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2.1.1. Bases Metológicas

En la obra de Alfred Marshall tenemos la economía todavía en estatus nascendi, o sea antes del establecimiento de un canon fijo que convirtió el objeto de la economía, los métodos y las metas en algo no controvertido.

Todos los libros de textos sobre micro-economía, que se basan enteramente, si dejamos al lado el abracadabra paretiano, sobre los conceptos, presentados en una versión simplificada, de Alfred Marshall.

Fundador de la micro-economía es relativo, porque en este entonces la economía era micro-economía. La idea de que un comportamiento racional de una ente privada, sea ésta un hogar o una empresa, puede ser irracional a nivel de la economía general no se le ocurrió a Alfred Marshall. El fundador de la macro-economía tal como en día la conocemos nació en 1936 con la General Theory of Employement, Interest and Money de Keynes. Si un comportamiento racional de las entidades privadas lleva a una situación que nadie quiso, esto es la afirmación central de la teoría keynesiana, entonces no basta un mero análisis microeconómico. Ahorrar por ejemplo puede ser un comportamiento muy sensato a nivel privado, pero tener efectos nefastos a nivel macro-económico.

Sin embargo a nivel micro-económico Alfred Marshall creyó cantidad de conceptos útiles, por lo menos si no se utiliza estos instrumentos de manera mecánica, si sabe lo que se está haciendo y si no se pierde de la vista el cuadro general, o sea los hechos contingentes, imprevisibles, espontáneos que influyen la economía. Vamos a ver en seguida que Alfred Marshall estaba perfectamente consciente de esta problemática. No se debe confundir nunca Alfred Marshall, que era un intelectual, con un chiflado como Vilfredo Pareto o Léon Walras.

De obras complejas han llegado a formar parte del canon oficial algunos conceptos, arbitrariamente y de manera ecléctica elegidas. Esto fenómeno lo hemos ya visto varias veces. La teoría de los costes comparativos de David Ricardo es un ejemplo para ello, la ley de Say, la mano invisible de Adam Smith. Otros conceptos, como por ejemplo el concepto del precio natural / precio de mercado de Adam Smith cayeron en el olvido. Es difícil de decir porque algunos conceptos encontramos hoy en día en cualquier libro de texto sobre economía, aunque de manera simplificada, y otros, de hecho más relevantes, cayeron en el olvido.

Pero no solo algunos conceptos relevantes cayeron en el olvido y otros, no siempre muy relevantes, como el óptimo paretiano, los encontramos hoy en día en cualquier libro de texto. Incluso fueron excluidos del canon autores enteros, como por ejemplo Joseph Schumpeter, cuyo concepto del dinero es sin duda alguna relevante. (Muy al contrario de Léon Walras, que es completamente irrelevante.)

No decimos que Hayek sea muy relevante como economista, sin embargo apunta a un problema real. El estado que interviene acapara recursos y con los recursos poder, vea también actividades estatales. Es un problema que hay que tener presente y sobre el cual se puede reflexionar un par de minutos. Sin embargo fue descartado por completo de los planes de estudio.

Llama la atención que fueron excluidos todos los conceptos y autores (Friedrich Hayek, Walter Eucken, Alfred Müller Armack, Joseph Schumpeter) que no se prestaron a la modelización (matemática) o que no presentaron sus ideas de esta forma.

Es de suponer que consciente o inconscientemente es el método que determinó qué autor y qué concepto forma parte del canon. Los conceptos y autores que utilizan la modelización matemática fueron integrados al canon y conceptos y autores que no se prestaron para la modelización (matemática) fueron excluidos.

 

Ilustrativo es el caso de Keynes. La Teoría general sobre el Empleo, Interés y Dinero no forma nunca, en el original, parte de los planes de estudio, pero si la versión simplificada presentada de manera más "matemática" de esta teoría. El original de Keynes es texto puro. Sin gráficas y casi sin fórmulas matemáticas.

Lo que distingue los autores de la economía neoclásica de los autores clásicos es que los primeros reflexionan sobre la metodología, como vamos a ver en los capítulos sobre Vilfredo Pareto, Carl Menger y Léon Walras, los segundos no. Ha habido por lo tanto un cambio. Los clásicos se acercaron a su objeto de estudio de manera "intuitiva" sin reflexión alguna de lo que es su objeto de estudio. Se nota esto también en la cantidad de anotaciones históricas, sociales y morales en obras como Wealth of Nations (Adam Smith), Principles of economics (David Ricardo), Traité d'économie (Jean Baptiste Say) etc.. Esta manera de proceder tiene la ventaja de que se corre menos el riesgo de un estrechamiento de la perspectiva y la desventaja, que las nociones muy a menudo no son muy precisas. Los autores de lo que hoy en día se denomina economía neoclásica comenzaron a separar el hombre en ser económico, un ser social y un ser histórico y el hombre económico es su objeto de estudio, a pesar de que les costó mucho separar el ser económico del resto, como vamos a ver más tarde. En los libros de texto de hoy en día tenemos otra situación. Se reflexiona hoy en día ni sobre los métodos, ni sobre el objeto del estudio, porque se trabaja con un par de conceptos básicos y tanto los métodos como los conceptos están claramente definidos, a pesar de que no está muy claro si estos conceptos permiten de analizar la realidad.

Al principio Alfred Marshall declara todavía la física como el paradigma metodológico de la ciencia. Un punto de vista erróneo, porque la física conoce pocos fenómenos contingentes, imprevisibles y espontáneos. Vamos a ver más tarde, vea abajo, que después relativiza la relevancia de este paradigma para la economía. (Lo que le distingue de Léon Walras, en la obra del cual las cantidades giran atraídos por los precios alrededor del equilibro como la tierra gira alrededor del sol atraída por la fuerza de la gravitación.)

Those physical sciences, which have progressed most beyond the points to which they were brought by the brilliant genius of the Greeks, are not all of them strictly speaking "exact sciences." But they all aim at exactness. That is they all aim at precipitating the result of a multitude of observations into provisional statements, which are sufficiently definite to be brought under test by other observations of nature. These statements, when first put forth, seldom claim a high authority. But after they have been tested by many independent observations, and especially after they have been applied successfully in the prediction of coming events, or of the results of new experiments, they graduate as laws. A science progresses by increasing the number and exactness of its laws; by submitting them to tests of ever increasing severity; and by enlarging their scope till a single broad law contains and supersedes a number of narrower laws, which have been shown to be special instances of it. Los sectores de la física que más sobrepasaron el punto fijado por los griegos no son todos lo que denominaríamos en el sentido estricto "ciencias exactas", sin embargo todos aspiran a la exactitud. Todos tratan de fundir los resultados de sus distintas observaciones en afirmaciones los suficientemente exactos para que se les pueda comprobar con otras observaciones sobre la naturaleza. Al ser formulados por la primera vez estas afirmaciones no pretenden de ser válidos. Pero después haber sido puestos a prueba a través de observaciones independientes y sobre todo después haber sido utilizado para pronosticar acontecimientos en el futuro o para pronosticar el resultado de otras pruebas se convierten en leyes. Una ciencia avanza en la medida que la cantidad de leyes y la precisión de estas leyes aumenta; al ponerlos a pruebas cada vez más severos y al extender el ámbito de aplicación y cuando una sola ley resume el contenido de otras leyes con un ámbito de aplicación más restringido que son un caso especial de una ley general.

Alfred Marshall, Principles of Economics, ECONOMIC GENERALIZATIONS OR LAWS

El concepto de las ciencias y leyes corresponde a lo que el sentido común espera. También en la vida privada. Tiene que ser posible de comprobar a través de observaciones que una ley es válida. Que las piedras flotan en el aire solo lo creemos si alguien lo muestra. Parece por lo tanto bastante banal, a pesar de que tan banal no es. El primer problema, sobre todo en economía, es el hecho que las observaciones son determinados por otras factores. Las observaciones en economía no son la causa de algo, sino solamente el efecto. Se puede establecer una relación entre un aumento de la cantidad de dinero y una aumento de la inflación, pero para que un aumento de la cantidad de dinero lleva a una inflación, tienen que pasar muchas cosas. (Alguien debe coger el dinero de los bancos y producir un excedente de la demanda, el aparato productivo debe ser agotado, los sindicatos deben tratar de ser recompensado por la inflación etc.etc.. La actualidad, seguimos en el año 2013, nos muestra que un aumento dramático de la cantidad de dinero no lleva a ninguna inflación, porque las relaciones causales han cambiado.) Hemos visto ya al hablar de David Ricardo que él partía de leyes que tomaba como algo tan seguro, crecimiento de la sociedad, ley de hierro del sueldo, escasez de la tierra que ni siquiera discutía estas leyes. Sabemos hoy en día que sus tres leyes fundamentales sobre las cuales basa todo su sistema teórico se revelaron erróneos, vea David Ricardo. En la física las leyes son eternos, en la economía dependen muy a menudo de factores contingentes, imprevisibles espontáneos que cambian en el tiempo. La idea de que el progreso de una ciencia se mide por la cantidad de leyes, ...A science progresses by increasing the number and exactness of its laws..., ya implica que se excluye todo aquello que no se puede formular como una ley, pero que tienen un impacto fuerte sobre la economía: avance tecnológico, formación / educación, rendimiento de las inversiones en investigación y desarrollo, fuerza innovador, creatividad, sistema político etc. etc.. Gran parte de los problemas actuales de la economía, su percepción pública como algo irrelevante, sin valor explicativo para el mundo real, deriva de este pecado original. Sin duda alguna Alfred Marshall describe un método sensato para la física. Pero habría debido preguntarse si el mismo método es sensato también aplicado a la economía, que es de hecho una ciencia social y en las ciencias sociales hay una dialéctica eterna entre el sujeto y el objeto. El hombre transforma su contorno, pero la transformación de su contorno transforma también a él.

El segundo problema es que no define bien lo que entiende por exactitud: ... A science progresses by increasing the number and exactness of its laws... El problema no es descubrir leyes exactas, el problema es encontrar leyes relevantes. La ley de la utilidad decreciente por ejemplo es bastante exacto, incluso es accesible a una observación. Cuanto más baratos son las cosas, tanto más la gente compra, porque si la utilidad baja con el consumo, el producto tiene que ser más barato para que el precio corresponda a la utilidad. En los libros de texto sobre economía encontramos siempre cantidad de ejercicios matemáticos con los cuales se quiere demostrar esta ley con más precisión. El problema es, que no hay nada para demostrar. Es obvio. Se puede igualmente demostrar matemáticamente que cuando se hace más oscuro, menos se ve (ley de la visibilidad decreciente), pero no hay de hecho nada a demostrar. La ley es siempre cierta. O sea una ley puede ser exacta, puede ser general y igualmente trivial y sin valor alguno y el problema de la economía es que gran parte de sus leyes son de este tipo. En cualquier país del mundo y en los mundos extraterrestres habrá por ejemplo un productor marginal, o sea el productor más ineficaz que dado una determinada demanda puede producir todavía, los más eficaces reciben una renta, vea David Ricardo. El problema es, que esta ley la comprende cualquier idiota. Si la demanda por tortas crece enormemente, probablemente incluso el autor de estas líneas podría producir y vender tortas, a pesar de que sus tortas serían carísimas, porque cualquiera es más eficaz que el autor en producirlas.

Sea como sea, la producción de leyes parece ser efectivamente la meta de los economistas hoy en día y si no las producen, por lo menos las reproducen en abundancia. Basta abrir cualquier libro de texto sobre economía para encontrar centenares de leyes, la mayoría poco útiles cuando se trata de analizar un fenómeno concreto. Resulta difícil imaginarse, para dar un ejemplo, imaginarse una situación en la cual el concepto del optimo paretiano puede ser de gran ayuda.

La segunda afirmación, que hay que poner a pruebas las leyes encontradas, sea aplicándolos para hacer pronósticos sea para pronosticar los resultados de una prueba, es más crítica. La economía trabaja más bien con ejemplos ficticios simplificados que pegan bien con la ley cuya validez se quiere corroborar abstrayendo de la realidad, en vez de buscar leyes que pegan con la realidad. (También en cuanto se refiere a esto la teoría neoclásica y el marxismo se asemejan. En el Capital de Karl Marx a igual que en Économie Politique de Léon Walras hay centenares de ejemplos ficticios que sirven para ilustrar las leyes económicas universales, pero ninguna referencia a datos empíricos.)

La frase "science progresses by increasing the number and exactness of its laws" es un poco crítica. Una ciencia igualmente puede progresar en la medida que comprende más fenómenos en su individualidad y las experiencias hechas en un determinado sector pueden se útiles en otros sectores. Las leyes universales suponen que se puede abstraer de fenómenos individuales y que estas leyes universales son tan relevantes, significativos en Alemania que en Bolivia y que tanto en Bolivia como en Alemania sirven para controlar la economía. Lo que falta es la prueba de que esto sea así. Indudablemente la ley de gravitación vale tanto en Alemania como en Bolivia y es fácil de comprobar que es así. Si las leyes universales de la economía valen tanto en Bolivia como en Alemania se debe esto al hecho que son tan triviales que se puede abstraer de cualquier circunstancia individual. El problema es, que esto no nos sirve para nada. Tanto en Bolivia como en Alemania dos personas solo van a cambiar cosas si por el cambio ambos mejoran su situación, algo muy compatible con la teoría paretiana. Esta ley incluso vale en el marte si los marcianos no están completamente chiflados, pero no es el hecho interesante. El hecho interesante es el valor de las cosas que cambian.

Los métodos a aplicar dependen del objeto que se quiere estudiar. Lo que Alfred Marshall debería comprobar es que el objeto de la física se asemeja realmente al objeto de la economía, o sea el hombre como actor económico.

Es de suponer, más fácilmente comprobable en cuanto al marxismo se refiere, como vamos a ver más tarde, que las leyes económicas, que existen tanto en el marxismo como en la teoría neoclásica, quieren sugerir que se trata de verdades universales, tan seguros como las leyes de la física. Si se concede que no se puede abstraer de circunstancias individuales, entonces no hay verdades universales y eternamente válidos. Entonces la economía estaría al nivel de las humanidades, la sociología, psicología o ciencias políticas y esto es lo que los economistas suelen temer como el diablo el agua bendita.

Leyes tal como los defina Alfred Marshall, o sea universal- y eternamente válidos de hecho no existen en la economía a pesar de que sobre todo el marxismo sostuvo lo contrario. Incluso la ley más fundamental, que incluso en la vida cotidiana la gente llama ley, la ley de la demanda y de la oferta, dista mucho de ser una ley, de hecho es solo válido en circunstancias muy especiales, vea equilibrio a corto y largo plazo.

Lo que pasa en la realidad es algo muy distinto. Por lo menos en Europa y en Sudamérica el tiempo de las ideologías, si dejamos al lado Cuba, pasó. Ambas ideologías, tanto el marxismo como el "capitalismo", nunca se sabe muy bien lo que la gente que utiliza esta noción entiende por ella, han perdido toda credibilidad. Lo que realmente vemos es un lento proceso de adaptación, de modificación de las leyes y instituciones en el caso de que el estado actual no brinda resultados satisfactorios y un proceso de aprendizaje. Se puede también constatar que en cuanto a las ideas, conceptos, valores morales etc. se refiere los partidos políticos se asemejan cada vez más.

Dicho esto el autor no está tan seguro que la gente necesita conocer leyes universales, pero es útil de entender algunos conceptos de base y ser sensibilizados por un par de problemas. Vea preliminares. El proceso decisorio se podría acelerar y llegar más rápidamente a resultados mejores si la gente tiene presente estos conceptos básicos y si se mejora el acceso a informaciones.

En el párrafo que sigue relativiza su concepto con las leyes. No hace lo que se debería hacer, preguntarse si el objeto de la economía se presta para ser descrito con "leyes", pero dice que en la economía se trata más bien de tendencias. Una tendencia describe una relación causal inestable, lo que es completamente otra cosa que las leyes en la física. Dos cuerpos no tienen una tendencia a atraerse, si no se atraen y se puede calcular muy precisamente la fuerza con la cual se atraen, si se conoce el peso de los cuerpos y la distancia que tiene un cuerpo del otro. Este tipo de relaciones causales no existen en la economía.

A parte de esto tampoco necesitamos leyes. Lo que necesitamos saber son la relaciones causales o los efectos que pueden tener determinados cambios de parámetros económicos relevantes. Un paradigma metodológico para la economía podría ser la biología, vea abajo, sobre todo la biología molecular.

Lo que tenemos en economía son relaciones estadísticas y estas relaciones estadísticas pueden sugerir que hay también una relación causal, pero esta relación causal muy a menudo no está muy clara. Relaciones estadísticas son bastante útiles en la biología molecular porque son un indicio que hay también una relación causal. Si se sabe por ejemplo que el riesgo de tener un infarto cardíaco es mayor para los hombres hasta los 50 años pero igual para hombres y mujeres a partir de los cincuenta se puede tratar de averiguar porque esto es así. Las relaciones estadísticas controlan la investigación, pero obviamente sirven por si solo para muy poco si no se conoce las relaciones causales. Si se quiere desarrollar un medicamento para una determinada enfermedad se necesita saber las relaciones causales. Hay que quebrar un elemento de la cadena causal que lleva a esta enfermedad y para saber esto, hay que conocer esta cadena causal.

Alfred Marshall no se da cuenta que debería reflexionar sobre el objeto de estudio. Lo que describió en el párrafo anterior vale para la física y lo que describe en el párrafo que viene vale para la economía. La diferencia es enorme, también en cuanto a las matemáticas a utilizar. En el primer caso, en el párrafo anterior, se usa la álgebra y en el segundo, en el párrafo que viene, la estadística.

The term "law" means then nothing more than a general proposition or statement of tendencies, more or less certain, more or less definite. Many such statements are made in every science: but we do not, indeed we can not, give to all of them a formal character and name them as laws. We must select; and the selection is directed less by purely scientific considerations than by practical convenience. If there is any general statement which we want to bring to bear so often, that the trouble of quoting it at length, when needed, is greater than that of burdening the discussion with an additional formal statement and an additional technical name, then it receives a special name, otherwise not . Thus a law of social science, or a Social Law, is a statement of social tendencies; that is, a statement that a certain course of action may be expected under certain conditions from the members of a social group. Economic laws, or statements of economic tendencies, are those social laws which relate to branches of conduct in which the strength of the motives chiefly concerned can be measured by a money price. La noción "ley" no significa otra cosa que una propuesta general o una afirmación sobre tendencias más o menos seguras. Afirmaciones de este tipo se hace en cualquier ciencia, pero no les damos y no les podemos dar el carácter formal de leyes. Tenemos que hacer una selección y está selección no está determinada por razones meramente científicas sino por razones practicas. Si hay una afirmación general que queremos utilizar tan a menudo que sería más penoso de describirlo cada vez de nuevo cuando hace falta que de explicar una vez para todos el concepto y darle un nombre, recibe un nombre especial. Si esto no es el caso, no. Una ley en las ciencias sociales o una ley social, es una afirmación sobre tendencias sociales. Quiere decir una afirmación que bajo determinadas circunstancias es de esperar un determinado comportamiento. Leyes económicas, o afirmaciones sobre tendencias llamamos aquellas leyes sociales que se refieren a sectores del comportamiento humano donde la fuerza de los motivos se puede medir con precios.

Alfred Marshall, Principles of Economics, ECONOMIC GENERALIZATIONS OR LAWS

En este párrafo hay dos afirmaciones importantes. Primero distingue entre ley y tendencia. Segundo define el objeto de la economía. El objeto de la economía es el comportamiento humano cuyos motivos se puede medir en precios. Sería mejor de llamar la tendencia una relación estadística. En cuanto a los motivos que se pueden medir por los precios hay obviamente un riesgo. El precio es solo el efecto de algo, pero no la causa. Debajo de los precios se esconden miles de relaciones tecnológicas, psicológicas, sociológicas etc.. y se se excluye todos estas relaciones, se abstrae de todo lo que caracteriza el mundo real. Este concepto es en parte responsable por los problemas que tiene la economía hoy en día. Si se excluye las causas reales del pensamiento económico se llega a lo que tenemos hoy en día en los libros de textos, o sea un análisis muy exacto de problemas inexistentes en la vida real.

Se debería distinguir entre leyes, tendencias y relaciones causales. Si se puede describir leyes, tendencias o relaciones causales depende del objeto de estudio. Afirmaciones tipo "las matemáticas son esenciales para el estudio de la economía" son una chorrada, vea también modelización matemática. Qué tipo de matemática se puede utilizar depende del objeto y del objeto también depende si el uso de las matemáticas, más bien dicho de la modelización matemática, es útil. Se puede distinguir estas situaciones.

  1. La relación causal entre dos acontecimientos puede ser conocida en general, pero no está muy claro cuán estrecha es esta relación. Hay una relación estadística entre las borracheras de fin de semana y los accidentes de tráfico, la relación causal es conocida, pero no está claro cuán estrecha es está relación.
  2. Hay una relación estadística, pero la relación causal está completamente desconocida. La migraña por ejemplo se presenta más a menudo si hace viento foehn, pero desafortunadamente la relación causal está completamente desconocida.
  3. La afirmación describe de manera muy precisa relaciones causales, pero no puede ser formulada de manera matemática. El efecto de ácido acetilsalicílico contra los dolores de cabeza es bien conocido, pero es una mera cadena causal, no hacen falta ningunas matemáticas para describirla.
  4. Las relaciones causales son bien conocidas y pueden ser descritas de manera matemática. Si una bola de hierro cae de una tierra se puede calcular exactamente qué energía cinética tendrá al tocar la tierra.
  5. Se formula una ley de manera matemática, que de hecho no existe

(1) y (2) son tendencias en el sentido de Alfred Marshall. (3) y (4) son lo que él llamaría leyes. La economía y la cooperación de los economistas festejan la versión (4), a pesar de que ciencias muy exitosas como la biología molecular viven perfectamente con las versiones (1), (2) y (3) y la versión (4) ahí no existe. (1) y (2) son meramente empíricos. (3) y (4) derivan de una teoría sobre la realidad, que se puede después poner a pruebas. Típico para la economía es la versión (5). En la versión (5) se sugiere por una función matemática una relación que de hecho no existe. Ni siquiera existe para la función más fundamental de la teoría económica, la curva de la demanda.

Si dejamos al lado (5) todos métodos son útiles, si las condiciones para su uso son dadas. Se utiliza (1) hasta (4) cuando lleva a resultados concretos. "Intuitivamente" dicho sea de paso, sin discusión alguna. Se puede leer en miles de páginas, por ejemplo aquí, MATEMÁTICAS COMO RECURSO PARA ECONOMÍA, que las matemáticas son útiles con cantidad de argumentos que no tienen nada que ver con el tema. La pregunta primordial es muy simple: ¿Se presta el objeto de estudio a este tipo de modelización? En general se puede suponer que el uso de las matemáticas en economía, sobre todo en la micro-economía, es ideológico. Sugiere una precisión que de hecho no existe.

Pero Alfred Marshall se dio también cuenta de algo que la cooperación de economistas no ha comprendido hasta hoy en día cuando suponen que la física es el paradigma metodológico de la economía. La física hoy en día no es la ciencia más exitosa, es la biología y la biología sirve más como paradigma metodológico para la economía que la física.

En este párrafo Alfred Marshall aborda el núcleo del problema. (Bien posible que esto parezca trivial a alguna gente y posiblemente es trivial. Pero el hecho que el método a utilizar depende del objeto a estudiar es una cosa que no entra en la cabeza de economistas.)

At the beginning of last century the mathematico-physical group of sciences were in the ascendant; and these sciences, widely as they differ from one another, have this point in common, that their subject-matter is constant and unchanged in all countries and in all ages. The progress of science was familiar to men's minds but the development of the subject-matter of science was strange to them. As the century wore on, the biological group of sciences were slowly making way, and people were getting clearer ideas as to the nature of organic growth. They were learning that if the subject-matter of a science passes through different stages of development, the laws which apply to one stage will seldom apply without modification to others; the laws of the science must have a development corresponding to that of the things of which they treat. The influence of this new notion gradually spread to the sciences which relate to man; and showed itself in the works of Goethe, Hegel, Comte and others. At last the speculations of biology made a great stride forwards: its discoveries fascinated the attention of the world as those of physics had done in earlier years; and there was a marked change in the tone of the moral and historical sciences. Economics has shared in the general movement; and is getting to pay every year a greater attention to the pliability of human nature, and to the way in which the character of man affects and is affected by the prevalent methods of the production, distribution and consumption of wealth. The first important indication of the new movement was seen in John Stuart Mill's admirable Principles of Political Economy . Mill's followers have continued his movement away from the position taken up by the immediate followers of Ricardo; and the human as distinguished from the mechanical element is taking a more and more prominent place in economics. Not to mention writers yet living, the new temper is shown in Cliffe Leslie's historical inquiries, and in the many-sided work of Bagehot, Cairnes, Toynbee and others; but above all in that of Jevons, which has secured a permanent and notable place in economic history by its rare combination of many various qualities of the highest order. Al principio del siglo pasado las ciencias matemáticas - físicas llegaron a ser cada vez más importantes y estas ciencias, aunque difieren una de la otra, tienen una cosa en común. Su objeto de estudio es constante y el mismo en todos los países. La mente de la gente estaba bien acostumbrado a los avances de la ciencias, pero no estaban conscientes de que hay también un desarrollo del objeto de la ciencias. A lo largo des los años las ciencias del sector de la biología llegaron a ser cada vez más importantes. Aprendieron que cada vez que un sector de la investigación científica pasa por diferentes estado las leyes aplicables a un estado raramente pueden ser utilizados sin modificación al próximo estado. Las leyes de las ciencias tienen que adaptarse al desarrollo de los objetos que estudian. La influencia de estas nuevas concepciones fueron adoptados también de aquellas ciencias que se ocupan del hombre lo que se muestra en la obra de Goethe, Hegel, Comte y otros. Las especulaciones de la biología hicieron un gran paso en adelante. Sus descubrimientos llamaron la atención del mundo entero de la misma manera como los descubrimientos de la física en tiempos anteriores y fue perceptible un cambio de tono en la ciencias morales y históricas. La economía participaba en este desarrollo general y año tras año se dedicó cada vez más a la flexibilidad de la naturaleza humana y a manera en la cual el carácter del hombre influye sobre los métodos de producción dominantes, sobre la distribución y el consumo y como él mismo a su vez es influido por ellos. El primer signo de este nuevo movimiento se ve en la obra excelente Principios de la Economía Política. Los seguidores de Mills siguieron su camino y se alejaron de las posiciones de Ricardo y los seguidores inmediatos de Ricardo. El hombre es cada vez más relevante que relaciones meramente mecánicos. Hay que también mencionar autores que viven hoy en día. La nueva atmósfera también se muestra en los trabajos históricos de Cliffe Leslies y los múltiples trabajos de Bagehot, Cairnes, Toynbee y otros, pero sobre todo en las obras de Jevons, que merece por la combinación de múltiples aptitudes a un nivel alto un puesto seguro y eterno en la historia de la economía.


El párrafo parece poca cosa, pero de hecho contiene unas afirmaciones muy importantes. Hay ciencias cuyo objeto de estudio no depende de circunstancias individuales: ...have this point in common, that their subject-matter is constant and unchanged in all countries and in all ages... Esto significa, sobre todo si las circunstancias individuales tienen un fuerte impacto sobre la economía, que leyes económicas universales solo pueden existir si se abstrae de todas aquellas individuales. En otras palabras: Si la afirmación de esta ley es completamente trivial. Esto significa en concreto para los estudios económicos que es una pérdida de tiempo de mostrar matemáticamente, gráficamente y verbalmente algo que se entiende sin problema alguno en cinco minutos. La ley de la demanda y oferta vale más o menos, de los detalles vamos a hablar más tarde, tanto en Perú como en Francia y lo entiende cualquiera en cinco minutos. Si la gente paga diez veces más si la naranja es pelada ya, así se la vende en Bolivia, habrá una mayor oferta de naranjas ya peladas. Para esto no se necesita ningún cálculo y no hace falta calcular el equilibrio de este mercado basándose en un ejemplo ficticio. Es una pérdida de tiempo. Los conceptos básicos relevantes en todos los países se puede estudiar en tres o cuatro semestres. Después hay que dedicarse a las circunstancias y problemas individuales de cada país. Vea también preliminares.

Después Alfred Marshall se dio cuenta que los métodos a utilizar dependen del objeto que se estudia: ...the laws of the science must have a development corresponding to that of the things of which they treat...Esto significa en concreto que algunas veces se puede modelizar un objeto de manera algebraica, pero de vez en cuando no. El método por sí solo no garantiza de ninguna manera una precisión más elevada. Todo lo contrario. Si se modeliza matemáticamente que no puede ser modelado el resultado es una gran chorrada.

Y por último se dio cuenta que en las ciencias sociales hay, como se diría hoy en día, una dialéctica entre sujeto y objeto. Si tanto el sujeto cambia como el objeto y ambos se influyen mutuamente, entonces hay pocas verdades eternas y mucho menos leyes universales eternamente válidas. Vamos a volver a hablar sobre este tema cuando hablamos de Ernst Bloch.

Lo que significa en este contexto preciso la referencia a Hegel, ...The influence of this new notion gradually spread to the sciences which relate to man; and showed itself in the works of Goethe, Hegel, Comte and others..., no está muy claros, posiblemente Alfred Marshall se refiere a la determinación histórica de la conciencia humana que Hegel supone.

La determinación histórica del hombre juega un gran papel en la famosa disputa positivista entre Adorno y Popper. Si lo que se mide es el mero resultado de un determinado proceso histórico entonces los datos no comprueban nada ni mucho menos pueden servir a justificar algo. El debate es relevante en el contexto de industria cultural. Desde un punto de vista positivista se podría decir que la tele muestra estupideces porque la gente quiere verlas y la tele, y otros medios de comunicación da a la gente lo que quiere. Se puede igualmente decir que la industria cultural formó la gente para que quieran ver y oír estas cosas.

Otro ejemplo: De momento la gente se interesa más por los matrimonios de unos príncipes con unas principescas, lo que de hecho no tiene relevancia ninguna, porque los medios de comunicación les bombardean con noticias de este tipo. Si los medios de comunicación de masas informaran a la gente que el arancel sobre el café tiene consecuencias fatales para los productores del café y va encima a cargo del consumidor en los países que importan café a lo mejor esto les interesaría más. Vea también preliminares.

Que la naturaleza humana es muy flexible, ...the pliability of human nature..., cualquiera lo puede constatar. Hay pocas actidudes muy comunes hace cincuenta años, en cuanto se refiere a la religión, a las preferencias sexuales, a otras naciones y grupos étnicos, a la importancia que se da a la educación / formación y como organizarla etc. etc. que coinciden con las actitudes comunes de hoy en día y algunas de estas actitudes influyen en la economía.

Se comprende sin problemas, si queremos volver 150 años más atrás, que en una sociedad donde la posición de una persona depende del nacimiento produce otros resultados económicos que si la posición depende del éxito económico personal. Se entiende igualmente que un sistema educativo abierto para todo el mundo produce otros resultados económicos que uno cerrado.

En resumidas cuentas: El que sostiene que es el deber de la economía de buscar leyes económicas universalmente válidos tendría que comprobar primero que la economía no depende de circunstancias individuales y que los parámetros que controlan la vida económica son estables en el tiempo. Por lo menos debería comprobar que estas circunstancias individuales son irrelevantes y que su impacto sobre la economía es despreciable. Si ambas cosas no valen solo se puede formular leyes abstrayendo de las circunstancias individuales, o sea las leyes son en este caso irrelevantes y triviales.

El autor diría que esto es el caso. La modelización matemática sugiere que la economía es una ciencia tan exacta como la física, son leyes tan universalmente válidos que las leyes de la física. El uso de las matemáticas, más precisamente del álgebra, en cuanto a la estadística se refiere vea arriba, es ideológico. Sugiere una exactitud que de hecho no existe.

El que entiende por lo tanto bajo análisis económico mover un par de curvas de la derecha a la izquierda y de la izquierda a la derecha solo puede referirse a Vilfredo Pareto y Léon Walras. Las teorías de esto dos se puede modelizar matemáticamente, mejor dicho con ecuaciones, pero de hecho no son más que trivialidades que se puede explicar igualmente en dos minutos.

Las afirmaciones del párrafo por lo tanto son: No hay un solo método, sino una cantidad de métodos y no hay ningún argumente que compruebe que (4), que en cuanto a la economía se refiere es más bien (5), es mejor que los otros métodos. La afirmación inicial, que la economía se ocupa de los motivos del comportamientos humano cuando este se expresa en precios relativiza después. De una concepción mecánica de la economía, o sea de una concepción de la economía como un autómata que se puede controlar ajustando un par de tornillos, tal como lo supone David Ricardo, se distancia.

Para John Stuart Mill, el autor que nombra en este contexto, la actividad económica está incluido en una determinada constitución política y social y esto parece un punto de vista más realista.

Se puede deducir del párrafo también que para Alfred Marshall el paradigma metodológico es la biología con su gran variedad de métodos, (1), (2), (3) y de vez en cuando (4) y no la física, que usa sobre todo (4).

La otra gran pregunta que ocupa los autores de la teoría neoclásica, todos tienen un capítulo dedicado a esto, es la meta de la economía.
Léon Walras y Vilfredo Pareto hacen un alegato apasionado en favor de la ciencia pura, sin fin práctico concreto. Alfred Marshall se expresa de manera un poco más cuidadosa. Es una cosa que no puede funcionar.

Las universidades en general, sobre todo las facultades con poca relevancia práctica, como por ejemplo las humanidades, siempre están en favor de la "ciencia pura" por el mero hecho que no les queda otra cosa que hacer. No es en este caso una decisión libre. Se expresan en favor de la ciencia pura, porque son incapaces de convertir sus contenidos en algo interesante. Su decisión es el resultado de la falta de alternativas.

La ciencia pura puede ser un hobby, pero a partir del momento que lo paga el tributario, no hay ciencia pura. Lo que hay es una investigación básica, o sea una investigación que no lleva inmediatamente a un producto concreto, pero investiga mecanismos fundamentales que sirven de base para la investigación aplicada.

La investigación de base solo la puede financiar el estado por el hecho muy simple que los riesgos son enormes y solo el estado, que profita de todos los efectos secundarios, por ejemplo si la investigación de base lleva a innovaciones. Los resultados de la investigación de base no son comerciables y por lo tanto ninguna empresa privada los va a producir. Al estado da por ejemplo igual si la empresa X o la empresa Y convierte los resultados de la investigación básica en un producto concreto. Pero la empresa X no va financiar una investigación de base, pagar para la cualificación de sus empleados y tolerar que estos se van a la empresa Y para convertir estos resultados en un producto concreto. Hemos visto ya también que ningún estado puede financiar la "ciencia pura" y que todos los partidos políticos en, por ejemplo, España, pretenden fines muy concretos al financiar la investigación y el desarrollo. Vea también investigación y desarrollo por el estado.

La "ciencia pura" desde un punto de vista económico es un derroche de recursos. Los catedráticos de economía muy a menudo insisten, siguiendo sus ídolos Vilfredo Pareto y Léon Walras, que hacen ciencia pura y lo venden como algo muy científico. La verdad es esta. Al que no tiene ninguna experiencia profesional y práctica no le queda otra cosa que hacer que "ciencia pura" y refugiarse en modelos matemáticos protegidos contra la realidad.

Los que más hablan de la "ciencia pura" son las humanidades. La elogian y alaban cada vez se cierra una facultad humanística lo que sucede últimamente muy a menudo, por lo menos en Alemania. La lamentación es divertida, pero completamente inútil. En cuanto a las humanidades se refiere la cuestión si sus actividades son científicas o no es a parte de esto secundario. La pregunta es si dan impulsos al debate público, si logran a interesar la gente por sus temas. Si no lo hacen, se los puede igualmente eliminar. Cada uno puede seguir sus hobbys, sin duda alguna, pero nadie puede exigir de ser pagado por el tributario por esto. Las humanidades son útiles como contrapeso a la industria cultural, vea industria cultural. Pero si las humanidades institucionalizadas son más aburridos, esquemáticos, repetitivos que la industria cultural misma, entonces más vale que se cierre las facultades de humanidades.

Vamos a discutir brevemente las posiciones de Alfred Marshall, Vilfredo Pareto y Léon Walras. Alfred Marshall denomina como la primera meta de la economía la adquisición de saber, o sea "ciencia pura".

Economics has then as its purpose firstly to acquire knowledge for its own sake, and secondly to throw light on practical issues. But though we are bound, before entering on any study, to consider carefully what are its uses, we should not plan out our work with direct reference to them. For by so doing we are tempted to break off each line of thought as soon as it ceases to have an immediate bearing on that particular aim which we have in view at the time: the direct pursuit of practical aims leads us to group together bits of all sorts of knowledge, which have no connection with one another except for the immediate purposes of the moment; and which throw but little light on one another. Our mental energy is spent in going from one to another; nothing is thoroughly thought out; no real progress is made. The best grouping, therefore, for the purposes of science is that which collects together all those facts and reasonings which are similar to one another in nature: so that the study of each may throw light on its neighbour. By working thus for a long time at one set of considerations, we get gradually nearer to those fundamental unities which are called nature's laws: we trace their action first singly, and then in combination; and thus make progress slowly but surely. The practical uses of economic studies should never be out of the mind of the economist, but his special business is to study and interpret facts and to find out what are the effects of different causes acting singly and in combination. La primera meta de la economía es por lo tanto la adquisición de conocimientos por si mismos y segundo de echar luz sobre preguntas prácticas. Aunque es aconsejable de reflexionar sobre la meta antes de comenzar de hacer algo, más vale no concentrarnos únicamente en esta meta, porque haciendo esto dejaríamos inmediatamente de seguir reflexionando cuando tocamos algo que no esté directamente relacionado con el problema que nos ocupa de momento. La persecución de fines meramente prácticos nos incita de acumular cualquier tipo de conocimientos que solo estarán relacionados entre sí por esta meta y que no forman un sistema coherente. Nuestros pensamientos saltan de un punto a otro, nada será examinado en profundidad, no habrá progreso alguno. Si se trata por lo tanto del saber científico más vale de coleccionar todos los hechos y teorías que se refieren a un hecho similar de manera que el estudio de un hecho también echa luz sobre otro similar. Si seguimos así con un determinado tipo de observaciones nos acercaremos poco a poco a las entidades fundamentales que llamamos leyes naturales. Al principio analizamos sus efectos de manera aislada y después todos juntos. Así avanzamos poco a poco y seguro. El economista nunca debería perder de vista la relevancia práctica pero su especial oficio consiste en estudiar los hechos y interpretarlos para saber cuales son los efectos de determinadas causas y como actúan aisladamente y todos juntos.

Alfred Marshall, Principles of Economics, THE ORDER AND AIMS OF ECONOMIC STUDIES

Si comparamos este párrafo con el que sigue, vea abajo, Alfred Marshall se contradice un poco. En el próximo párrafo dice, que hay una gran necesidad para conocimientos prácticos.

En cuanto al resto del párrafo se refiere a lo mejor contiene algo de verdad. Se puede constatar que reflexiones que solo se dirigen a aspectos prácticos, concretos y de inmediata relevancia corren el riesgo de ser profundamente erróneas lo que a largo plazo puede revelarse fatal.

El boom inmobiliario español en los años 2000 - 2008 es un fenómeno de este tipo. Desde un punto de vista micro-económico parecía sensato de construir más y más casas. Los tipos de intereses eran bajos y el precio de los inmuebles subía y subía. Dada esta situación era imposible de convencer a alguien que la cosa no puede seguir así. Si todo el mundo construye pisos, un día los alquileres tienen que bajar y las casas construidas capital fijo, para alquiler, dejarán de ser rentables. Lo mismo pasa con todos los productos financieros, como por ejemplos los seguros de vida, inversiones en fondos etc.. Los problemas actuales se habría podido prever, si se habría comprendido que de hecho todas estas inversiones no son otra cosa que ahorros, o sea dinero no gastado. Pero si los bancos centrales pueden imprimir en una noche más dinero que el resto de la humanidad puede ahorrar en diez años, es obvio que este ahorro no hace falta. Es por lo tanto útil de vez en cuando de tener una perspectiva más amplia. El estado alemán por ejemplo nunca habría debido fomentar el ahorro privado como lo hizo en los últimos diez años.

El presente es un Dios muy poderoso. Si los datos del presente sugieren un determinado comportamiento, entonces la gente va a ser lo que estos datos sugieren, aunque a largo plazo este comportamiento es fatal.

Pero parece que Alfred Marshall habla en este párrafo del método científico en general y no propiamente de los métodos a utilizar en la economía, porque habla de leyes naturales, ...we get gradually nearer to those fundamental unities which are called nature's laws..., habiendo ya hecho una distinción entre leyes y tendencias. Una ley describe una relación causal, una tendencia una relación estadística.

Es poco creíble que lo descrito por Alfred Marshall pueda servir para controlar las inversiones estatales, de hecho del tributario, vea también problemas con los ingresos y gastos estatales. Las entidades científicas subvencionadas por el tributario tienden mucho a hacer la ciencia pura, o sea seguir sus hobbys, esto vale sobre todo para los economistas, pero los recursos, como siempre, son escasos. Si hay dos entidades que hacen ciencia pura es sensato de dar más dinero a la entidad que aparte de hacer ciencia pura también produce resultados concretos.

En el próximo párrafo Alfred Marshall relativiza su concepto de ciencia pura. Aunque quiere denominar la asignatura economics, lo que le distingue de otros autores que lo llaman economía política (political economy: Adam Smith, David Ricardo, Économy Politique:Léon Walras, Economia Politica: Vilfredo Pareto), para evitar una cercanía a otros fenómenos sociales que quiere evitar. De otra parte aboga en favor de una abertura a otros sectores de la vida real. Sorprende también que Alfred Marshall menciona aquí que la economía es una ciencia social, lo que contradice a los párrafos anteriores en los cuales el paradigma metodológico es la física.

Economics is thus taken to mean a study of the economic aspects and conditions of man's political, social and private life; but more especially of his social life. The aims of the study are to gain knowledge for its own sake, and to obtain guidance in the practical conduct of life, and especially of social life. The need for such guidance was never so urgent as now; a later generation may have more abundant leisure than we for researches that throw light on obscure points in abstract speculation, or in the history of past times, but do not afford immediate aid in present difficulties. En este sentido la economía es el estudio de los aspectos y condiciones de la vida política, social y privada, pero sobre todo de la vida social. La meta de la investigación es la producción de saber por si mismo y obtener reglas para la conducta de la vida, especialmente en cuanto a la vida social se refiere. La necesidad de guías de conducta de este tipo nunca era tan grande como hoy en día. Las generaciones que siguen a lo mejor tendrán más musa que nosotros para especulaciones abstractas sobre temas oscuros o tiempos pasados que sin embargo no presentan una ayuda para los problemas actuales.

Alfred Marshall, Principles of Economics, THE ORDER AND AIMS OF ECONOMIC STUDIES


En este párrafo el tono cambia y es un poco contradictorio. De una parte dice que la meta es la ciencia pura, ...The aims of the study are to gain knowledge for its own sake..., de otra parte dice que tiene que tener un fin práctico, ...and to obtain guidance in the practical conduct of life, and especially of social life.... No precias realmente como el estudio de la economía puede influir en la vida social (!! no meramente económica). Diría el autor que los mecanismos por los cuales el saber económico / social se convierta en un política concreta debería ser explicado más en detalle, vea preliminares.

Pero si comparamos Alfred Marshall (1842 - 1924) con su contemporáneo Vilfredo Pareto (1848 - 1923) notamos una gran diferencia. Mientras que Vilfredo Pareto aboga por una "ciencia pura" sin utilidad alguna, Alfred Marshall aboga por un ciencia con una utilidad concreta. El problema con la teoría de Vilfredo Pareto es que no está muy claro porque el tributario tiene que financiar esta ciencia pura. Con su propio dinero, o dinero heredado en el caso de Vilfredo Pareto, cada uno puede hacer lo que le da la gana. Con el dinero de otra gente solo son posibles las cosas que sirven para algo.

La frase "...a later generation may have more abundant leisure than we for researches that throw light on obscure points in abstract speculation..." es un poco oscura, porque Alfred Marshall no dice claramente a qué se refiere. Pero tomando en cuenta el debate entre la escuela de Lausanne (Vilfredo Pareto, Léon Walras) y la escuela de Cambridge (Alfred Marshall, William Stanley Jevons) que giraba justamente sobre este aspecto, la utilidad y el valor informativo de la modelización matemática, es de suponer que Alfred Marshall se refería también a la escuela de Lausanne, cuyas teorías, a gran despecho de Léon Walras, ignoraba simplemente por completo.


De la cuestión como acotar la economía de la sociología, psicología, ciencias políticas no se ocupa Vilfredo Pareto. Lo único relevante para Vilfredo Pareto es la estabilidad de un fenómeno. No distingue entre leyes naturales en el sentido de las ciencias naturales y tendencias. Le basta si hay una relación estable entre dos fenómenos. Si no se puede destilar relaciones estables niega simplemente que el tema puede ser tratado de manera científica. Una discusión sobre métodos le parece simplemente irrelevante.

Discussioni sul "metodo" dell' economia politica riescono ad un mero perditempo. Scopo della scienza è di conoscere le uniformità dei fenommeni, e quindi giova seguire ogni qualsiasi via, ogni qualsiasi metodo, che conduca allo scopo. Alla prova solo si riconoscono i metodi buoni e i cattivi. Quello che ci conduce allo scopo è buono, sin tanto almeno che se ne trovi uno migliore. La storia ci è utile in quanto che estende nel passato l' esperienza del presente, e supplisce agli esperimenti che non si possono fare; onde è buono il metodo storico; ma è pure buono il metodo deduttivo, o induttivo, che si volge ai fatti del presente. Dove basta, nelle deduzioni, la logica usuale, si accetta senz' altro; e dove non basta, si sostituisce, senza alcun scrupolo colla matematica. Inoltre se un autore preferisce un metodo ad un altro, non lo crucieremos su ciò; ad esso unicamente chiediamo di farci conoscere leggi scientifiche; giunga poi come vuole alla meta. Discusiones sobre el método a seguir son un derroche de tiempo. La meta de una ciencia de reconocer la uniformidad de los fenómenos y por lo tanto cualquier camino, cualquier método que sirve para este fin es útil. A través de un test se podrá después distinguir entro métodos buenos y malos. Aquel que sirve para este fin es bueno, por lo menos hasta que no se haya encontrado uno mejor. La historia es útil en la medida que extiende las experiencias del presente al pasado y sustituye por lo tanto los experimentos que no se puede hacer. Por esto el método histórico es bueno. Pero igualmente sirve la deducción o la inducción, que parte de las experiencias del presente. Cuando la lógica en su forma deductiva basta, se la puede aceptar y donde no basta se la puede sustituir sin escrúpulos por la matemática y si un autor prefiere un método al otro nos afligirá por ello. Lo único que esperamos es que nos suministre leyes científicas; las puede obtener como quiera.

Vilfredo Pareto, Manuale di Economia Politica, Principii Generali,
§ 35

Hay muchos problemas con Vilfredo Pareto. El primero es que no hay ningún parámetro que controle la investigación. Un estado moderno que invierte en la investigación y desarrollo necesita parámetros claros que permiten un uso eficaz de recursos escasos. Un buen ejemplo para un derroche de tiempo y dinero es la teoría paretiana que no sirve a estrictamente nada, vea Vilfredo Pareto.

El segundo problema de Vilfredo Pareto que una discusión sobre métodos es completamente inútil si no se discute primero sobre el objeto que se quiere estudiar. Muy al contrario de lo que él cree la historia por ejemplo no permite de ninguna manera de extender las experiencias del presente hacia el pasado. La historia depende sobre todo de parámetros y constelaciones contingentes y si se trata de comprobar algunas "leyes" con la historia se corre el riesgo de abstraer de todo lo que no pega con estas leyes. Un buen ejemplo por ello es la teoría marxista. Esta teoría reduce toda la complejidad de la historia a una "leyes económicas" tan abstractas que no hay ninguna posibilidad de negar o confirmar esta teoría. Incluso en el caso que históricamente hay tendencias, no hay ninguna seguridad que estas leyes también valen para el futuro. Una hermosa ilustración para ello son las "leyes universales" de David Ricardo. Estas leyes parecieron eternamente válidos para David Ricardo, pero hoy en día sabemos que ninguna de estas leyes es válida.

De la historia se puede aprender pocas cosas, sobre todo porque es un espectáculo organizado por los hombres y estos cambian completamente a lo largo de la historia. Un hombre de hoy en día tiene poco que ver con un hombre de la edad media y ni siquiera mucho con una persona de los años cincuenta.

El último problema con Vilfredo Pareto es que cuenta cantidad de chorradas y sus "leyes universales" son simplemente tonterías, vea también sociología.

Il femminismo è malattia che può solo appicarsi ad un poplo ricco o alla parte ricca di un popolo povero. Col crescere della ricchezza, nella Roma antica, crebbe il mal costume delle donne; se certe ragazze moderne non avessereo i quattrii necessari per portare in giro l'ozio e la concuspiscenza loro, i ginecologhi avrebber meno lavoro. El feminismo es una enfermedad que solo puede afectar un pueblo rico o la parte rica de un pueblo pobre. En la Roma antigua creció con la riqueza también crecieron las malas costumbres de las mujeres. Si determinadas chicas modernas no tuviesen el dinero para vivir su ocio y su lujuria, los ginecólogos tuviesen menos trabajo.

Vilfredo Pareto, Manuale di Economia Politica, La Popolazione ,
§ 54

Diría el autor que antes de citar la teoría paretiana en un libro de texto de otro libro de texto que a su vez lo ha copiado de otro libro de texto sería útil de leer el original, porque leyendo el original uno se da cuenta fácilmente lo que Vilfredo Pareto quiere demostrar con su equilibrio. Lo que de hecho quiere demostrar es que no hay normas éticas. Vamos a volver sobre el tema más tarde, vea sociología.

El problema de los autores neo-clásicos, siempre dejamos al lado Alfred Marshall, Alfred Marshall es otra categoría, es el intelectual en este grupo, los otros son una manada de chiflados, es que discuten sobre métodos abstrayendo del objeto. Se debería distinguir entre leyes universales, como en la física, tendencias, como en la sociología y simples relaciones causales, como en la biología molecular. A parte de esto hay ciencias, todas las humanidades pertenecen a este grupo, que no buscan ni leyes, ni tendencias ni relaciones causales y que tratan simplemente de comprender un fenómeno en su individualidad. (El alemán de Carl Menger es un poco raro, lo hemos dejado en su estado original.)

Zu welchen Resultaten uns die obige Methode der Forschung geführt hat und ob es uns gelungen ist, durch den Erfolg darzuthun, dass die Erscheinungen des wirthschaftlichen Lebens sich strenge nach Gesetzen regeln, gleich jenen der Natur, dies zu beurtheilen ist nun Sache unserer Leser. Verwahren möchten wir uns nur gegen die Meinung Jener, welche die Gesetzmässigkeit der volkswirthschaftlichen Erscheinungen mit dem Hinweise auf die Willensfreiheit des Menschen läugnen, weil hiedurch die Volkswirthschaftslehre als exacte Wissenschaft überhaupt negirt wird.

Carl Menger, Grundsätze der Volkswirtschaftslehre, Vorrede
A qué resultados el método descrito antes nos ha llevado y si hemos logrado por el éxito que las apariencias de la vida económica son controlados estrictamente por leyes, al igual que la naturaleza, lo puede juzgar el lector por su propia cuenta. Lo único que debemos que refutar es la opinión que niega que puede haber una regularidad en la economía dado el libre albedrío de los seres humanos, porque con esto se niega que la economía pudiese ser una ciencia exacta.

Diría el autor que las leyes no importan en absoluto. Lo que importa son la relaciones causales. "Leyes naturales", tales como existen en la física o la química establecen relaciones cuantitativas entre varios parámetros. Pero muy a menudo se trata simplemente de una relación causal y no de una ley que puede ser descrita por una función matemática.

Cualquiera que reflexiona un poco sobre el objeto del estudio entiende sin problemas y con un poco de sentido común que es completamente inútil de discutir sobre leyes, tendencias o meras relaciones causales. Sin embargo leyendo los textos de los autores neo-clásicos nos damos cuenta que están un poco confundidos. Para Alfred Marshall no hay leyes universales en la economía sino tendencias, lo que es lo más correcto y tendencias se describe con métodos estadísticos. Vilfredo Pareto es un poco vago. Ley o tendencia es para él la misma cosa, previsto que haya una cierta estabilidad. Algo que obviamente no es correcto, porque la tendencia no describe necesariamente relaciones causales o no las describe completamente. Puede haber una relación entre tipos de intereses bajos y inversiones, pero hay cantidad de otros parámetros que igualmente juegan un papel. En cuanto se refiere a la afirmación que todos aquellos que niegan la existencia de leyes económicos universales por el libre albedrío refutan que la economía puede ser una ciencia exacta tenemos dos problemas. El primer problema es que esta afirmación es de Léon Walras o sea de la misma tendencia económica. (Lo curioso es, que el adepto más ferviente de la modelización matemática es Léon Walras, como vamos a ver más tarde, vea bases metodológicas.)

Or, tout d'abord, les faits qui se produisent dans le monde peuvent être considérés comme de deux sortes : les uns ont leur origine dans le jeu des forces de la nature qui sont des forces aveugles et fatales ; les autres prennent leur source dans l'exercice de la volonté de l'homme qui est une force clairvoyante et libre. Les faits de la première espèce ont pour théâtre la nature, et c'est pourquoi nous les appellerons faits naturels ; les faits de la seconde espèce ont pour théâtre l'humanité, et c'est pourquoi nous les appellerons faits humanitaires. A côté de tant de forces aveugles et fatales, il y a dans l'univers une force qui se connaît et qui se possède : c'est la volonté de l'homme. Peut-être cette force ne se connaît-elle et ne se possède-t-elle pas autant qu'elle le croit. C'est ce que l'étude de cette force peut seule apprendre. Pour le moment, peu importe : l'essentiel est qu'elle se connaît et se possède au moins dans certaines limites, et cela fait une différence profonde entre les effets de cette force et les effets des autres forces. Il est clair que, quant aux effets des forces naturelles, il n'y a rien autre chose à faire qu'à les reconnaître, les constater, les expliquer, et que, quant aux effets de la volonté humaine, au contraire, il y a lieu d'abord de les reconnaître, de les constater, de les expliquer, puis ensuite de les gouverner. Cela est clair puisque les forces naturelles n'ont pas même conscience d'agir, et, bien moins encore, ne peuvent agir autrement qu'elles ne font, et puisque la volonté humaine, au contraire, a conscience d'agir et peut agir de plusieurs manières. Les effets des forces naturelles seront donc l'objet d'une étude qui s'appellera la science pure 'naturelle' ou la science proprement dite. Les effets de la volonté humaine seront l'objet 'd'abord d'une étude qui s'appellera la science pure morale ou l’histoire, puis ensuite d'une étude qui s'appellera d'un autre nom, soit l'art, soit la morale, comme nous le verrons tout à l'heure. Ainsi se justifie déjà la distinction de Ch. Coquelin entre la science et l'art (§ 10). L'art « conseille, prescrit, dirige » parce qu'il a pour objet les faits qui prennent leur source dans l'exercice de la volonté de l'homme, et que la volonté de l'homme étant, au moins jusqu'à un certain point, une force clairvoyante et libre, il y a lieu de la conseiller, de lui prescrire telle ou telle conduite, de la diriger. La science « observe, expose, explique » parce qu'elle a pour objet des faits qui ont leur origine dans le jeu des forces de la nature, et que les forces de la nature étant aveugles et fatales, il n'y a pas autre chose à faire à leur égard qu'à les observer et à en exposer et en expliquer les effets. Primero se puede distinguir en todas las cosas entre dos tipos distintos. Los primeros tiene su origen en las fuerzas de la naturaleza. Fuerzas que son ciegos y inevitables. Los otros tienen su origen en la voluntad del hombre que es capaz de reflexionar y libre. Las primeras fuerzas tienen como teatro la naturaleza, por esto los llamamos fuerzas naturales. El teatro de los segundos es la humanidad, por esto los llamamos hechos humanos. A parte de las muchas fuerzas ciegas hay por lo tanto una fuerza consciente y dominada: Es la voluntad del hombre. Posiblemente no se conoce ni se posee esta fuerza tanto como se cree, pero solo por el estudio de esta fuerza lo podremos saber. Por el momento esto importa poco. Lo esencial es al menos hasta un cierto grado es consciente y se la puede dominar y esto es lo que distingue los resultados de esta fuerza de los resultados de las otras. Está claro que en cuanto a las fuerzas de las leyes naturales se refiere no se puede hacer otra cosa que reconocerlas, describirlas y explicarlas, mientras que en cuanto a la voluntad humana se refiere hay que primero entenderla, después hay que describirlas y explicarlas para finalmente dominarlas. Esto es obvio, porque las fuerzas de la naturaleza ni siquiera son conscientes de sus actos, mientras que los actos humanos son realizados de manera consciente y pueden por lo tanto pueden actuar de maneras distintas. Los resultados de las fuerzas naturales son por lo tanto el objeto de estudio de la ciencia pura o de las ciencias naturales o simplemente de la ciencia. Los resultados de la voluntad humana son el objeto de una ciencia que llamamos ciencia de la moral o de la historia o después de un estudio, arte o moral como vamos a ver en seguida. Así se justifica ya la distinción de Ch. Coquelin entre la ciencia y el arte (§10). El arte "aconseja, prescribe, dirige" porque tiene como objeto los hechos cuyas causas son la voluntad del hombre y debido al hecho que la voluntad del hombre, por lo menos hasta un cierto grado es una fuerza consciente y libre, se la puede aconsejar, prescribirle un determinado comportamiento, dirigirla. La ciencia "observa, describe y explica" porque su objeto son los hechos que tienen su origen en la fuerza de la naturaleza y como las fuerzas de la naturaleza son ciegos y fatales no se puede hacer otra cosa en cuanto a estos se refiere que observarlas, describirlas y explicar sus efectos.

Léon Walras, Eléments d’économie politique pure, Distinction entre la science, l'art et la moral

Esto suena más o menos sensato, sin embargo Léon Walras describirá después el equilibrio económico en los distintos mercados, mercado de bienes, mercado de capital y mercado de trabajo como algo que se establece con el mismo rigor que la fuerza de la gravitación que hace girar la tierra alrededor del sol.

En este párrafo apunta sin embargo a algo esencial. La economía es un artefacto humano y este artefacto humano depende, entre otras cosas, de lo que la gente sabe sobre economía y en que medida son capaces de evaluar las consecuencias de las actividades económicas de las entes privadas y del estado. Dicho de otra manera, no hay leyes económicas. Lo que hay son relaciones causales.

Si los bancos centrales hacen por ejemplo una política monetaria expansiva, como lo hacen actualmente, seguimos en el año 2013, hay varias relaciones causales. Primero los ahorradores pierden dinero, porque nadie necesita sus ahorros si los bancos imprimen dinero. Segundo la bolsa sube, porque los bancos invertirán este dinero en la bolsa, si no son capaces de detectar inversiones reales rentables. Vamos a volver sobre el tema al hablar de Keynes.

Si miramos la historia de la economía podemos constatar que a largo plazo ninguna "ley" se mostró eternamente válido. Podemos incluso decir, que el comportamiento humano, sus opiniones, sus creencias, suposiciones son inestables. Vamos a volver sobre el tema al hablar de Ernst Bloch.

Las "leyes económicas" son solamente estables porque se refieren a trivialidades que abstraen de todas las circunstancias individuales.

La economía neoclásica en su versión simplista tal como la encontramos en los libros de textos aporta poco a la explicación o descripción de una economía de mercado, sin embargo comparte con el marxismo la obsesión por un desarrollo económico determinado por leyes económicas universales. Lo esencial en cuanto a la economía de mercado se refiere ya lo ha dicho Adam Smith, a pesar de las contradicciones que abundan en su obra, vea por ejemplo precio natural / precio de mercado.

No se puede atribuir este error básico a los originales, porque estos se exprimen, por lo menos en cuanto a Alfred Marshall se refiere, de manera bastante diferenciada, aunque sea un poco confuso y contradictorio.

El caso más raro es Léon Walras. En el primer capítulo, Distinction entre la science, l'art et la moral, niega la posibilidad de formular leyes económicas universalmente válidas, pero en lo que sigue reduce toda la economía a "leyes" que llevan a un equilibrio. Incluso critica a Jean Baptiste Say por haber igualado leyes económicas con leyes naturales. (Lo que no es cierto, dicho sea de paso. Jean Baptiste Say no formuló leyes de este tipo.)

Ce qui a séduit les économistes dans cette définition, c'est précisément cette couleur exclusive de science naturelle qu' elle donne à toute l'économie politique. Ce point de vue, en effet, les aidait singulièrement dans leur lutte contre les socialistes. Tout plan d'organisation de la propriété était repoussé par eux a priori et, pour ainsi dire, sans discussion, non pas comme contraire à l' intérêt économique, ni comme contraire à la justice social, mais simplement comme combinaison artificielle se substituant aux combinaisons naturelles. Lo que sedujo los economistas en esta definición [se refiere a una supuesta definición de Jean Baptiste Say, donde este, según Léon Walras, iguala leyes económicas con leyes naturales] es este carácter exclusivo que las leyes naturales dan a la política económica. Este punto de vista les ayudó mucho en su lucha contra el socialismo. Cualquier propuesta referente a la distribución de la propiedad fue refutado desde el inicio. No porque estaba en contra intereses económicos o porque no era compatible con la justicia social, sino por el mero hecho que de otra manera se habría negado por meros juegos de ideas las leyes naturales.

Léon Walras, Eléments d’économie politique pure, Définition de J.B. Say

Este párrafo es rarísimo. Justamente Léon Walras y su equilibrio general es el punto de referencia de todos los radicales de mercado y la modelización matemática de este equilibrio general le da pinta de ser algo tan seguro y estable como una ley natural.

En el campo opuesto, como vamos a ver más tarde, vea Karl Marx, pasó exactamente lo mismo. Con una leyes económicas universalmente y eternamente válidas se quería pronosticar el futuro, pero en cuanto al carácter ideológico se refiere, no hay gran diferencia. Se puede por lo tanto decir que lo esencial en estas dos ideologías, el marxismo y la teoría neoclásica en su forma simplificada tal como la encontramos en los libros de texto, más importante que el contenido es el método. Ambos tienen una fuerte tendencia a inmunizarse contra la realidad.

Vamos a ver más tarde que Karl Marx que con sus leyes objetivas del socialismo dio el último toque a este abracadabra marxista.

Si este abracadabra debe servir como el fundamento de una ideología estatal hay que presentarlo como algo tan seguro como la fuerza que hace girar la tierra alrededor del sol. Tanta ideología ni siquiera hay que imputar a la cooperación de los economístas.

Sin embargo uno puede preguntarse porque cuenta desde hace 50 años ya las mismas chorradas y a qué se debe que sacó de una tradición bastante diferenciada y reflexionada solo todo aquello que tiene pinta de ser "ciencia pura" si se define como ciencia pura el canon de nociones eternamente válidas, verdades "seguras" y leyes económicas eternamente válidas como la característica de la verdadera ciencia.

Lamentablemente no resolvemos con el optimum paretiano, la caja de Edgworth, el análisis de equilibrios con la renta del productor y del consumidor, las relaciones marginales de substitución, restricción presupuestaria, etc. etc. ningún problema concreto y para el análisis de problemas concretos estas chorradas son completamente inútiles.


Se puede decir que páginas como ésta, vea Micro-economía, no sirven para absolutamente nada, a pesar de que se cuenta estas chorradas en todas partes del mundo. Pare el estado y para el tributario estos contenidos son un gran derroche de dinero, para los estudiantes una gran pérdida de tiempo. Tiempo que habría podido invertir en cosas útiles, aprender a programar, aprender a cooperar a nivel internacional, aprender como realmente fundar empresas y crear trabajo y en analizando problemas concretos. En la vida profesional estos contenidos no juegan papel alguno, pero a los egresados de economía faltarán conocimientos básicos necesarios para atacar con éxito la vida profesional.

El mero hecho que la cooperación de economistas universitarios no ha trabajado nunca en toda su vida y tienen que refugiarse en mundos paralelos teóricos para tener algo que contar y llenar los 3 o 5 años de una carrera no justifica que si sigue contando estas historias obsoletas.

Parece que algo no han comprendido bien en cuanto a la investigación de base se refiere. La investigación de base no va dirigida hacia un producto concreto, esto es lo que la distingue de la investigación aplicada. Pero obviamente a largo plazo de la investigación de base debe desprenderse ideas para la investigación aplicada y de ésta productos concretos. Esto significa que la investigación de base se hace hasta saber que no lleva a ninguna parte y se recomienza con otra cosa. Contar las misma chorradas por cincuenta años no es ni investigación de base, ni ciencia pura, ni investigación aplicada. Es simplemente una chorrada. El rumiar por cincuenta años las mismas tonterías es tan relevante como la teología escolástica de Tomás de Aquino.

No cabe duda que hay curvas de contrato en Nigeria, Bolivia, Francia y en la luna y es sin duda alguno calmante saberlo, pero desgraciadamente no sirve para nada y, dicho sea de paso, es errónea. La curva de contrato se basa en las curvas de indiferencia, o sea curvas que muestran la misma utilidad brindada por distintas cantidades de dos productos, supone por lo tanto que se puede obtener la misma utilidad al sustituir un producto por el otro en una cantidad cada vez más grande. El problema es que este escenario es excepcional. Vale posiblemente para algunos alimentos, pero no vale para las cosas de las cuales solo queremos UN SOLO EJEMPLAR.

Si los recursos son escasos, y el tiempo es un recurso tremendamente escaso, más vale desechar esta basura y desarrollar carreras de estudios que basándose en otras carreras, ciencias agrarias, biología, medicina, ingenierías etc. etc. y tomando en cuenta las situaciones individuales de los distintos países que ofrecen respuestas concretas a problemas concretos. Es ahí también donde serán generados los puestos del trabajo del futuro.

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Anotaciones:

ES        DE

Leyes - Tendencias

En cuanto al método se refiere el paradigma de la economía en general y sobre todo en la economía neoclásica es la física.

Pero ya Alfred Marshall menciona la biología como el paradigma metodológico que tiene una variedad de métodos mucho más amplio.

La noción ley no significa gran cosa. Una "ley" puede ser una mera relación estadística o puede ser la descripción de relaciones causales.

En la ciencias sociales la formulación de leyes es controvertido, porque lo que se mide es solamente el efecto de algo, pero no necesariamente la causa.

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