplos ficticios, correcto en un día determinado con una determinada estructura. Pero de esta situación se desprenden cantidad de efectos secundarios. Si por ejemplo la empresa solo logra a minimizar sus pérdidas, desaparece del mercado lo que a su vez lleva a otra situación. Igualmente es pensable que puede reducir sus costes fijo y el margen de cobertura basta entonces para cubrirlos, lo que lleva a otra situación. Igualmente es pensable que se produce un cambio tecnológico que más empresas pueden sobrevivir con este margen de cobertura. En resumidas cuentas: Analizar una cierta situación, a base de ejemplos teóricos, dicho sea de paso, no permite realmente evaluar la situación. En otras palabras: Todos los hermosos ejercicios que encontramos en los libros de textos y todos los exámenes que se hace para recibir los credits points en la universidad uno se los puede pegar igualmente al culo.

Esto no es nada muy teórico, es lo que vivimos todos los días. Si las plantas industriales se hacen más baratas, bajan también los precios y las plantas industriales se hacen más baratas cuando el saber necesario para producirlas se difunde.

¿Qué significa esto concretamente? Esto significa concretamente que envés de comerse el coco sobre sobre rentas, puntos de Cournot, elasticidades, óptimos paretianos, utilidad marginal etc. etc.. más vale reflexionar sobre como se puede mejorar la difusión del saber. Se puede reflexionar un semestre sobre estas cosas, de manera breve y precisa y sin abracadabra matemático, pero después hay que atacar los problemas reales. Siempre hay que tener en cuenta que el tiempo es escaso y mientras que haya gente que vive en la miseria y niños que no reciben una formación escolar no hay tiempo para abracadabra. Y si la cooperación de economistas no quiere entenderlo más vale que se suicidan. El tributario no tiene el dinero para pagar a unos seres parasitarios. Si no son capaces de modificar los planes de estudio, vea preliminares, más vale que desaparezcan.

La curva de la oferta no deriva ni de experiencias personales, como la curva de la demanda, ni de observaciones de la realidad. Es una mera "intuición" a la cual se dio después con un poco de abracadabra matemática la pinta de ciencia pura.

Un caso más curioso vamos a ver más tarde al hablar de Léon Walras. El famoso equilibrio total de Léon Walras se basa en una economía donde solo se CAMBIAN productos, pero no se las produce. Como no puede haber en este caso una adaptación a través de las cantidades, en su sistema solamente cambian los precios.

Dicho esto los errores no se puede imputar a Alfred Marshall. Es perfectamente legitimo de describir una economía estática y si no se pierde de vista el cuadro general se puede llegar con estos instrumentos a conclusiones precisas, vea medición cardinal de la utilidad, y Alfred Marshall no pierde de vista el cuadro general. El original es más diferenciado que las copias de sus ideas en los libros de texto sobre micro-economía de hoy en día.

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Anotaciones:

ES        DE

Elasticidad del precio y del ingreso.

La elasticidad del precio muestra los efectos de un cambio del precio sobre la cantidad vendida.

La elasticidad del ingreso muestra la reacción de un cambio de los ingresos sobre la cantidad vendida.

Las distintas combinaciones de precio / cantidad solo se puede determinar a través de datos estadísticos coleccionado durante una cierta temporada, lo que ya falsifica los resultados, porque estas listas miden los efectos, pero no las causas.

La cruz de la curva de la demanda y la curva de la oferta es una simplificación porque de hecho los costes también dependen de la demanda.

 

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